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Estado De Esfuerzos


Enviado por   •  21 de Abril de 2013  •  1.872 Palabras (8 Páginas)  •  275 Visitas

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Ingeniería militar

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Para los conocimientos especializados científicos-técnicos, véase Ingeniería.

Para otros usos de este término, véase Ingeniero (desambiguación).

La ingeniería militar es la rama de la ingeniería que da apoyo a las actividades de combate y logística de los ejércitos mediante un sistema MCP (Movilidad, Contramovilidad y Protección) construyendo puentes, campos minados, pasarelas, etc. Ingenieros constructores o zapadores se encargan también de destruir todo lo que pueda facilitar las actividades del enemigo y aumentar el poder defensivo por medio de construcciones o mejoramiento de estructuras de defensa. Además de sus misiones clásicas de apoyo en combate en situaciones de guerra, actúa en épocas de paz colaborando en la solución de problemas de infraestructura de índole nacional.

En el ámbito de una unidad/cuerpo, ingeniero es aquella que tiene como misiones facilitar el movimiento de las fuerzas propias e impedir o dificultar el del enemigo.

Las tareas de un soldado de ingenieros incluyen la construcción de caminos y puentes, tendido de campos de minas o la detección y limpieza de obstáculos. En algunos ejércitos también es responsabilidad de los ingenieros las comunicaciones tácticas de sus unidades.

Otro término que también se utiliza para referirse a los ingenieros es zapadores

Tareas

Puerta Belga (Desembarco de Normandía).

Obstáculos antitanque (Línea Sigfrido).

Fortificación (Línea Maginot)

• Movilidad

o Limpieza de obstáculos

o Destrucción de trincheras y diques

o Apertura de rutas para vehículos de combate

o Construcción de caminos y puentes

o Desminado

• Manejo de material explosivo

o Limpieza de campos de minas

o Sembrado de minas

o Disposición de cargas explosivas

o Desactivación de explosivos

o Demoliciones

• Defensa

o Construcción de fortificaciones

o Construcción de puestos avanzados

o Construcción de vallados

• Contramovilidad

o Sembrado de minas

o Excavación de trincheras y diques

o Demolición de caminos y puentes

• Asalto

o Apertura de rutas durante el asalto

o Demolición de estructuras (mediante cargas explosivas o bulldozers)

• Defensa contra amenazas NBQ

o Destrucción de armas químicas

o Destrucción de armas biológicas

o Destrucción de armas nucleares

[editar] Historia

[editar] Antecedentes

Aunque hasta la Edad Media no empieza a utilizarse el término de «ingenio» e «ingeniero» para definir los artefactos de la guerra y a sus constructores, hay constancia de que el empleo de la fortificación y de las armas para asaltarla datan con los mismos orígenes de la humanidad.

Si retrocedemos a la Edad del Bronce se puede encontrar en España numerosos vestigios de fortificaciones, tal vez los más antiguos en Los Millares (Almería). Hay hallazgos datados hacia el año 1.000 a. C. de castros, en Galicia y la Meseta.

Los iberos fueron los primeros que comenzaron a ubicar sus ciudades en cerros bien defendidos, sus murallas estaban hechas de piedras unidas en seco, disponían de torretas, fosos, empalizadas etc.. que proporcionaban una defensa suplementaria.

Las ciudades de la Península Ibérica participaban, en general, de una defensa perimetral fortificada, como se comprueba en los restos arqueológico de la gran mayoría, Gadir (Cádiz), Numancia, Cartago Nova (Cartagena) y un largo etc.. Los romanos además fueron los impulsores de las comunicaciones y castrametación.

Pero fue la invasión árabe la que marcó la verdadera diferencia entre el antes y el después. Alcazabas y castillos sembraron el suelo peninsular; y con ellos los medios y herramientas para conquistarlos.

Cambió la táctica, ya no se sitiaba y se esperaba la rendición por hambre, se atacaba por el subsuelo, cavando minas de zapa hasta alcanzar los cimientos de las murallas, una vez apuntalados y llegado el momento propicio se prendía fuego, provocando el desmoronamiento de la muralla o torreones.

Los defensores tenían que recurrir a la contramina, galerías que salían al encuentro de las de los atacantes, llegando a darse combates cuerpo a cuerpo en las mismas.

En los años finales de la Reconquista, los ejércitos llevaban ya en sus filas fuerzas de gastadores, con la herramienta adecuada para la zapa y el talado.

La llegada de la pólvora hace de este tipo de acción la más demoledora, más incluso que la artillería. D. Pedro Navarro, hacia el año 1.500, fue el primero que empleó esta técnica en los sitios de Castelnovo y Nápoles. Es considerado el primer ingeniero militar español.

El siglo XVI marca la llegada a España de un gran número de ingenieros italianos, contratados para la fortificación de las plazas tanto peninsulares como de ultramar y Europa; con ellos se formaron los primeros ingenieros españoles. Así pues los nombres de Cristóbal de Rojas, Luis Scribá, Cristóbal Lechuga... se unieron a los de Antonelli, Sppannocci, Calvi etc. La ingeniería militar era una ciencia que abarcaba tanto la arquitectura como participaba con la artillería.

En los albores del siglo XVII fue designado Ingeniero Mayor de S.M., y como tal Intendente de las fortificaciones

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