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Fuerzas Regulares


Enviado por   •  13 de Septiembre de 2012  •  2.163 Palabras (9 Páginas)  •  434 Visitas

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¿MANTIENE, TRAS CIEN AÑOS DE SU CREACIÓN, EL GRUPO DE REGULARES Nº54 LOS OBJETIVOS Y MISIONES PARA LAS CUALES FUERON CREADAS, SUS ANTECESORAS, LAS FUERZAS REGULARES?

D. Juan Domingo Marín Sánchez

Caballero Alférez Cadete de Artillería

Hace poco más de cien años, tras la Conferencia Internacional de Algeciras de 1906, España se ve obligada a ejercer su influencia en una pequeña franja del norte de Marruecos, lo que más tarde sería conocido como el Protectorado español.

Esta zona, donde a España le correspondió velar por la tranquilidad y prestar asistencia al gobierno marroquí para la introducción de reformas administrativas, económicas, financieras, judiciales y militares, era una zona donde los españoles lo desconocían casi todo; no se sabía con exactitud la extensión, carente de una red de comunicaciones que facilitara la penetración en el territorio y su posterior control, ni el número de habitantes que había, añadiendo a todo ello la oposición de los jefes locales, que no aceptaban la autoridad del Sultán y mucho menos la de un país extraño llamado España.

Ante este panorama, daba comienzo la acción en dicho territorio, misión que se encomendó al Ejército como único organismo capaz de llevar a cabo con eficacia los nuevos cometidos españoles. Pronto comenzó la oposición de la opinión pública por el gasto que suponía la intervención militar en un país lejano que no tenía nada que ver con los intereses de la nación española.

A raíz de las primeras intervenciones militares, y a medida que la zona de influencia aumentaba en extensión, el gobierno sintió la necesidad de crear una serie de unidades compuestas por personal indígena afectos a España, con la finalidad de que cooperasen con las unidades peninsulares, pudiendo así, por un lado, reducir las fuerzas metropolitanas, por otro, ejercer una acción política más eficaz por el conocimiento de la lengua y sus costumbres .

Por ello, por R.O, el 30 de junio de 1911 se decidió la organización de unas fuerzas denominadas “Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla”. Se llamaron así puesto que se crearon en dicha ciudad con cohesión y disciplina y capaces de cooperar en las operaciones tácticas con las tropas del Ejército.

Esta unidad fue concebida desde el primer momento para misiones de vanguardia, capaz de acoplarse a cualquier tipo de terreno, buscando el aprovechamiento al máximo de las aptitudes guerrera del soldado español, que las instruía y asistiría, y del indígena, y una organización, armamento y vestuario en consonancia con los cometidos a desarrollar y con el tipo de de guerra prevista, sin olvidar las costumbres, tradiciones y aficiones del personal marroquí, respetando sus creencias religiosas y su mentalidad.

En ellas se integraron españoles y magrebíes, y aunque los comienzos fueron duros, siempre demostraron estar dispuestas para las acciones de máximo peligro y sacrificio, buscando los puestos de mayor riesgo y fatiga, convirtiéndose en poco tiempo y a base de sangre y sudor de sus hombres en la Unidad mas condecorada del Ejército español.

El empleo de indígenas por parte de España en operaciones bélicas no era nada nuevo cuando se crean estas fuerzas, sino que ya venían empleándose en mayor o menor medida desde 1509, cuando la conquista de Orán, siendo nuestra nación la primera en hacer uso de indígenas perfectamente encuadrados y organizados en su ejército.

Si hablamos de la creación de esta gran unidad, hemos de hablar de su fundador, en aquella época el Teniente Coronel de Caballería D. Dámaso Berenguer Fusté. Debido a sus conocimientos del árabe y de las costumbres marroquíes, el General Luque (ministro de Guerra) lo nombró Jefe de los Regulares. Con esta unidad participó en numerosos en innumerables combates, ascendiendo a coronel por méritos de guerra (febrero de 1912), y posteriormente a general de brigada (junio de 1913), también habría que nombrar otros numerosos cargos entre el que destaco el que alcanzó en agosto de 1926 cuando fue nombrado Jefe de la casa Militar del Rey y Comandante General del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos .

También he de destacar los nombres de los primeros indígenas que ingresaron en esta unidad; Aisa Ben Mohamed y Hamed Ben Atia, pudiendo ser considerados como los primeros mandos fundacionales.

Su organización según la R.O de 30 de junio (D.O nº 142) consistió en un Batallón de Infantería con cuatro compañías (cías) y un escuadrón de Caballería, indígenas. Esto supuso una innovación en las anticuadas tácticas de combate española, pues aunque el binomio Caballería-Infantería lo mantenían los Tabores de Policía Indígena , así como la Milicia Voluntaria de Ceuta , de cuyo Reglamento se sirvió inicialmente Regulares. Por primera vez se crea una unidad mixta con cierta entidad como para operar independientemente en cualquier tipo de terreno, lo que unido a su cometido principal, extrema vanguardia del Ejército, la convirtió en una temida y verdadera unidad de élite.

A partir de 1998, comienza la profesionalización de nuestras Fuerzas Armadas, con la paulatina incorporación de Soldados Profesionales a nuestras filas, y por último, la llegada del siglo XXI ha traído consigo la recuperación de las denominaciones de Grupo y Tabor (batallones) pasando a denominarse desde el 07 de febrero del 2000 (B.O.E. 15 de febrero) como GRUPO DE REGULARES DE CEUTA Nº 54, con sus TABORES TETUÁN I/54 y LARACHE II/54, aunque este último quedaría disuelto en abril del 2003. Igualmente es destacable en este nuevo siglo, la participación de una compañía, denominada González-Tablas, en Misiones de Paz en Kosovo entre los meses de septiembre a marzo de 2003 y del Grupo, también en Kosovo, entre diciembre de 2007 y abril de 2008, así como la concesión de la Medalla de Oro de Ceuta al Grupo, impuesta a su Bandera el 7 de septiembre de 2010.

Además, le diré a los lectores que como cualquier unidad del Ejército español, el Grupo de Regulares de Ceuta nº 54, al igual que su homólogo el nº 52 de Melilla, muchas y muy variadas son las actividades que realiza el personal del Grupo, primando ante todo la formación específica de las especialidades correspondientes y la preparación física del soldado aunque sin descuidar la instrucción táctica tanto individual como colectiva, para ello se realizan: instrucción individual, ejercicios de tiro, instrucción física, tablas de combate, paso de pista de combate, realización de ejercicios ALFA y BETA, realización de jornadas continuadas, jornadas de conducción táctica.

Hoy, casi un siglo después de

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