Fracaso Escolar
mg25109 de Septiembre de 2014
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FRACASO
Y
MARGINACIÓN ESCOLAR
Índice:
1. Fundamentación . . . . . . . . . . . . . 3
2. Marginación escolar. . . . . . . . . . . 4
2.1 Causas. . . . . . . . . . . . . . . 4
2.2 Consecuencias . . . . . . . . . . . 4
2.3 Características . . . . . . . . . . 5
2.4 Factores definitorios . . . . . . . 7
2.5 Solución y Prevención . . . . . . . 8
3. Fracaso escolar. . . . . . . . . . . . . 9
3.1 Definición. . . . . . . . . . . . . 9
3.2 Causas. . . . . . . . . . . . . . . 9
3.3 Factores de rendimiento . . . . . . 10
3.4 Consecuencias . . . . . . . . . . . 14
3.5 Prevención. . . . . . . . . . . . . 15
4. Encuesta y análisis de datos . . . . . . 18
5. Informe final o conclusión . . . . . . . 20
6. Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . 21
7. Anexo
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿Por qué ha aumentado el fracaso escolar?
HIPOTESIS
En los últimos años han aumentado las tasas del fracaso
escolar en la mayoría de los centros escolares de España. La
mayoría de los fracasos suelen ser producidos por trastornos
de aprendizaje y emocionales.
El fracaso escolar es un trastorno que sufre el alumno por distintas causas
bien académicas, bien emocionales y se traduce como trastorno emocional.
Por ejemplo el consumo habitual de cannabis, problemas de ansiedad, miedos
y complejos…
El hecho de que un alumno no consigue buenos resultados en sus estudios y
tampoco logra sacarse el graduado de la ESO lo consideramos como fracaso
escolar. Este está aumentando en la mayoría de las regiones de España
desde el año 2000.Asturias, Navarra y el País Vasco son las provincias con
menos fracaso escolar. El fracaso ha aumentado considerablemente en muchos de los países de nuestro
entorno, al tiempo que se implantaban reformas educativas en donde se reformulaban
los principios de la enseñanza y el aprendizaje, siguiendo los modelos cognitivistas y
procesuales, más modernos y que acogían a las últimas investigaciones en
psicopedagogía, o como consecuencia de un innumerable conjunto de factores o
elementos, difíciles de descifrar o controlar, de lo contrario muchos de ellos se habrían
estudiado mejor con vistas a su eliminación o corrección.
Obviamente esta situación afecta a todos los agentes encargados de la educación
de nuestros alumnos/as; maestros, profesorado, familias y administración educativa, y si
los niveles de conciencia lo permiten, también a los sujetos que lo sufren, pero no
termina de atajarse del todo, o al menos en su mayor parte. Bien es cierto que fracasados
escolares habrá siempre, pero la existencia de un fracaso escolar que acumule a un
elevado número de alumnos de todo el sistema, no es un escenario que hay que dejar
pasar sin más.
Incluso la propia Ley Andaluza de Educación (LEA) hace referencia a esta
problemática “con estos avances y las mejoras que restan por culminar, la educación
andaluza debe alcanzar el nivel medio de los países más desarrollados de la Unión
Europea, incrementándose el porcentaje de personas tituladas en bachillerato y ciclos
formativos de formación profesional, así como la mejora de los rendimientos escolares
y la reducción del fracaso escolar”.
Juan Manuel González Gavira D.N.I. 79.192.923-J
Por tanto, el rendimiento escolar no depende exclusivamente del trabajo que
realiza el alumno, ni de su voluntad o atención, sino que está condicionado por el éxito
o fracaso de diversos factores globales, que condicionan este éxito o fracaso frecuente
del escolar. El conglomerado de factores hace que la sensibilidad que debamos poner a
esta problemática sea grande, de otra manera la no advertencia de ciertos factores puede
provocar un mal diagnóstico y su posterior intento de solución a través de un programa
de intervención o tratamiento.
Podemos considerar el fracaso escolar como la unión de diversos factores, en los
cuales se refleja el trabajo del alumno. Algunos de estos aspectos que lo reflejan son: las
malas calificaciones, la repetición de curso, la fragilidad de los conocimientos, no
alcanzar las metas normales para su inteligencia, etc. Estos factores son considerados
por la familia, el profesor y por el propio alumno en ocasiones como indicativos de que
no se está teniendo éxito, por lo que es fácil hablar de fracaso. También podemos
considerarlo como la no consecución por parte del alumno de las metas formativas que
se fijan en un determinado nivel educativo. Esto último incide en aspectos muy
interesantes de la cuestión, pues se ha llegado a comentar que lo verdaderamente
importante no es que el alumno no consiga el título final, sino que aprenda poco o nada,
lo que realmente tiene más trascendencia para la vida futura tras el corto tiempo escolar
de todo alumno.
Generalmente se ha atribuido el fracaso escolar a las siguientes causas:
a) El contexto familiar. El nivel educativo de los progenitores influye
notablemente en el rendimiento escolar de los vástagos. Según el informe PISA,
cuando los padres no han completado los estudios obligatorios los niños obtienen
puntuaciones medias inferiores.
Pero la formación académica de los progenitores no es el único factor de relación entre
el fracaso escolar y la familia. Marchesi añade: “El lenguaje y la comunicación que se
establece entre sus miembros, las expectativas de los padres sobre el futuro académico
de sus hijos, el apoyo a sus estudios, los hábitos lectores, las actividades culturales, etc.,
son factores que deben tenerse en cuenta a la hora de determinar las causas de las
dificultades que algunos alumnos manifiestan en sus estudios”.
Juan Manuel González Gavira D.N.I. 79.192.923-J
b) La disposición de los alumnos. La capacidad intelectual de los escolares
condiciona su rendimiento académico. Algunos niños presentan especiales dificultades
para el aprendizaje. No adquieren los conocimientos y las habilidades correspondientes
a su edad; y si no se pone remedio, están abocados al fracaso escolar. La desmotivación
es otro factor que explica este fenómeno. Se debe a la falta de referentes positivos que
motiven al alumno a desarrollar una trayectoria educativa, así como a la percepción de
que los contenidos que se imparten en la escuela no responden a las necesidades reales
de la vida. También contribuyen al fracaso escolar los defectos de visión o audición, la
dislexia, la hiperactividad, la sobreprotección familiar, los problemas emocionales...
c) Los docentes. Los profesores de la etapa secundaria cuentan con una
formación académica adecuada; pero se encuentran desprovistos de herramientas
pedagógicas para mantener la disciplina y abordar los problemas relativos a los
alumnos.
d) Los centros educativos. Marchesi menciona la falta de autonomía de los
centros educativos como otra de las causas del fracaso escolar.
e) El sistema educativo. Algunos expertos achacan el fracaso escolar a las
numerosas reformas que ha experimentado el sistema educativo español, así como a la
escasez de medios que se han dispuesto para poner en práctica las distintas leyes.
f) El gasto público en educación. La escasa inversión en educación puede
acrecentar la tasa de fracaso escolar. No cabe duda que el incremento del gasto público
en educación favorece la mejora de las condiciones de la enseñanza: permite
incrementar la plantilla de los centros, reducir el número de alumnos por aula, aumentar
los orientadores y profesores de apoyo y cuidar más y mejor el conjunto de los centros y
servicios educativos. Pero es una condición insuficiente para la mejora de la educación.
Resulta necesario, además, que las partidas presupuestarias se gestionen adecuadamente
y se distribuyan según las verdaderas necesidades existentes.
Pero además de las puntualizaciones anteriores hay que señalar que en la
sociedad hay en general unas expectativas negativas hacia la educación, si nos atenemos
a las voces de muchos intelectuales e incluso de representantes políticos. Las
afirmaciones de que el nivel educativo baja, de que los valores de los jóvenes se Juan Manuel González Gavira D.N.I. 79.192.923-J
desmoronan y de que no hay exigencia ni estímulo suficiente aparecen continuamente
en los medios de comunicación. Es difícil encontrar opiniones que valoren
positivamente el esfuerzo que está realizando el sistema educativo para hacer frente a
las nuevas tareas. Sin embargo, la existencia de expectativas positivas contribuyen a que
los objetivos propuestos se cumplan. Por ello, en la lucha contra el fracaso escolar debe
extenderse la idea y la convicción
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