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Estrategias Personales- FORMATO ANTEPROYECTO DE INVESTIGACIÓN.

Valentina ArboledaTrabajo23 de Mayo de 2016

4.166 Palabras (17 Páginas)293 Visitas

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La investigación formativa en el programa Sistemas de Información y Documentación, es concebida como una oportunidad para que los estudiantes construyan una visión integral del proceso investigativo y como un elemento fundamental para comprender las múltiples realidades y dimensiones de la Archivística y la Bibliotecología, así como las competencias suficientes para cumplir con los requisitos establecidos para llevar a buen término la modalidad de grado “Trabajo monográfico”

Esta guía presenta una descripción de los elementos fundamentales que constituyen una propuesta de investigación para ser presentada al Comité de investigaciones de la Universidad de la Salle. Dicha propuesta en lo posible no debe exceder las diez (12) páginas tamaño carta, escritas en Arial 12, espacio sencillo y Normas APA sexta edición o ICONTEC

  1. INFORMACIÓN GENERAL DEL PROYECTO

 

CÓDIGO PROYECTO

(Debe ser corto y preciso, dejando claro el propósito, cuando y donde se va alcanzar)

TITULO PROVISIONAL

EL PAPEL DE LA ARCHIVÍSTICA EN LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD CULTURAL CASO DEL FESTIVAL DE LA LEYENDA VALLENATA

Integrantes

E-mail

Nini Johana Gamboa Leal

ngamboa23@unisalle.edu.co

2. RESUMEN EJECUTIVO

(Debe presentar una idea precisa de la pertinencia y calidad del proyecto general, y sintetizar el problema a tratar, los objetivos a alcanzar, la metodología a utilizar, los resultados y sus beneficiarios). Máximo 100 palabras

3. DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO

3.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 

El marco de definición de los archivos como patrimonio documental está dado por su dimensión cultural, que articula tres conceptos: cultura, patrimonio cultural y patrimonio documental. Sin embargo, los archivos, por su naturaleza, trascienden este sector, pues están involucrados directamente con el actuar del Estado y las garantías constitucionales a los ciudadanos como son los principios de igualdad, democracia y participación, para entender el papel real de la cultura en cumplimiento de estos principios, sobre todo, desde el actual escenario colombiano. Uno de los aspectos más relevantes del patrimonio documental es que representa la memoria de la nación y, en consecuencia, la política orientada a su salvaguardia y difusión juega un papel trascendental para la sociedad colombiana, al favorecer procesos de cohesión y reconstrucción del tejido social. Según la Unesco, el patrimonio documental consta de dos componentes: el contenido informativo y el soporte en el que se consigna. A partir de lo anterior, Mincultura plantea que dicho patrimonio está conformado por:

  • Piezas audiovisuales: películas, discos, cintas y fotografías, grabadas en forma analógica o numérica, con medios mecánicos, electrónicos, u otros, de las que forma parte un soporte material con un dispositivo para almacenar información donde se consigna el contenido[1].

Así mismo, la identidad cultural de una sociedad puede captarse desde la parte interna o externa de la misma sociedad, a través de la historia, por el conjunto de obra que lo explican: sus mitos, sus costumbres, su producción literaria y artística, su música, sus monumentos, sus lenguas y tradiciones orales. (UNESCO: México, 1982).

Por tanto, cuando se hace referencia a la memoria histórica de esa cultura hablamos de patrimonio cultural; pero si se hace referencia al hecho dinámico, activo, presente y con tendencias al futuro, claramente aludimos a lo que se denomina identidad cultural.

De igual manera, la música es el arte de producir el sonido, y como toda expresión artística desarrollada por el hombre deja un vestigio material que bien puede ser un documento en soporte papel o electrónico, o también en una grabación, en todo caso el producto será un documento musical. Para su adecuada organización surgen los archivos musicales, los cuales no deben verse como algo nuevo, sus orígenes se pueden rastrear desde la antigüedad con la composición de las primeras obras musicales, pasando por las grandes catedrales medievales, hasta llegar a nuestros días.

Pero en la actualidad, su organización ha cobrado mucha importancia gracias al desarrollo de la archivística como una herramienta en el proceso de divulgación de la información en la sociedad del conocimiento.

Pese a esto el organizar, conservar y divulgar adecuadamente el patrimonio musical de una sociedad, región o país cobra más importancia dentro de un mundo globalizado que pretende pasar por encima de las fronteras y las culturas. La música es un elemento importante de la identidad cultural de una sociedad y el saber cómo reunir y conservar adecuadamente este patrimonio mediante una metodología archivística adecuada cobra cada vez mayor importancia[2].

Según Mincultura la política archivística dará respuesta a los principios constitucionales sobre el papel de la cultura como fundamento de la nacionalidad, dimensión especial de desarrollo, derecho de la sociedad e instancia que identifica a Colombia como un país multiétnico y pluricultural. Los lineamientos que la orientan se fundamentan en los principios de inclusión social, reconocimiento y respeto por la diversidad cultural, y el derecho de los pueblos y las comunidades a conocer y rescatar su historia y sus costumbres.

El propósito de este estudio, es analizar ¿Cuál es el papel del archivista en la construcción de identidad cultural en la región del cesar en el caso del festival de la leyenda vallenata?.

Este estudio permitirá reconocer la importancia de la identidad de un pueblo por tanto no se puede definir como esencia, sino como proceso, algo que está siempre en construcción. Ya que promueve un espacio de cultura donde pueden expresar sus ideales propios y los valores culturales más auténticos, la cultura nacional, portadora de los anhelos del pueblo, de sus valores, de su ser, parte inseparable de la identidad, desempeña un significativo papel en la vida de los pueblos. Atendiendo a esta particularidad el crítico Leopoldo Zea ha expresado: “La cultura es por esencia liberadora de los obstáculos que impiden a los hombres y pueblos realizar sus proyectos”.

Así mismo, esta disciplina permite que el documento musical sea sencillamente, aquel en el que sin importar su soporte o clase documental nos transmite la música a través del sonido. Si el documento no transmite música como algo que suene, será solamente ideas, palabras o signos relacionados con la música (Torres Mulas, 2003). Por consiguiente, es la historia y memoria que ha de quedar como evidencia de una comunidad, así mismo, se hace necesaria difundirla para que transcurra a través del tiempo.

3.2 ESTADO DEL ARTE Y MARCOS DE REFERENCIA

Síntesis del contexto teórico y conceptual, legal, e histórico en el cual se ubica el tema de la propuesta, estado actual del conocimiento del problema, brechas que existen y vacíos que se quiere llenar con el proyecto; Es muy importante el uso de bibliografía actualizada y citarla de forma adecuada

3.2.1. Análisis métrico de referentes conceptuales y teóricos (entre 7 y 15 referentes)[pic 2]

Referencia

Concepto o teoría

Breve descripción

1

2

3

4

5

6

7

3.2.2. Antecedentes y estado del arte. (Máximo 1200 palabras)

ESTADO DEL ARTE

La música es el arte de producir el sonido, y como toda expresión artística desarrollada por el hombre deja un vestigio material que bien puede ser un documento en soporte papel o electrónico, o también en una grabación, en todo caso el producto será un documento musical.

Para su adecuada organización surgen los archivos musicales, los cuales no deben verse como algo nuevo, sus orígenes se pueden rastrear desde la antigüedad con la composición de las primeras obras musicales, pasando por las grandes catedrales medievales, hasta llegar a nuestros días. Pero en la actualidad, su organización ha cobrado mucha importancia gracias al desarrollo de la archivística como una herramienta en el proceso de divulgación de la información en la sociedad del conocimiento. El organizar, conservar y divulgar adecuadamente el patrimonio musical de una sociedad, región o país cobra más importancia dentro de un mundo globalizado que pretende pasar por encima de las fronteras y las culturas. La música es un elemento importante de la identidad cultural de una sociedad y el saber cómo reunir y conservar adecuadamente este patrimonio mediante una metodología archivística adecuada cobra cada vez mayor importancia[3].

El Ministerio de Cultura, manifiesta el concepto de archivo; expresa una modalidad donde la entidad o institución cumple durante el ejercicio de sus funciones por las personas productoras de información ya sea, jurídica, pública o privada donde allí se salvaguardan y conservan la información para su uso.

Podemos definir el archivo como el conjunto orgánico de documentos producidos y/o recibidos en el ejercicio de sus funciones por las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, además de ser el local donde se conserva y consultan los conjuntos orgánicos de documentos (Ministerio de Cultura, 1995:20).

Por lo tanto, el archivo se utiliza generalmente para designar a aquel lugar que tiene como finalidad la recopilación y conservación de documentos, usualmente producidos en otro lugar y como resultado de la acumulación de sus respectivas actividades.

Por lo anterior, el archivo musical se puede definir como una unidad informativa en donde se organiza, custodia, administra y conserva la música escrita o audiovisual de un país, región, grupo musical o persona con el fin de facilitarla y perpetuarla a través del tiempo (Cabezas y Jiménez, 2001: 77).

Entonces, el archivo musical se define como la unidad de información en donde se conservan los documentos, medios audiovisuales de un país o región de diversos autores o instituciones relacionadas con este género, el cual es preservar la memoria y ser transmitida a lo largo del tiempo.

Según Alberch Fugueras (2003:67) cuando escribe: “Los archivos son patrimonio en la medida en que conservan organizados de manera adecuada conjuntos de documentos que deben preservarse para el futuro en atención a sus valores informativos, culturales y científicos. Aquellos documentos que se conserven para el futuro al contener información relevante devienen los elementos sustanciales del patrimonio documental de carácter histórico. Es evidente, pues, que el valor de patrimonio es esencial, ya que sobre éste reposan los otros valores de memoria, identidad y conocimiento. Por esta razón, es muy importante que los archivos lleven a cabo estrategias de recogida selectiva de documentos con el objetivo de diversificar y enriquecer un patrimonio documental básico para el estudio y la investigación”.

De hecho Alberch Fugueras (2003:67). Se refiere a los archivos como el patrimonio donde se conserva de manera organizada un conjunto de documentos para que sean preservados para su uso en el futuro dependiendo al tipo de documento y su valor ya sea informativo, cultural, y científico. Asimismo, los documentos que se conservan a futuro al contener información valiosa resultan elementos esenciales del patrimonio documental de forma histórica. En consecuencia el valor de patrimonio es fundamental porque en ellos yacen otros valores de memoria, identidad y conocimiento. Por tal razón, que los archivos creen estrategias de recolección y descripción de documentos con el fin de estudiar e identificar la diversificación y enriquecer un patrimonio documental.

“Dado que todo Patrimonio Documental convierte a los documentos de archivo en Patrimonio Cultural, se hace necesario revisar la noción de Patrimonio Cultural. Ella debe ser vista a la luz de Políticas Culturales que dejan atrás ideas, que hasta hace poco tiempo concebían solo la conservación y administración de los patrimonios histórico-culturales acumulados”[4].

El patrimonio documental forma parte de los bienes públicos y culturales de una comunidad. Su selección, organización y clasificación depende de un profesional de la información que se considere agente responsable de ese bien, en la medida que sepa cómo alcanzar su sentido, la direccionalidad que debe otorgarle para que logre la finalidad de proporcionar una ventaja a los usuarios de esa comunidad necesitada de ese bien.

Este proceso conllevó a la creación de símbolos de identidad regional; símbolos que iban a ser los elementos representativos de una nueva unidad político administrativa, se toma entonces la música de acordeón, y bajo una nueva forma y nombre, se institucionaliza por medio de un festival, cuyo objetivo principal fue la exaltación de una festividad tradicional religiosa, conocida como “ fiestas del 29 de abril” o de “la Virgen del Rosario”; pero que con el transcurrir del tiempo la música logró constituirse como elemento principal y de “integración” departamental. De esa manera y bajo la orientación de intelectuales y políticos como Alfonso López Michelsen, Gabriel García Márquez, Álvaro Cepeda Zamudio, Rafael Escalona, Consuelo Araujo Noguera, entre otros, se crea un departamento a partir de una especie de “chovinismo regional emergente a partir de la implementación de formas de dominación elitista” (Wade, 2004) y esto es importante resaltarlo puesto que el elemento principal de la función social que cumple la música Vallenata la identificamos bajo la constitución de la identidad de este contexto especifico¨[5].

3.2.3. Marcos de referencia (Máximo 1300 palabras)

IDENTIDAD CULTURAL

El concepto de identidad cultural encierra un sentido de pertenencia a un grupo social con el cual se comparten rasgos culturales, como costumbres, valores y creencias. La identidad no es un concepto fijo, sino que se recrea individual y colectivamente y se alimenta de forma continua de la influencia exterior.

La identidad surge por diferenciación y como reafirmación frente al otro. “La identidad cultural de un pueblo viene definida históricamente a través de múltiples aspectos en los que se plasma su cultura, como la lengua, instrumento de comunicación entre los miembros de una comunidad, las relaciones sociales, ritos y ceremonias propias, o los comportamientos colectivos, esto es, los sistemas de valores y creencias (...) Un rasgo propio de estos elementos de identidad cultural es su carácter inmaterial y anónimo, pues son producto de la colectividad” (González Varas, 2000: 43).

¿Qué es la identidad? Es el sentido de pertenencia a una colectividad, a un sector social, a un grupo específico de referencia.

Hay manifestaciones culturales que expresan con mayor intensidad que otras su sentido de identidad, hecho que las diferencia de otras actividades que son parte común de la vida cotidiana. Por ejemplo, manifestaciones como la fiesta, el ritual de las procesiones, la música, la danza. A estas representaciones culturales de gran repercusión pública, la UNESCO las ha registrado bajo el concepto de “patrimonio cultural inmaterial” (Romero Cevallos, 2005: 62).

“La identidad sólo es posible y puede manifestarse a partir del patrimonio cultural, que existe de antemano y su existencia es independiente de su reconocimiento o valoración. Es la sociedad la que a manera de agente activo, configura su patrimonio cultural al establecer e identificar aquellos elementos que desea valorar y que asume como propios y los que, de manera natural, se van convirtiendo en el referente de identidad (...) Dicha identidad implica, por lo tanto, que las personas o grupos de personas se reconocen históricamente en su propio entorno físico y social y es ese constante reconocimiento el que le da carácter activo a la identidad cultural (...) El patrimonio y la identidad cultural no son elementos estáticos, sino entidades sujetas a permanentes cambios, están condicionadas por factores externos y por la continua retroalimentación entre ambos” (Bákula, 2000: 169).

La identidad está ligada a la historia y al patrimonio cultural. La identidad cultural no existe sin la memoria, sin la capacidad de reconocer el pasado, sin elementos simbólicos o referentes que le son propios y que ayudan a construir el futuro.

La cultura juega un papel importante en el desarrollo de un territorio, a tal punto que muchos pueblos y lugares en Europa y en América Latina han apostado por una revalorización de lo cultural, de lo identitario (recreando incluso nuevas identidades culturales) y patrimonial como eje de su propio desarrollo.

“El desarrollo local se ha convertido en el nuevo activador de las políticas de patrimonialización. Mientras la sociedad de los lugares se convierte en la sociedad de los flujos, parece como si los lugares se hayan involucrado en una obra de construcción identitaria, que privilegia la dimensión local o ciudadana por encima de las nacionales, estatales y globales. La identidad es el viejo territorio del patrimonio y no es de extrañar que entre  los objetivos reconocidos por la mayor parte de actuaciones patrimoniales que se realizan en estos ámbitos, figure la (re) construcción de las identidades locales” (García, 2002: 66).

Parte de la identidad de un grupo social está dada por su patrimonio, que es la expresión de su origen, estilo de vida, desarrollo, transformación e incluso decadencia, en otras palabras, de su cultura, su memoria histórica. El patrimonio no es sinónimo de monumentos y objetos sin vida, arquitectónicos, artísticos o expuestos en un museo. El patrimonio es la identidad cultural de una comunidad y es uno de los ingredientes que puede generar desarrollo en un territorio, permitiendo equilibro y cohesión social.

Al igual que el término cultura, patrimonio es un término que ha evolucionado en el tiempo y ha pasado de ser un concepto relacionado con lo monumental, lo artístico (básicamente pintura y escultura) a lo inmaterial como las costumbres y las tradiciones. “Los bienes que integran el patrimonio cultural existen desde el mismo momento en que el hombre deja testimonios materiales de su presencia y actividades, dando lugar a objetos de todo tipo, desde obras de arte hasta objetos de carácter utilitario” (González Varas, 2000: 21).

El patrimonio cultural es importante para una sociedad porque es la historia entre la memoria individual y la colectiva, es parte de la transmisión de lo que ha sucedido en un territorio determinado.

“Nadie puede vivir sin recordar y nadie puede vivir tampoco sin los recuerdos de la historia (...) la historia está allí orientando nuestros juicios a cada instante, formando nuestra identidad, determinando la fuente y toma de conciencia de nuestros valores” (De Romilly, 1998: 45).

Destruir un patrimonio o dejar que se deteriore es negar una parte de la historia de un grupo humano, de su legado cultural. El patrimonio que ha producido a lo largo de su historia y ha logrado conservar un pueblo, es lo que lo distingue, lo que logra identificarlo, lo que alimenta su identidad cultural y lo que define mejor su aporte específico a la humanidad.

El patrimonio oral e inmaterial uno de los mayores avances realizados por la UNESCO y otras instancias dedicadas al tema cultural, ha sido el de generar un reconocimiento internacional del patrimonio que no es monumental, que forma parte de los pueblos, de su creatividad e identidad cultural: el oral e intangible.

La Conferencia General de la UNESCO en 1997 adoptó la resolución 23 con el fin de evitar la desaparición de este patrimonio y creó una distinción internacional (Proclamación por la UNESCO de las obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad), para fomentar la presentación de candidaturas por parte de los países miembros.

Se entiende por patrimonio cultural e inmaterial “los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes– que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”.

“La identidad cultural de un pueblo viene definida históricamente a través de múltiples aspectos en los que se plasma su cultura, como la lengua, instrumento de comunicación entre los miembros de una comunidad, las relaciones sociales, ritos y ceremonias propias, o los comportamientos colectivos, esto es, los sistemas de valores y creencias (...) Un rasgo propio de estos elementos de identidad cultural es su carácter inmaterial y anónimo, pues son producto de la colectividad” (González Varas, 2000: 43) .

Por otro lado, el surgimiento del archivo especializado dentro de la Archivística es relativamente reciente, pero no necesariamente nuevo. Por ejemplo, los archivos musicales han existido desde hace varios siglos, incluso podemos rastrearlos en las grandes catedrales y parroquias de la Edad Media, en donde el maestro de capilla jugó un papel importante en el rito cristiano, cuya actuación quedó evidenciada en la música compuesta e interpretada para las misas y otros ritos religiosos.

De modo que el archivo musical se puede definir como una unidad informativa en donde se organiza, custodia, administra y conserva la música escrita o audiovisual de un país, región, grupo musical o persona con el fin de facilitarla y perpetuarla a través del tiempo (Cabezas y Jiménez, 2001: 77).

3.3 LOS OBJETIVOS 

Objetivo general:

Realizar un análisis del proceso archivístico de construcción de la identidad cultural del festival de la leyenda vallenata.

Objetivos específicos: (recomendable máximo 3 objetivos)

  1. Elaborar un diagnóstico previo en el cual se pueda establecer el estado en que se encuentra la documentación.
  2. Realizar un análisis de la construcción de la identidad cultural del festival vallentato  a partir de las fuentes archivísticas.
  3. Elaborar una propuesta  que permita la sistematización de la información archivística que represente la identidad cultural de la leyenda vallenata.

3.4  METODOLOGÍA PROPUESTA

INV. CUALITATIVA – CUANTITATIVA (MIXTA, ESTUDIO DE CASOS)

Los instrumentos que se van a aplicar tienden a ser flexibles para este tipo de metrología mixta ya que, la forma específica de recolección de información se va definiendo y transformando durante el transcurso de la investigación además, de documentar una experiencia o evento en profundidad o entender un fenómeno desde la perspectiva de quienes lo vivieron dadas las condiciones naturales en las que se realiza.

Fases

  1. Se realizará observaciones a los expertos del grupo que se va a investigar
  2. Se involucrarán en el proceso a personas para abordar y resolver un problema
  3. Se implementan instrumentos cualitativos y cuantitativos de levantamiento de información
  4. Se realiza mucha triangulación (actores sociales, documentos sobre la comunidad, información cualitativa y cuantitativa, etc.)

Resultado/Producto esperado

Indicador

Beneficiario

  • Identificar técnicas que se emplean para la conservación de la información en la región del Cesar.

Festival de la Leyenda Vallenata

Archivo de la ciudad de Valledupar

Fundación de la Leyenda Vallenata

  • Determinar a causa de que, la identidad cultural de un pueblo tiende a desaparecer a través de la historia y las obras que la representan.

Festival de la Leyenda Vallenata

Archivo de la ciudad de Valledupar

Fundación de la Leyenda Vallenata

3.5 BIBLIOGRAFÍA

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