Entrevista 2 (Salvitti y Sarli)

Mauro Federico, de 50 años, viste una remera, un jean y unas zapatillas azules en composé. Es el Subdirector del diario Ámbito Financiero y aparece por el costado de una gran escalera situada en el medio del hall. Tiene cara cansada pero, a pesar de ello, sonríe con amabilidad. Invita a pasar a la sala de reuniones. Escucha atento la pregunta sobre él y su profesión. //una cita directa en la cabeza//

-Yo escribía de pibe. Me gustaba escribir cuentos, narraciones… Me gustaba contar.

Entonces, Mauro pensó en estudiar Letras. Pero se llevó una gran decepción cuando vio el plan de estudios en la guía de Eudeba. “¡Latín y esas materias raras! “//, recuerda//

Mientras sus manos se encargan de darle un ritmo acelerado a la charla, Mauro se entusiasma y cuenta una anécdota que marcó un antes y un después en su vida:  //sin guiones, solo las comillas//

-Un día//, // estaba escribiendo en una vieja máquina de escribir que tenía, con la guía de Eudeba al lado. El carrete la golpeó y cayó abierta en “Periodismo y Comunicación”. En el ‘84 no había carrera en Buenos Aires, sólo en Lomas y en una Escuela Superior en La Plata. Y me fui para La Plata.

Al poco tiempo, Mauro se dio cuenta que el periodismo era lo suyo. Al día de hoy siente lo mismo: //”A mi...//

-A mí me gusta contar lo que pasa.

La mejor manera de contar lo que pasa, según él, es tomando contacto con la realidad, tamizándola con el criterio propio y teniendo la capacidad de narrarlo.

Empezó a trabajar como asistente de producción en un programa político en Radio Provincia. Era un trabajo no remunerado, pero le sirvió para ganar experiencia. Al poco tiempo, arrancó a trabajar en diario La Razón de La Plata, su primer laburo rentado.

-¿Te costó encontrar tu lugar en los medios?

-El lugar no lo encontrás, lo vas construyendo. A mí//, // lo que más me interesó siempre fue tener el convencimiento de que estaba haciendo lo mejor. Nunca dudé. Si uno está convencido de algo, primero, adquiere el conocimiento para poder llevar adelante ese algo, y, segundo, tarde o temprano, llega el reconocimiento por ese tesón que uno le pone.

Mauro aconseja tres cosas para aquellos que aspiran a ser periodistas. Lo primero, es identificar que lo que se estudia sea la verdadera razón de ser. Después, no rendirse nunca, porque si se está convencido y se tiene la capacidad de absorber experiencia y aprendizaje, se pueden sortear los obstáculos. Y, por último, identificar, dentro de esta profesión que tiene mucho espacio, qué es lo que más gusta y “pegarle al clavo ese”. Mientras habla, hace como si estuviera sosteniendo un clavo y martillando. Sus ojos denotan una gran satisfacción, Cruza una pierna y continúa:

-El periodismo es todología.

Para él, el periodismo es como un inmenso océano de conocimiento de cinco centímetros de profundidad. De todo hay que saber un poco: se debe tener un nivel de conocimiento general de todo.

-Pero de algo tenés que saber más. Eso te va a ayudar a diferenciarte y a generar un espacio propio dentro del escenario, ya sea de los medios, ya sea de la profesión periodística.

-¿Hay alguna experiencia que te haya enorgullecido como periodista para decir “esto es lo mío”?

-En realidad, lo que hago me deja una enseñanza todos los días. Pero me estoy acordando de una de mis investigaciones...

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