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Escena


Enviado por   •  31 de Marzo de 2014  •  Síntesis  •  1.885 Palabras (8 Páginas)  •  198 Visitas

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Escena: un pelinegro caminaba lentamente con una capa negra cuello alto con unas cuantas hebillas en el mismo, sus zapatos de plataforma baja con un algo fino tacón, negros, con su cabello del mismo color amarrados en una semi coleta, su mirada rojo con fucsia imitando a un infierno abstracto, brillando en la oscuridad, se acercó a un gran tazón en un cuarto de rocas algo viscoso con un líquido carmesí desbordando de alguna que otra piedra con forma de cráneo, se asomó en aquel lugar, viendo con tristeza unos cuernos flotando en aquella olla gigante con figuras blancas solo dando vueltas, frunció el ceño hacia arriba- imbécil- susurro con dolor, cerrando los ojos, lo que estaba por hacer… no era sencillo- voy a sacarte de aquí día-kun…- acaricio el “agua” dentro de la misma, para luego alejarse, dejando que el sonido del taco pequeño junto a las cadenas en su cuerpo avanzaran a la enorme habitación, rasgando un poco su dedo, dejando que la sangre escapase del mismo froto aquel liquido contra la cerradura, abriendo instantáneamente aquella enorme puerta pesada de hierro- aniki.

Satán: que quieres aquí soishiro? No deberías estar apilando papeles? Déjame descansar y largo- gruño un pelinegro con ojos blancos y barios tatuajes en la cara, su pupila negra con borde rojo en el iris parecía atravesarte, sus colmillos sobresalían de su boca deformándola un poco pero no lo suficiente para quitar aquel escotico atractivo, unos cuernos sobresalían de sus hombros, unos pequeños de su frente los cuales eran tapados por el pelo eh inclusive sus caderas, vestía un traje de cuero de adán, cubierto únicamente con una sábana de piel blanca, resaltando con su cabello.

Soishiro:. . .- trago grueso- aniki… necesito tu ayuda- bajo la mirada- Daisuke, mi hijo está muerto, fue asesinado por la lanza de Gabriel- observo claramente como este apretaba los dientes y cerraba el puño- está ahora mismo en ese lugar… necesito traerlo de vuelta.

Satán: haz lo que hiciste antes, ve y follaje a un puto ángel asesínalo y luego preña a una humana, ahora vete maldición.

Soishiro: no quiero hacerlo, tengo una pareja- hablo claro en el momento de imaginar a alguien mas en su cama siquiera tocando a cualquiera que no fuera su amado pelinegro. No.

Satán: entonces que quieres que haga? Que lo haga aparecer por obra y gracia del espíritu santo? Las vergas no funcionan así maricen, follas tiras, dejas semen regado, tienes a tu bastardo y repites el proceso, si quieres sacar al fleto de ahí, pues ve pensando dos veces porque ahora no lo vas a conseguir, necesitas por lo menos 2 años, tramites, tratos, documentos para que no nos declare puta guerra el infierno, la búsqueda, el – rio levemente- el embarazo, el crecimiento y luego la extracción del alma, transición, hijo de puta- se ve a sí mismo- verga, zorra no sacaras a ese pendejo hoy.

Soishiro:… quiero hacerlo del modo rápido, es importante revivirlo

Satán: verga yo te saque de mi costilla o de la de adán?! Porque eres rolo e’ marisco!- le miro alzando una ceja, hablando ahora realmente serio- sabes perfectamente lo que tienes que hacer para sacar al mocoso del pozo, nunca encontraras a un demonio de tan alto rango, lo más posible es que en media extracción del feto el vórtice se cierre y el pendejo se quede a la mitad atrapado entre la vida y el abismo… así que… veo olvidando esa idea, el infierno esta por el piso y no hay demonio-

Soishiro: deslizando aquella gabardina por sus hombros, mostrando una camisa blanca, desabotonada en los tres botones, con unos pantalones de cuero ajustándose muy bien a su figura marcando sus glúteos, caminando con aquellos tacones hasta llegar a su cama- tu serás quien me ayude- sus ojos brillaron en carmesí, mostrando sus colmillos, desabotonando más aun aquella simple camisa, que por cierto no era suya- ahora, aniki…necesito que dejes tu semen dentro para poder engendrar- susurro con la mirada muerta, le estaba siendo infiel a su novio/prometido

Satán: afilo la mirada sonriendo de lado- estas pecando… que sucede con mmm hoshimaru?- susurro destruyendo aquella prenda.

Soishiro: lo amo- aclaro mirándolo con dolor, sabía que aquello, el sentirse obligado, el dolor de fallarle a su esposo, el miedo y la inseguridad le alimentaba por ser todo lo negativo- ten algo de piedad y hazlo lento.

Satán: por supuesto- solo fueron movimientos, y aquel pelinegro estaba boca abajo con sus brazos doblados prácticamente dislocados en su cuello, sonrió al ver sus expresiones de dolor- ahora ábrete.- sentencio.

Soishiro: al sentir como aquel pantalón ajustado era totalmente destruido, cerró los ojos- “hoshimaru… perdóname”- apretó los puños abriendo sus piernas de par en par, un grito desgarrador fue lo que sus labios emitieron al sentir como su entrada era totalmente desgarrada, mientras se escuchaban los gemidos adoloridos y más gritos, por 3 horas solo se escuchaba el sonido de golpes, chillidos, alaridos y exclamaciones de dolor puro, nada daba referencia a el placer, ni pisca de un gemido masoquista, nada… solo dolor, como si desgarraran alguien, como si le arrancaran los dedos uno por uno… solo dolor, nada podía volverse negro pues aquel pelinegro impedía la inconciencia del otro, solo las horas pasaban mientras su entrada era completamente rota desde adentro hasta afuera, dejando laceraciones, hematomas, moretones eh inclusive acuchilladas en su piel.

Luego de aquellos momentos de sufrimiento, y que el mayor le hubiese echado de su habitación, siendo ayudado únicamente por su propio clon quien le arrastro hasta la propia suya, podía sentir como el dolor en su vientre crecía, era como desgarrarse por dentro, como si hubiese tragado lava hirviendo, quería respirar,

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