Ensayo sobre el servicio social

Introducción

Se entiende por servicio social de la educación superior, al conjunto de actividades teórico-prácticas de carácter temporal obligatorio que realizan los estudiantes como requisito previo para obtener el título o grado y que contribuye a su formación académica en interés de la sociedad y el Estado. El servicio social tiene, entonces, la doble función de contribuir al desarrollo y, al mismo tiempo, estimular la formación académica e integral del estudiante, coadyuvando a la construcción de los valores de la democracia.

Por su carácter social, este constituye uno de los mecanismos que vincula a las instituciones de educación superior con los diferentes sectores de la sociedad para coadyuvar a la solución de problemas específicos derivados de la marginación.

Por su carácter académico, contribuye a la educación integral del estudiante al complementar su formación profesional mediante la aplicación de los conocimientos adquiridos en el aula. (Sánchez Soler, 2000, p. 12, 13).

El siguiente escrito narra la experiencia adquirida durante la realización del servicio social en la Biblioteca Casa del Colibrí, propuesta que nace hace más de cinco años, con una mochila en la espalda y el uso de la calle y los espacios públicos para compartir los libros y la lectura. Poco a poco se ha convertido en un lugar que ha contribuido para reconstruir el tejido social de una comunidad que durante un tiempo se vio afectada por la violencia y la inseguridad.

Además se plasman los aprendizajes obtenidos durante el lapso del cumplimiento de las funciones, actividades, desarrollo de competencias durante el servicio social, así como las conclusiones personales respecto a la experiencia de formación.

Es importante mencionar que después de las buenas y malas experiencias que me dejaron las prácticas que realicé en la Dirección de Servicio Social y Prácticas Profesionales en Rectoría,  me di cuenta que no todo sería fácil en el camino de la vida profesional, en ese entonces meditaba sobre la necesidad de un cambio y de aprender algo nuevo en mi servicio social.

A pesar de que no tuve la mejor relación con mi ex encargado de prácticas ya que lo consideraba una persona incongruente con su forma de pensar y actuar, tomé la decisión de convertirme en voluntaria en el Programa Peraj Adopta un amig@, el cual forma parte de la Coordinación de Atención Comunitaria de la UANL. Estaba convencida que sería benéfico para mi crecimiento personal y profesional, ya que creo en la importancia de ser agentes de cambio en una sociedad. Finalmente ese es el verdadero sentido del servicio social, el interesarse en hacer algo en favor de otras personas, ser útiles socialmente.

Mi interés en la Biblioteca Casa del Colibrí surgió a través de las redes sociales. Me llamó la atención que existiera un espacio cerca de mi comunidad que promoviera el gusto por la lectura, ofreciendo actividades dirigidas a todo público y de manera gratuita, en especial a niños y jóvenes. En ese momento me pareció tentadora la idea de  ir a conocer el lugar, ver cómo funcionaba, conocer a las personas encargadas del proyecto y posteriormente ofrecerme como voluntaria del proyecto. Curiosamente deseaba que esa Institución se apareciera dentro de las plazas para realizar mi servicio social.

Finalmente se llegó el día de realizar mi preselección de plaza y para mi sorpresa la biblioteca se encontraba como una de las posibles opciones, la alegría me invadió y a partir de ese momento no cabe duda de que ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en  mi vida.

La colonia en donde se encuentra la Institución se ubica en la ciudad de Guadalupe, a unos 10 minutos de distancia de mi casa. Al inicio de mi servicio social me percaté que el lugar cuenta con una población considerable de adultos mayores. Por otro lado, los espacios públicos no son utilizados de manera frecuente. Se puede observar un entorno con infraestructura educativa y de áreas verdes aunado a una historia antigua y otra reciente que otorgan la posibilidad de leer la historia y escribir la propia con un enfoque de paz e interculturalidad.

La Biblioteca Casa del Colibrí es una institución formada por ciudadanos que ofrece alternativas de desarrollo cultural para el fomento de la lectura y la cultura de la paz. Ahí se ofrece un modelo de trabajo que se denomina de “intervención sociocultural”. En pocas palabras  es utilizar el fomento a la lectura como la herramienta principal para realizar acciones orientadas al beneficio de la comunidad.

Algo que me impresionó de la Biblioteca es que este espacio pasó de ser una casa con un estigma por el asesinato de un padre y su hija en 2013, a convertirse en una fuerza viva, que busca contagiar el gusto por la lectura de forma directa en las personas, grupos e instituciones cercanas. Uno de los aprendizajes más grandes que me llevo por parte de los profesionales de la biblioteca, es el no pretender llenar solamente cifras y estadísticas de visitantes y lectores potenciales, sino en generar procesos dentro de la comunidad, y se vean involucrados como participes de su bienestar social y cultural.

Brenda De la Torre, y su pareja Joel Morales Hernández atienden la Institución, que desde el 25 de Julio del 2014, ha transformado no sólo el devenir del sector sino la definición que se pudiera tener de biblioteca": La Casa del Colibrí es un espacio al que asisten tanto niños de la colonia como de otros lugares, juegan, conversan, leen cuentos, también reflexionan, todo en un ámbito encaminado a promover el gusto por la lectura, el respeto a las diferencias y la armonía y la no competitividad típica de las escuelas.  

Es un proyecto que impulsa la organización y la participación ciudadana. La intención es  incentivar el reconocimiento de los vecinos como los actores principales en la vida política, primero en su entorno más inmediato y después en la vida de la ciudad. Todo un proceso que inicia con sus visitas a la biblioteca.

Otra de las cosas más importantes que aprendí es acerca de las tres premisas de las que parte la biblioteca y que se relacionan entre sí: el desarrollo cultural va de la mano al compartir la experiencia de leer el mundo que nos rodea y si lo hace desde un enfoque de no violencia y diversidad cultural se puede acceder a un entorno de convivencia y, sobre todo ejerciendo los derechos culturales desde la práctica.

El trabajo no sólo se lleva a cabo con los menores y los padres del barrio, sino con hijos de las personas que asisten al mercado rodante del lugar, también en escuelas y espacios públicos como plazas cercanas. La biblioteca no es un lugar estático, también se traslada hacia la gente. Eso es algo que también me queda como valioso  aprendizaje, el no quedarse a esperar a que los usuarios vinieran hacia nosotros, sino implementar estrategias de animación sociocultural, entre las que realizamos propaganda en la comunidad sobre las actividades y talleres, actividades de lectura en domicilios, tendedero de libros en espacios públicos, la campaña leelee en la que se utilizó como herramientas algunos esténciles, latas de pintura en spray y gises para plasmar frases relacionadas a la lectura, en parques, escuelas, casas, banquetas, paradas de camiones etc.

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