Ensayo: La intimidad- el yo y el mundo interior
negrobyanDocumentos de Investigación18 de Enero de 2016
1.132 Palabras (5 Páginas)1.621 Visitas
La mejor manera de comprender lo que es la persona es describirla a través de ciertas notas que la definen. Las notas definitorias de la persona son precisamente aquellos puntos en los que ésta se distingue y se presenta como un individuo, es importante considerar que estas notas son radicales humanos, es decir están en la esencia de su ser. Son los ámbitos en lo que la persona se define y se expresa tal como es. Estas notas son seis y, como veremos, se encuentran estrechamente relacionadas: la intimidad, la manifestación, el diálogo con otra intimidad, la capacidad de dar, la libertad y la trascendencia.
1.1 La intimidad: el yo y el mundo interior
La intimidad es la inmanencia humana, es el mundo interior, lo privado, ese lugar en donde se guarda lo que uno es. Curiosamente, descubrimos la intimidad con una cierta tardanza, ya que el hombre la reconoce a partir del inicio de la adolescencia, de allí que una característica de esa etapa de la vida sea el querer estar a solas o el exigir respeto por aquello que es privado.
No se debe confundir la intimidad con la memoria, ya que esta última sí tiene un lugar físico (cerebro) en donde guardar la información, la intimidad es mucho más radical que eso, es nuestro propio ser. Al ser el hombre una dualidad en unidad, la intimidad, siendo interior, despliega su influencia hacia las otras dimensiones humanas, por lo que puede ser tan íntimo un pensamiento como el propio cuerpo humano; por ello, la intimidad no es una mera característica humana, es un radical humano, podemos decir que todo nuestro ser es intimidad, lo que soy.
Una de las características de la intimidad es que es un lugar inexpugnable, esto quiere decir que nadie puede entrar, ni siquiera uno mismo puede permitirlo, solamente alguna persona podría saber algo sobre mi intimidad si yo decido manifestarla. Es tan privada la intimidad que incluso tiene un mecanismo de defensa natural: el pudor.
Si por algún motivo una persona desconocida llega a enterarse de un aspecto de mi privacidad, siento pudor o vergüenza, lo mismo ocurre para la persona que se entera o conoce algo que no le corresponde saber, ella también siente pudor.
1.2 La manifestación de la Intimidad
A pesar de su privacidad, la intimidad no es egoísmo, tiene también una cualidad manifestativa, el hombre tiende por su condición íntima y social a manifestarse a los demás.
Claro que no manifestamos toda nuestra intimidad, ya que de hacerlo, si fuese posible hacerlo, perderíamos lo propio de ser y de un ser privado pasaríamos a ser un ser público. Por ello, la manifestación debe hacerse teniendo en cuenta que no da lo mismo a quién le manifieste mi intimidad, qué es lo que manifiesto y dónde lo hago.
Existen muchas maneras para la manifestación, los lenguajes humanos son amplios, ya que el hombre como lo decíamos es en sí manifestativo. El lenguaje corporal, el lenguaje convencional, el arte, la cultura, el baile, la técnica, etc. Son algunas de las maneras que el hombre tiene para darse a conocer.
Un ejemplo de esta naturaleza personal y manifestativa del ser humano es su cuerpo, basta con que miremos los rostros de las personas para conocer algo de su intimidad. La forma de caminar, de hablar, incluso la actitud silenciosa de una persona nos puede decir bastante sobre su estado interior. En esto también somos radicalmente diferente al resto de los animales, si comparamos el rostro humano con el de los animales veremos que el de estos últimos es inexpresivo, es como ido, lejano, en cambio el rostro humano es expresión total. Lo mismo ocurre con nuestras manos, que no están determinadas a una sola función, más bien podríamos decir que nuestras manos pueden hacer todas las funciones, por ello Aristóteles las llamó “instrumento de los instrumentos”. Con las manos podemos construir una casa,
...