Ensayo "Sangre En El Diván"

ENSAYO

“Sangre en el Diván”, Una historia conmovedora en la que se muestra el dolor, el sufrimiento, la intriga y los padecimientos de la protagonista “Roxana Vargas Quintero”. Escrita por la periodista Ibeyise Pacheco (Caracas: Grijalbo, 2010). Donde se muestra el homicidio por parte del psiquiatra Edmundo Chirinos, a una de sus pacientes, la joven estudiante Roxana Vargas.

Este extenso libro no es solamente un escrito, es una realidad que se vive a diario en nuestro alrededor, un acto de justicia que merece ser aplaudido y recordado por todas las personas que deciden leerlo e involucrarse en la lectura del mismo, una acción en una sociedad como la nuestra que había dejado de existir, que por fin salió la verdad a la luz, que no quedó nada impune.

Uno de los fines de este libro es que las personas se concienticen, que no hagamos que los hechos que se narran en la historia se repitan, sabemos que como seres humanos todos cometemos errores, pero tenemos que medir las consecuencias de nuestros actos, tener en cuenta que hay una persona Superior que día a día observa lo que estamos haciendo. Sabemos que el mundo está lleno de delincuentes, psicópatas, personas capaces de hacer daño a seres indefensos, ¿cómo acabar con esto? –no seamos cómplices escondiendo las verdades que necesitan ser descubiertas, luchemos por una sociedad libre de dolor, de tristeza, una sociedad en la que solo reine la Paz y la Seguridad.

Tal el caso de Edmundo Chirinos, un hombre que a simple vista lo tenía todo, dinero, fama, buen trabajo, educación, una familia, porque incluso se casó dos veces, amistades, influencias ¿Qué le faltaba?, ¿en qué termino?, las malas intenciones del corazón lo llevaron a hacerle mucho daño a decenas de mujeres que acudían a él con la esperanza de que fueran sanadas de cierta enfermedad, pero llegaban a su consultorio con un problema y salían con dos.

Este Psiquiatra del que se trata “Sangre en el Diván” el 12 de julio del 2008, asesino en Caracas, en su propios consultorio en la Florida, a su paciente “Roxana Vargas Quintero” entre las 7:30 pm y las 10:00 pm, de forma atroz, golpeándole la cabeza contra la pared, dejando lleno con la sangre de la muchacha el diván de su consultorio, Luego sacó el cadáver de su clínica y lo hizo arrojar en un vertedero de basura. Casi un año antes, la joven estudiante de Comunicación Social, había acudido a su primera cita, en la que fue diagnosticada como Esquizofrénica, motivo por el cual se le hizo la primera cura de sueño en la que el “doctor” abuso de ella, tocándola, seduciéndola y fotografiándola desnuda, como a muchas pacientes anteriores, como lo comprobaron los investigadores. 1200 fotografías de mujeres desnudas aparecieron en su casa de habitación, no todas desde luego gráficas de sus pacientes, pero según la investigación policial, al menos 400 tenían esa procedencia.

¿Cómo podemos calificar a un hombre de estos? Que es capaz de abusar, de esconder, de mentir y lo peor de todo de ¿Asesinar a una persona? Se puede esperar lo peor... La existencia de un delincuente como estos en nuestra sociedad es una vergüenza total, y en parte es de admirar que un “Anciano” como estos, porque eso es lo que es, un hombre de más de 70 años de edad, oculte su verdadera personalidad por tanto tiempo, sin ser descubierto. Solo se murmuraba que era mujeriego, no se le conocían esos alcances.

La Policía y el Ministerio Público integraron las revelaciones del blog en el expediente. Las investigaciones dieron con pistas inexcusables. Había llamadas del celular de Chirinos al de Roxana el día en que la mataron. Hallaron un zarcillo en el consultorio y, lo que fue determinante, rastros de su sangre en el diván y en la alfombra.

Sus atenuantes resultaron siempre extravagantes. Refirió que la sangre encontrada en su consultorio "era producto de sesiones de electroshock que aplicaba a sus pacientes". Y comentó las dificultades psíquicas que tenía Vargas, algo intolerable para un médico que debe resguardar la privacidad del diagnóstico. También alegó que a su edad y en su estado físico "era imposible cargarla y sacarla del consultorio. Ella pesaba 90 kilos".

Este había llegado a ser Rector de la Universidad Central de Venezuela, parlamentario y participado en la política. Pero la verdad plena de quien era no había sido sospechada. Hubo personas, para nada amigas del médico que no creyeron en su culpabilidad hasta el día en que fue condenado en los tribunales. Hasta ese momento había parecido que todo aquello era increíble.

Según expresa la autora del libro: “El problema para Chirinos y su defensa no sólo era su posible responsabilidad en el homicidio contra Roxana Vargas. Al psiquiatra le había llegado el momento de confrontar denuncias numerosas que comenzaron a circular, en especial vía Internet, sobre abusos sexuales cometidos por el médico en ejercicio de funciones. El juicio moral comenzó

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