FUTURO DE LOS MERCADOS DE LA ENERGÍA

FUTURO DE LOS MERCADOS DE LA ENERGÍA

Como es sabido, en la actualidad, nuestro mundo, nuestras actividades giran gracias a la utilización y consumo de energía; vivimos “devorando” energía para la ejecución de nuestras actividades diarias ya que la energía es la fuerza vital de nuestra sociedad. De ella dependen la iluminación de interiores y exteriores, el calentamiento y refrigeración de nuestras casas, el transporte de personas y mercancías, la obtención de alimento y su preparación, el funcionamiento de las fábricas, etc.

Hace poco más de un siglo las principales fuentes de energía eran la fuerza de los animales y la de los hombres y el calor obtenido al quemar la madera. El ingenio humano también había desarrollado algunas máquinas con las que aprovechaba la fuerza hidráulica para moler los cereales o preparar el hierro en las ferrerías, o la fuerza del viento en los barcos de vela o los molinos de viento. Pero la gran revolución vino con la máquina de vapor, y desde entonces, el gran desarrollo de la industria y la tecnología han cambiado, drásticamente, las fuentes de energía que mueven la moderna sociedad. Ahora, el desarrollo de un país está ligado a un creciente consumo de energía de combustibles fósiles como el petróleo, carbón y gas natural.

La energía primaria que se consume a escala global es fuertemente dependiente de las fuentes de energía fósiles: petróleo, gas natural y carbón. Otras fuentes alternativas usadas aunque se proyectan en crecimiento su proporción es notablemente menor comparado con los fósiles.

La siguiente imagen muestra el consumo de energía por tipo de combustible, tanto el consumo histórico hasta el año 2004 y una proyección realizada hasta el año 2030

La figura muestra como la mayor cantidad de energía consumida en el mundo es mayoritariamente producida por los combustibles fósiles como el petróleo, gas natural y carbón y continuarán siéndolo a pesar de ser fuentes de energía no renovables y de un elevado grado de producción de CO2. Mientras que la biomasa, la energía nuclear así como la energía hidráulica y el grupo de energías también llamadas “difusas” se mantienen en la parte baja del consumo mundial y sin posible comparación con las de carácter fósil a pesar de sus respectivos crecimientos relativos.

De acuerdo con el IEO2007, la emisiones de CO2 que están previstas para el periodo estudiado es que aumenten de 26,9 billones de toneladas en 2004 a 33,9 en 2015 y 42,9 en 2030, como se muestra en la siguiente imagen de datos históricos y proyectados a 2030.

Las emisiones de CO2 a la atmósfera, derivada de la quema excesiva de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) y de la deforestación, representan el 80% de las emisiones totales de gases de efecto

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