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Influencia Del Comic


Enviado por   •  15 de Junio de 2013  •  2.121 Palabras (9 Páginas)  •  411 Visitas

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INFLUENCIA DEL COMIC

El fenómeno se hace especialmente intenso en Inglaterra, donde tiene lugar la fusión de complicados grabados políticos7 con la caricatura popular italiana proveniente de los turistas británicos, a lo que se añade el nacimiento de una oposición oficial al gobierno.

8La Revolución francesa y el imperio napoleónico impulsaron enormemente el desarrollo de la caricatura en una auténtica guerra de imágenes, “en la que se produjeron más de 6.000 grabados, ampliando de ese modo la esfera pública y extendiendo el debate político a la población analfabeta. A partir de 1789 ya no tiene nada de anacrónico hablar de propaganda"9.

Aunque dibujantes del XVIII publicaban también en periódicos mensuales, llegado el siglo XIX la contribución de la prensa será fundamental para la difusión de la propaganda de guerra satírica. Para ilustrar conflictos como la Guerra de Crimea o la Guerra Civil Americana se utilizaron técnicas muy cercanas a la propaganda aprovechando las posibilidades de la caricatura: ridiculización del enemigo y, por supuesto, la simplificación del mensaje a través de símbolos que la caricatura hizo enormemente populares y que permanecen en nuestros días (por ejemplo, los dibujos que simbolizan naciones: el oso ruso, el gallo francés, el águila norteamericana, Tío Sam, John Bull, etcétera).

Primeras experiencias a principios del siglo XX

El siglo XX va a alumbrar un desarrollo sin precedentes de la propaganda, por lo que el empleo del humor gráfico y la historieta como uno de los métodos para ponerla en práctica a través de la prensa se hace más evidente que nunca. Ayudados por el avance de la tecnología, los gobiernos participan claramente en la creación de medios y de contenidos propagandísticos en tiempos de guerra.

Cabe destacar previamente, que el modelo de cómic norteamericano se había convertido en la referencia mundial desde la popularización de las páginas de tiras a color en los suplementos dominicales de periódicos de información general. Los grandes magnates de la prensa del momento apostarán fuertemente por este formato como reclamo comercial en su batalla por acaparar lectores y es en este contexto donde se suele situar el nacimiento del cómic. A principios de siglo, nacen las primeras tiras “autoconclusivas” de periodicidad diaria y quedan para las páginas del domingo las historietas en forma de serial en las que se desarrollaba el argumento semana a semana.

Mientras tanto, el modelo europeo, fiel a su tradición, seguirá en muchos casos caracterizándose por la edición de publicaciones especializadas de contenido satírico. Así, al llegar la Primera Guerra Mundial se extiende en todos los frentes la práctica de difundir entre las tropas publicaciones de índole humorística e informativa. Pese a que algunos intentos fueron únicos u ocasionales, otros gozaron de cierta permanencia, como La Trincea o San Marco, pertenecientes al frente italiano11.

Durante la Guerra Civil, en España se toma ejemplo de esta experiencia y la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda publica La Trinchera en 1937. Poco después, esta revista destinada a los combatientes del bando nacional se convertiría en La Ametralladora. Asimismo, en la Guerra Civil se ensayó también el uso propagandístico de revistas de tebeos para el público infantil y juvenil. Tal es el caso de Flechas y Pelayos, que se publicó entre 1938 y 1949. La revista surge de la fusión de dos publicaciones, Flecha (falangista) y Pelayos (carlista), ambas nacidas durante la contienda12. En cualquier caso, las posibilidades de introducción del mensaje fascista entre la juventud a través del tebeo se habían experimentado ya en la Italia de Mussolini con el suplemento El Corriere dei Piccoli distribuido con el Corriere de la Sera.

Segunda Guerra Mundial: el binomio cómic / propaganda llega a su máximo apogeo

El punto culminante de todo el proceso que hemos ido siguiendo lo constituye sin duda la Segunda Guerra Mundial, conflicto en el que va a darse un desarrollo sin precedentes de la propaganda a través de la historieta. Esto es así, tanto por la gran cantidad de iniciativas que los gobiernos, especialmente el de Estados Unidos, llevaron a cabo en este sentido como por la difusión que estos mensajes alcanzaron, no sólo en Norteamérica sino en todo el mundo, facilitada además por la aparición de las poderosas agencias de distribución.

Aproximadamente hacia los años 30, los gags de las tiras cómicas y el estilo caricaturesco, que tan buen resultado habían dado hasta entonces, comienzan a verse sustituidos en el favor del público por las historias “realistas” en serie centradas en el género de la aventura. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, las características de estos cómics -siempre protagonizados por un personaje heroico- las hicieron ideales para trasladar un mensaje patriótico y para deformar la imagen del enemigo, por lo que un gran número de personajes ve trastocadas sus aventuras al comenzar la contienda14.

Así encontramos, por ejemplo, a un aluvión de pilotos que se alistan en las Fuerzas Aéreas como Buz Sawyer, Johnny Hazard, Scorchy Smith o Barney Baxter in the Air. El primero de ellos es un piloto destinado en un portaaviones, que luchará en el Pacífico. La Marina colaboró estrechamente con Crane, que les acompañó por todo el mundo para poder documentarse y dotar a su obra del mayor realismo posible a la hora de reflejar tanto los exóticos parajes que visitó Buzz como los cruceros, portaaviones, submarinos y bombarderos que aparecen en la serie.

El caso de Barney Baxter in the Air de Frank Miller (1935) también resulta significativo, pues causó una gran conmoción al adelantarse a la entrada de Estados Unidos en combate alistándose, junto a su partner cómico, Gopher Gus, en la RAF.

Otros títulos y personajes que no tenían en principio relación con ninguna temática bélica comienzan a incorporarla por distintos motivos: Joe Palooka de Ham Fisher (1930) es un boxeador que acaba ingresando en el Ejército y trasladando sus peripecias a la guerra desde 1941, año en que su autor acuerda con el departamento de Guerra promover la intervención de Estados Unidos desde la serie.

El impacto de la guerra en los cómics fue evidente, y es de sobra conocido que incluso en clásicos como Tarzán y El Príncipe Valiente hay alusiones más o menos veladas a la lucha contra los nazis.

¿Cuál fue en cambio la postura de estos últimos? Curiosamente, la Alemania nazi, que tan amplio uso hizo de

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