Este proyecto interdisciplinario se origina del cuestionamiento contemporáneo hacia los significados de la pertenencia y el hurto.

El hurto de la Imagen.

Este proyecto interdisciplinario se origina del cuestionamiento contemporáneo hacia los significados de la pertenencia y el hurto. El “Hurto” o “robo” es el pretexto que me permite ahondar en el concepto de la pertenencia y lo que ello implica en una sociedad que, en pleno auge, uso y manipulación de la tecnología permite que prácticamente todo, sobre todo en el campo visual, (el cual es el propósito de este plan de trabajo) pueda ser asequible. Bajo este marco, busco profundizar de manera visual y reflexiva, mediante una serie de 30 obras de distintos formatos, analizar la originalidad y el uso arbitrario de las imágenes que se pueden encontrar en sitios específicos de la red.

Con lo anterior me refiero a que mediante el acceso a un medio en constante crecimiento y masividad como el Internet, uno puede hacerse de cualquier documento o archivo, mientras se tengan los conocimientos suficientes para poderlo guardar en cualquier computadora. La vulnerabilidad de estos documentos y más concisamente (para lo que este proyecto pretende) de archivos fotográficos que se encuentran alojados en ella, quedan supeditados al increíblemente fácil acceso y manipulación sin restricciones de los mismos, para cualquiera que indague un poco en algún motor de búsqueda de la red y los localice.

Es entonces que las imágenes pueden pertenecer a cualquiera que tenga acceso a ellas, tan solo por el hecho de mirarlas, pero también por la sencilla posibilidad de tenerlas. Esos millones de iconos que están a disponibilidad de cualquiera que los busque, se vuelven objetos comunales y pierden la esencia, quizás no de la autoría, pero al menos sí de la exclusividad de alguna persona en particular. Lo mismo sucede cuando por ejemplo, algún lugar especifico en alguna parte del mundo, ya sea una playa, un lago, una montaña, un pueblo, nos hace detonar sentimientos gratos y recuerdos únicos; lo hacemos “nuestro” o lo denominamos como nuestro lugar especial y pertenece entonces no solo a nosotros sino  a muchos que han tenido experiencias similares, pero a nadie al mismo tiempo.  Al ser de  todos y de nadie, la imagen es subordinada al deseo de quien la posea. Así pues el “dueño” puede reproducirla, copiarla y distribuirla a discreción sin prácticamente ningún tipo de repercusión por los derechos de la misma y entonces el ya mencionado “hurto” (las comillas las uso únicamente en sentido irónico) no se lleva a cabo, ya que dicha fotografía al encontrarse en Internet pierde esa exclusividad.

El arte es un claro ejemplo de ello, ya que al tener acceso a alguna imagen de algún artista visual famoso, uno puede hacerse de ella, manipularla un poco mediante las herramientas de edición actuales para después imprimirla, enmarcarla y colgarla en la pared que más nos plazca. Esto puede hacerse con cualquier fotografía de pintura, escultura, instalación u otro medio artístico. Cualquiera que conozca estos procesos se convertirá entonces en un virtual poseedor de la obra; cabe mencionar, que entre más conocida sea la obra, más fácil será de encontrar.

Para la serie de trabajos que comprenderán este proyecto, mi intención es “hurtar” específicamente fotografías de los perfiles de usuarios de la red social “Facebook”, que no posean ninguna protección especial y a la que cualquiera pueda tener acceso. La intención es poder vagar libremente por las imágenes que ellos han colocado en carpetas de los mismos perfiles, ya sea por ellos mismos o por otros que les conocen y que de manera deliberada los han “etiquetado” (termino muy usado en la red social para denotar la presencia de alguien conocido que también está en la misma red) en esa fotografía, tomar alguna en la que aparezca la persona del perfil y re-significarla en una obra que a la par funcionara también como una experimentación visual entre dos de las más antiguas y requeridas técnicas de representación: la pintura y el dibujo. De aquí que el proyecto sea tratado como interdicsiplinario.

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