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Explotacion De Recursos

diana11199331 de Mayo de 2014

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FUENTE 1

LA CONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD SEGÚN ALAN GARCÍA

“La primera vuelta ha dividido al país en tres sectores que parecen incompatibles: allá en el sur tenemos una enorme población que por la dificultad de su geografía y su altitud no ha tenido la posibilidad de nuestro norte de desarrollarse para la exportación, para la pesquería, para el algodón y el azúcar. Y entonces el sur andino y altiplánico tiene un reclamo tremendo porque son los peruanos que sufren la mayor pobreza. ¿Cómo no escuchar eso? Cuando dijeron al terminar la primera vuelta: Alan tienes que unir a todos en contra de ese 30%.Yo dije no puedo, no debo, yo soy aprista, yo no puedo hacer un frente de todos contra el 30% mas pobre del Perú, yo tengo que escuchar lo que dice esa población y proponerle las soluciones y la justicia que requiere.”

Alan García, cierre de campaña 2da vuelta. 1ero junio 2006

Me gustaría retomar la discusión sobre la serie de artículos del “Perro del hortelano” publicados por el Presidente en el diario El Comercio, porque creo que ellos ilustran una forma intolerante y excluyente de pensar y actuar que se está volviendo un sentido común entre ciertos sectores de poder político y económico.

CONSIDERO QUE EL PROBLEMA CENTRAL DE LA SERIE “EL PERRO DEL HORTELANO” ES QUE NO SOLO SE TRATA DE UNA ESTRATEGIA COMUNICATIVA DEL GOBIERNO, SINO FUNDAMENTALMENTE DE UNA PROPUESTA IDEOLÓGICA QUE SE VA MATERIALIZANDO EN LA VIDA SOCIAL DE DISTINTAS MANERAS.

Considero que el problema central de la serie “El Perro del Hortelano” es que no solo se trata de una estrategia comunicativa del gobierno, sino fundamentalmente de una propuesta ideológica que se va materializando en la vida social de distintas maneras. Es decir, lo que al inicio parecía ser un espacio desde el cual el jefe de Estado podía expresar su visión personal sobre el desarrollo, se ha convertido en una plataforma desde la cual se plantean temas para que luego sean convertidos en políticas públicas. Se trataría entonces de una ideología que va teniendo manifestaciones prácticas en la política nacional a través de proyectos legislativos y en el funcionamiento del Estado en general.

De perro a perro: la evolución del discurso presidencial

Los tres artículos que hasta el momento parece tener esta serie, giran en torno a tres temas centrales: la puesta en valor de los recursos económicos del país, el rol de los actores que participan o no en ella y la función de las instituciones del Estado.

A LO LARGO DE SUS ARTÍCULOS ES POSIBLE OBSERVAR QUE SU ESTRATEGIA DISCURSIVA NO CONSISTE EN DISCUTIR POSTURAS DISTINTAS RESPECTO AL DESARROLLO O PRESENTAR UNA COMO LA MEJOR, SINO SIMPLEMENTE EN TOMARLA, DE MANERA MARCADAMENTE FUNDAMENTALISTA COMO LA ÚNICA CORRECTA [...]

Comencemos por el primer tema: para el Presidente, existe un gran número de recursos que en la actualidad están siendo desperdiciados (la Amazonía, la tierra, los recursos mineros, el mar y recursos humanos como la fuerza de trabajo y la capacidad de los alumnos) “por el tabú de ideologías superadas, por ociosidad, por indolencia o por la ley del perro del hortelano que reza: “si no lo hago yo que no lo haga nadie”1 . El considera que la forma de aprovechar estos recursos debe ocurrir solo a través de dos principios, la propiedad privada y la inversión de grandes capitales, con los cuales se aspira a lograr un mayor crecimiento para no quedar rezagados en la competencia con países vecinos dentro de la economía mundial. A lo largo de sus artículos es posible observar que su estrategia discursiva no consiste en discutir posturas distintas respecto al desarrollo o presentar una como la mejor, sino simplemente en tomarla, de manera marcadamente fundamentalista como la única correcta: “la realidad nos dice que debemos poner en valor los recursos que no utilizamos y trabajar con más esfuerzo. (…) Esa es la apuesta del futuro y lo único que nos hará progresar”2 . Para García, debemos:

“Cambiar la actitud ante la inversión. Si el Estado quiere promover la inversión privada no puede tener como objetivo que el privado gane lo menos posible (…). En vez de exigir criterios exagerados, debe dejarse al mercado y a la competencia de los privados la fijación de estas condiciones.” 3

Pero su razonamiento respecto al libre mercado no se queda en la necesidad de un cambio de actitud. García va más allá. Dado que ya ha establecido que existe una única vía de desarrollo, puede entonces plantear una receta precisa a seguir para alcanzar el ansiado progreso. En su segundo artículo, enumera hasta 8 proyectos de ley presentados en el Congreso (y uno ya aprobado) y 14 otras propuestas que espera entregar, todas orientadas a la “puesta en valor” de determinados recursos, esto es, a darle mayores facilidades y a asegurar la infraestructura y legalidad necesaria para que los inversionistas y grandes capitales hagan crecer al país4 . Coincido con Ubilluz5 en que ni Lourdes Flores hubiera llevado a cabo una alianza tan evidente con el gran empresariado. Al respecto, conviene citar, dos años después, las palabras de García sobre esta candidata durante la campaña electoral:

“…la derecha, su partido y su candidata que quieren continuar el modelo neoliberal según el cual solo los grandes capitales pueden decidir cómo se gobierna en el Perú, (…) y el Estado no tiene que hacer nada sino retirarse de la producción”. (…) “Hay que responderle a esa derecha, ya estás suficientemente gorda, ya has engordado lo suficiente con el hambre del pueblo. Nada ha chorreado ni suficientemente has compartido…”6

Este fragmento sirve para ilustrar cómo Alan García representa también al típico político tradicional de la cultura peruana: aquel que dice una cosa en la campaña y que hace otra cuando gobierna. Ese tono agresivo, que pasó desapercibido para muchos durante la contienda electoral del 2006, el Presidente lo reserva ahora para atacar a quienes considera los enemigos del desarrollo del país, desde esta única lectura posible de la realidad. El Presidente pretende que su interpretación no es ideológica, sino que respondería a un examen desapasionado de la realidad, y que tampoco se vincula necesariamente al modelo neoliberal al que antes criticaba tan encendidamente.

ESE TONO AGRESIVO, QUE PASÓ DESAPERCIBIDO PARA MUCHOS DURANTE LA CONTIENDA ELECTORAL DEL 2006, EL PRESIDENTE LO RESERVA AHORA PARA ATACAR A QUIENES CONSIDERA LOS ENEMIGOS DEL DESARROLLO DEL PAÍS, DESDE ESTA ÚNICA LECTURA POSIBLE DE LA REALIDAD.

Lo interesante es notar que, contra el desarrollo, supuestamente estarían dos grupos de actores: los intelectuales y los agitadores y, en segundo lugar, los ignorantes. El primer grupo es descrito por el Presidente como “antiminero, pluriculturalista y patriotero”. Su argumento es el siguiente: “el viejo comunista anticapitalista del siglo XIX se disfrazó de proteccionista en el siglo XX y cambia otra vez de camiseta en el siglo XXI para ser medioambientalista” y es el que obedeciendo a ideologías engañosas, se encarga de manipular a las masas ignorantes en contra del crecimiento del país. Para el mandatario, “el perro del hortelano no sale de su pobreza intelectual ni quiere que los peruanos salgan de la pobreza material y educativa”.

En el grupo de los ignorantes manipulados se encuentran los pescadores artesanales, las comunidades campesinas, los nativos selváticos y los profesores, entre otros mencionados. Es decir, aquellos sectores más pobres o desfavorecidos por el sistema y de los cuales, en teoría, su gestión debería preocuparse. Su argumento es sorprendente en este punto: estos actores no tienen ninguna capacidad de razonamiento y son siempre engañados fácilmente e incitados a protestar contra todo, a pesar de las múltiples políticas pro-pobre del Estado, porque lamentablemente nuestra educación de “mala calidad no enseña a comprender, ni a razonar críticamente”. A pesar de esta mención a la educación, este tema no es tratado por el mandatario, como parte de lo que son las responsabilidades del Estado, sino únicamente como un recurso narrativo, que justifique su argumentación.

ES ASÍ QUE, EN EL DISCURSO DEL MANDATARIO, CUALQUIERA QUE PIENSE DISTINTO, CUALQUIERA QUE TENGA UNA IDEA QUE NO CORRESPONDA CON LA SUYA, NO ES ANALIZADO DE ACUERDO A SUS MOTIVOS PARA OPONERSE SINO QUE ES ADJETIVADO DE MANERA SIMPLISTA Y AGRESIVA, RECURRIENDO A ASOCIARLO CON EL RETORNO DE CUALQUIER IDEOLOGÍA “ANTICAPITALISTA” SINO CON EL PROPIO TERRORISMO.

Entonces, tenemos un discurso que victimiza a unos (como pobres ignorantes) y que culpabiliza a otros de un malestar social bastante más extendido de lo que muestran los medios de comunicación y que se manifiesta por ejemplo, en las múltiples protestas sociales que van sucediéndose en lo que va del año. Es así que, en el discurso del mandatario, cualquiera que piense distinto, cualquiera que tenga una idea que no corresponda con la suya, no es analizado de acuerdo a sus motivos para oponerse sino que es adjetivado de manera simplista y agresiva, recurriendo a asociarlo con el retorno de cualquier ideología “anticapitalista” sino con el propio terrorismo. Por lo tanto, en este discurso aprista del segundo milenio toda opinión diferente queda descalificada.

El tercer tema de esta serie de artículos tiene que ver con el rol de las instituciones, el rol del Estado. En este caso, el Presidente establece una nueva oposición: el sector empresarial vs. el aparato estatal. En su opinión, los recursos económicos del Perú no se aprovechan no solo por motivos ideológicos

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