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Ensayo Conductismo

MagdalenaSalas12 de Febrero de 2012

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Conductismo y aprendizaje

El conductismo parte de una concepción cientifista sobre la Psicología. Puesto que la ciencia debe versar sobre fenómenos observables o, cuanto menos, que puedan ser cuantificados y analizados en condiciones objetivas, no puede admitirse como objeto de estudio psicológico nada que no reúna tales condiciones.

Los primeros teóricos de este movimiento arremetieron contra la introspección como método y contra el mentalismo como teoría. La primera consistía en analizar los estados internos de la mente para arrojar luz sobre sus procesos. El segundo mantenía la suposición teórica de que nociones como mente, conciencia o motivos eran entidades reales y objetivas que existían dentro del cerebro, las cuales constituían el objeto de estudio directo de la investigación psicológica.

Watson abanderó la crítica a la Psicología dominante en su época, proponiendo un cambio en los métodos y conceptos para realizar investigaciones puramente científicas. Como resultado de su crítica se desarrolló el conductismo, el cual se fundamenta en las siguientes ideas:

• Si la ciencia debe estudiar exclusivamente datos empíricos, el objeto de la Psicología tendrá que ser observable.

• Si existen los llamados estados mentales o de conciencia, no pueden ser considerados metodológicamente como objetos de estudio científico, ya que no reúnen las características objetivas que definen a éstos.

• Cuando observamos una conducta, podemos aislar en ella dos elementos. Por un lado, los estímulos ambientales que impactan en el organismo, y, por otro, la respuesta que éste emite a continuación. Tanto estímulos como respuestas son observables, cuantificables y susceptibles de ser utilizados en experimentos científicos. Por tanto, si la Psicología es la ciencia de la conducta, deberá dedicarse al estudio de las asociaciones entre Estímulos y Respuestas. Con frecuencia, dicha relación es representada esquemáticamente como E-R. Lo que sucede dentro del cerebro y no puede ser observado mediante técnicas fisiológicas no interesa al psicólogo, ya que su análisis científico resulta imposible.

• El término científico de conducta designa un concepto más amplio que el de su uso coloquial. Así, la conducta incluye todas las reacciones corporales que puedan ser medidas, aunque no puedan ser observadas a simple vista.

• Las investigaciones psicológicas deben orientarse hacia el descubrimiento de las leyes de la conducta, sean éstas determinadas genéticamente o sean el resultado de aprendizajes individuales.

• La conducta se consolida en forma de hábitos, los cuales permiten una mejor adaptación al ambiente.

• Los experimentos prueban que la conducta es altamente modificable. Por lo tanto, deberán estudiarse las técnicas más propicias para la modificación de conductas con el objetivo de aplicarlas en ámbitos como la psicoterapia, la educación o el refuerzo de pautas sociales.

• El lugar ideal para la experimentación es el laboratorio, ya que allí pueden ser controladas todas las variables intervinientes. Cuando por motivos éticos no se pueda experimentar con humanos, las pruebas se realizarán con animales. Según los conductistas, existen pocas diferencias entre unos y otros en relación a un número elevado de conductas, por l oque las conclusiones obtenidas mediante experiencias con animales pueden ser extrapoladas, salvo excepciones, al comportamiento humano.

• Como consecuencia de las tesis anteriores, el conocimiento de las técnicas y leyes del aprendizaje, tanto animal como humano, se convierte en el punto central de la Psicología. Su fin: condicionar y predecir los comportamientos para mejorar las habilidades adaptativas de los organismos.

Aunque suele considerarse a Watson como creador teórico del movimiento, las primeras experiencias que incorporaron técnicas puramente conductistas fueron las de Thorndike quien, junto con L. Morgan, formuló la teoría del aprendizaje por ensayo y error. Ésta se fundamentaba en los experimentos llevados a cabo con animales hambrientos a los que Thorndike introducía dentro de jaulas. Para salir de ellas, era necesario que el animal aprendiera a tirar de un cordel o manipular un mecanismo que abría las puertas. En animal, excitado y hambriento, efectuaba una serie de movimientos al azar (ensayos) hasta que, por causalidad, daba con la solución propicia para salir. Una vez aprendida la conducta, desaparecían los ensayos.

Thorndike observó que las curvas de aprendizaje mostraban una clara disminución del tiempo necesario para encontrar la solución según el número de veces que se hubiera ensayado el experimento. Formuló así la ley del ejercicio, según la cual aumenta la probabilidad de una respuesta en función de las veces que se haya dado esa situación en el pasado.

También postuló la ley del efecto: la posibilidad de alcanzar un estado gratificante favorece la aparición de una conducta. O si se prefiere, un comportamiento que va acompañado de una recompensa queda fortalecido, es decir, tiende a repetirse. De esa manera se consolida el nexo entre situación y respuesta. En cambio, si la situación se acompaña de un estado molesto, el nexo se debilita.

Thorndike se convirtió en pionero del conexionismo, una teoría que reducía todo el psiquismo humano a puras asociaciones cerebrales, formadas como consecuencia de aprendizajes anteriores. Según él, incluso procesos superiores como el razonamiento o el lenguaje se reducían a hábitos de conducta consolidados, bien por la ley del Efecto, bien por la Ley del Ejercicio. Las asociaciones eran nexos entre Estímulos y Respuestas, que habían sido grabados o inhibidos en el cerebro gracias a la satisfacción o al malestar que provocaban respectivamente. Para Thorndike las asociaciones de estímulos y respuestas formaban un conjunto de redes neuronales jerarquizadas que tendían a consolidarse o debilitarse según fueran gratificadas nuestras conductas.

En las primeras décadas del siglo XX Watson se convirtió en el gran teórico del conductismo. Su radical punto de vista le llevó a descartar por completo el estudio de los estados mentales y a interesarse exclusivamente por el análisis experimental de la conducta. Algunas de sus opiniones provocaron indignación entre sus colegas y también en la opinión pública. Así, por ejemplo, cuando afirmó que si le dejaran a un niño recién nacido, y si no tuviera que preocuparse por problemas éticos derivados de los experimentos, podría hacer de ese niño el tipo de persona adulta que él previamente hubiera programado. O también cuando escribió: «El conductista no reconoce ninguna línea divisoria entre el animal y el hombre».

Su oposición frontal a cualquier tipo de mentalismo en Psicología le llevó a rechazar la Ley del Efecto, pues argumentaba que los términos empleados por Thorndike ("estado gratificante", "malestar", etc.) eran conceptos subjetivistas que no podían ser observados en un laboratorio. Por tanto, quedaban al margen de una ciencia sobre la conducta. Si admitió, en cambio, la Ley del Ejercicio, derivándola hacia la fisiología. Según Watson, la frecuencia o repetición de una conducta provocaba que las conexiones neuronales E-R se reforzaran continuamente como fruto de esa repetición. Su aportación al conductismo consistió más en la defensa teórica de sus postulados que en experimentos que descubriesen nuevas leyes sobre el aprendizaje.

1.1 Condicionamiento clásico

La motivación

7.1 Distinción entre motivación y voluntad

En el lenguaje ordinario, el término motivación se usa con frecuencia en relación con el de voluntad. Así cuando alguien no ha hecho algo que debía hacer solemos pensar que no estaba motivado para hacerlo, o que no lo quería hacer. Aparentemente puede parecer que ambos términos significan lo mismo, pero nada más lejos de la realidad. De hecho, hasta cierto punto puede decirse que las investigaciones psicológicas sobre la motivación humana han supuesto una crítica radical al concepto de voluntad.

Hasta principios de siglo algunas concepciones filosóficas mantenían que la voluntad era una característica o propiedad de los seres humanos. O dicho de otro modo, que si un alumno no estudiaba, un drogadicto se seguía drogando o un trabajador no rendía en su empresa, era sencillamente porque no querían hacerlo.

En la actualidad, después de casi un siglo de investigaciones psicológicas sobre la motivación, podemos decir que existe un amplio conjunto de factores que determinan las conductas de los seres humanos; no es cierto, por tanto, que seamos tan dueños de nuestra voluntad como podría parecer a primera vista.

7.2 Indagación sobre los motivos de la conducta

Toda nuestra conducta se fundamenta en la motivación; la motivación es "la raíz dinámica del comportamiento, esto es, aquellos factores o determinantes internos más que externos al sujeto, que desde dentro le incitan a la acción" (Pinillos: Principios de psicología).

Sólo si nos sentimos motivados a hacer algo, nos decidiremos a actuar, por eso la motivación es la raíz que explica nuestra conducta. El caso que nos cuenta Schopenhauer nos aporta bastante claridad al respecto. Podemos traducirlo a nuestros días: si proponemos que al primero que esté en la puerta del Banco de España mañana a las nueve le serán entregados veinte millones de pesetas, es muy probable que el más perezoso esté allí a las seis de la mañana y algunos permanecerán a la espera toda la noche. Un trabajador realizará mejor su trabajo si éste se encuentra bien remunerado, si está mal pagado, su rendimiento será más

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