Ensayo colegios técnico profesionales

Yo quiero ser un técnico “profesional”

     Han transcurrido alrededor de 3 años desde que deje una educación donde ser contador era un rumbo fijo para mí y para otros 40 compañeros aproximadamente, tiempo en el cual las decisiones cambiaron drásticamente, fuera de aspectos personales, ya sean nuevas ideas o motivaciones, el peso de mi puntaje es el fantasma que me recuerda cada día si escoger un liceo técnico profesional fue en realidad, una elección sabia.

La Educación media técnico profesional es un ámbito “poco visto”, La Educación Media Técnico Profesional en Chile es un área relativamente olvidada por la política pública. Aun cuando durante el gobierno pasado se hizo un esfuerzo sustantivo por modernizar sus currículos y programas, y por mejorar su infraestructura y equipamiento, persisten una serie de problemas de fondo que no se han abordado

Un problema de fondo que tiene un título bien marcado en nuestra sociedad, prueba de selección universitario (PSU). Para llegar a este punto hace falta señalar una base, ya que toda la problematización nace desde que se quiebra el fin que tenía la educación técnico profesional, el de llevar a sus correspondientes trabajos a los jóvenes que decidían este modo para perfeccionarse en un área, sin embargo el pasar de los años modifica la estructuración de esta modalidad, ya que los salarios eran cada vez más bajos y los jóvenes necesitarían de una especialización, por ende ir a una universidad o institución de educación superior.

Luego de este punto es donde cae el problema tajante, los salarios máximos están en las universidades, y el técnico nivel medio que antes era de prestigio no pasaba a ser más que otra forma de pasar la enseñanza media. Por lo tanto es en este punto donde la historia avanza y la PSU hace su entrada triunfal, aquellos que quieran acceder a estos salarios deberán pasar dicho examen. El puntaje es necesario y lo he vivido al igual que miles de jóvenes, y prepararse para la prueba es algo que presiona cada vez más se acercaba la fecha para rendirla, si bien tuvimos estos años de preparación, ¿qué tan preparado estoy para darla?

La mayoría de jóvenes que ingresan a la educación técnica profesional correspondan al 40% de los estudiantes, un 40% que está en desventaja contra el 60% de jóvenes provenientes de Colegios humanistas donde la preparación para rendir la PSU se inicia desde 1° medio a 4° medio, donde 20 o 25 horas de matemáticas y lenguaje son habituales en la semana más talleres, y donde la historia, química, biología y física tienes sus horas y se cursan hasta el fin de la enseñanza media.

La realidad de los técnicos profesionales es aún peor que lo presupuestado. La primera y gran desventaja que contaran los jóvenes desde 3° medio será la extirpación de los cursos de química, biología y física, (salvo en algunos donde 2 horas semanales son conseguidas), luego de esto supuestamente historia, matemática y lenguaje rebajarían sus horas aproximadamente a 10 - 12 horas semanales, siendo mi caso solo 3 horas de lenguaje, matemáticas e historia. El doble o triple de horas más de “ventaja” (en mi caso 10 veces) evidentemente no proporcionaría un rendimiento de prueba optimo, dando paso a preuniversitarios pagados, cuyo resultados siguen siendo negativos para los Colegios TP.

Esta desigualdad proporciona los 100 o 150 puntos necesarios (proporcionando una cifra donde las variaciones son muy inestables) que hacen una diferencia crucial al momento de acceder a la educación superior.

La prueba mide contenido de que supuestamente se pasa en los 4° años, no obstante la malla pasada en los Colegios TP no alcanza más allá de 2° medio.

En la prueba, 54 preguntas, de un total de 80, hacen alusión a materias vistas en primero y segundo medio por alumnos técnicos y científicos; y 26 preguntas a contenidos del currículo de tercero y cuarto medio científico-humanista en física, química o biología

Bajo este punto hay que señalar las pruebas de índole “técnico profesional” donde solo transcurre materia hasta 2° medio, pero la realidad distingue que esto sigue siendo una solución “parche” ya que la estructura de esta prueba tiene muchas falencias, en mi caso aquella materia correspondiente a 2° medio para un colegio humanista sería el equivalente al repaso de comienzo de año de 1° medio.

La realidad construye esto de mayor forma ya que la propia opinión de los jóvenes participantes tiene mucho que decir respecto a la problemática, fuera de análisis y discursos ajenos a esto.

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