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Funcionalismo Y Estructuralismo


Enviado por   •  4 de Diciembre de 2012  •  1.502 Palabras (7 Páginas)  •  575 Visitas

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El siglo XX instaura lo que se denomina la lingüística moderna, cuyo fundador reconocido es sin lugar a dudas el lingüista suizo, nacido en Ginebra, Ferdinand de Saussure (1857-1913). Si bien pueden reconocerse líneas de continuidad con la lingüística del siglo XIX, la lingüística del siglo XX se caracteriza como “moderna” en razón de algunas convicciones salientes que la distinguen de la del siglo anterior y que debemos a la obra de F. de Saussure. Para Saussure el campo de la lingüística está compuesto por todas las manifestaciones del lenguaje humano, todas las formas expresivas, sin discriminar entre “buenos” y “malos usos” y sin considerar el grado de civilización de sus hablantes. La tarea de la lingüística es por tanto realizar la descripción e historia de todas las lenguas, encontrar los principios generales de sus funcionamientos y, fundamentalmente, deslindarse y definirse ella misma. Para Saussure el campo de la lingüística está compuesto por todas las manifestaciones del lenguaje humano, todas las formas expresivas, sin discriminar entre “buenos” y “malos usos” y sin considerar el grado de civilización de sus hablantes. La tarea de la lingüística es por tanto realizar la descripción e historia de todas las lenguas, encontrar los principios generales de sus funcionamientos y, fundamentalmente, deslindarse y definirse ella misma. En 1916, el mundo de la lingüística estaba dominado por las investigaciones comparativas de la Gramática Comparada, las investigaciones diacrónicas de la Gramática Histórica y las investigaciones positivistas de la Neogramática. Pero aquel año sería testigo de la publicación del “Curso de Lingüística General”, una obra con la que Ferdinand de Saussure cambió para siempre los fundamentos de la lingüística, y con la que puso la primera piedra para la aplicación de los principios estructuralistas al ámbito del análisis de la lengua. La lengua es un sistema de valores puros, que son establecidos por el hecho social: los valores de los signos lingüísticos se basan en el uso y el consenso de la comunidad. Un elemento del sistema no tiene valor sino en su relación con la totalidad del sistema; la lengua es un sistema en el que todos sus elementos son solidarios y en el que el valor de cada uno resulta de la presencia simultánea de los otros. La noción de valor se verifica tanto en el plano del significado como en el plano del significante. El estructuralismo sostiene que la lengua es un sistema de relaciones internas entre los signos que tiene un orden propio, cuyos elementos no se definen en sí mismos o en forma aislada, sino sólo por sus relaciones internas recíprocas. El nuevo método ha engendrado novedosos desarrollos en el campo de otras ciencias humanas, como la psicología de Piaget, la epistemología de Foucault y las mitologías de Barthes, quien con Jakobson han fundado una teoría estructural de la literatura. El estructuralismo propuso una forma de análisis basada en la consideración del lenguaje como un sistema compuesto por elementos que se relacionan entre sí y forman una estructura. Esta base sirvió después para que distintas escuelas exploraran todos los caminos abiertos por Saussure: entre ellas destacaron la Escuela de Ginebra, el Círculo Lingüístico de Praga y la Escuela de Copenhague. De entre las más importantes aportaciones del estructuralismo, debemos destacar la separación de diacronía y sincronía de cara al análisis lingüístico. Mientras la primera atiende a las variaciones que la lengua experimenta a lo largo de un período largo de tiempo, la segunda se centra en la descripción precisa de una lengua en un momento determinado. Precisamente es el interés por la sincronía lo que hace posible el estudio de la lengua desde un punto de vista estructuralista, y también el que hace posible el estudio diacrónico, que viene a ser el estudio comparativo entre dos estadios sincrónicos previos. En la consideración del signo lingüístico –en realidad en la propia consideración del lenguaje como conjunto de signos–como doble manifestación, como concepto (significado) y como imagen acústica (significante) se condensa buena parte del pensamiento estructuralista. El significante es la representación del sonido que forma el signo, mientras que el significado es la representación mental de la realidad. Ambos tienen para el estructuralismo una relación completamente arbitraria, construida socialmente (prueba de ello es que un mismo significado tenga su propio significante en cada idioma).En la relación entre los signos se sitúa la estructura del lenguaje, concepto, éste que da nombre a toda esta corriente de análisis y que pone sus cimientos en la diferenciación de cada signo. El lenguaje, no obstante, no puede considerarse de una manera atomística, sino únicamente desde una aproximación holística.

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