Geografia

La Pobreza En Guatemala

La pobreza en Guatemala

¿Qué es la Pobreza? La pobreza es una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso y carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable. También se suelen considerar la falta de medios para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos. También puede ser el resultado de procesos de segregación social o marginación.

Las causas de la pobreza

Entre las causas los mismos pobres resaltan los bajos salarios, incremento continuado de precios en los productos de primera necesidad, y carencia de tierra y falta de trabajo, por ese mismo orden. Las consecuencias las identifican con escasez de comida, mal estado de las viviendas y estancamiento de puestos de trabajo.

Al ser esencialmente de naturaleza política, económica, estructural y social, se refuerzan por la ausencia de voluntad política y por la inadecuación de las medidas que toman los poderes públicos, especialmente en lo que toca a la explotación de los recursos locales. La carencia de programas y planes que ofrezcan soluciones a largo plazo para erradicar la pobreza. Gobiernos que no hacen más que endeudar al país, y usar los fondos públicos para cualquier cosa excepto el bienestar económico de la población.

En el plano social-económico, las causas principales son las desigualdades en el reparto de los recursos, de los servicios y del poder; Estas desigualdades a veces están institucionalizadas en forma de tierras, de capital, de infraestructuras, de mercados, de crédito, de enseñanza y de servicios de información o de asesoría. Lo mismo ocurre con los servicios sociales: educación, sanidad, agua potable e higiene pública. El acaparamiento de la industria.

La pobreza solo puede ser tratada para eliminarla, planificando y trabajando en un proceso de largo plazo, basado en el fortalecimiento del Estado de Derecho, la igualdad en la aplicación de la justicia, la garantía de la vida y la seguridad, en la inversión en proyectos sólidos de educación, salud, infraestructura y vivienda, generación de empleo y en la implantación de una verdadera democracia. No podemos regalar dinero a cambio de comprar voluntades, eso es lo más denigrante y abusador que se puede hacer, jugar con las necesidades de las personas. No podemos seguir gobernados por delincuentes que saquean las arcas del Estado, irrespetan la ley, no les interesan las verdaderas prioridades del país. La verdadera pobreza en Guatemala la tenemos en el Gobierno.

Aunque El Progreso es el departamento con el menor número de habitantes con 155 mil 596 vecinos, será el que mayor inversión pública per cápita recibirá en 2010 con Q2 mil 26.52 por persona, gracias a la ampliación de la carretera al Atlántico en el tramo Agua Caliente-Sanarate que representa el 84 por ciento de la inversión estatal en el departamento.

El proyecto de presupuesto general de ingresos y egresos de 2010 que está siendo conocido por el Congreso de la República refleja un añejo problema; el 35 por ciento de la inversión pública en obras de infraestructura que en 2010 ascenderá a Q10.95 millardos, se concentra en las cabeceras departamentales que continúan concentrando el gasto estatal.

Los departamentos que mayor inversión pública en infraestructura recibirán el próximo año son Guatemala con Q1,472.4 millones, seguido por Alta Verapaz con Q469.1 millones, Huehuetenango con Q382.7 millones y El Progreso Q320.9 millones, sin incluir los más de Q6 millardos previstos en los proyectos multirregionales.

Sin embargo, al comparar la inversión pública per cápita, estos Q10.9 millardos se traducen en Q762.87 por persona, para una población de 14 millones 361 mil 666 personas en 2010, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE).

A pesar de que Huehuetenango y Alta Verapaz son los departamentos más pobres del país con una tasa de pobreza de 78.8 por ciento y 71.3 por ciento y poblaciones que superan el millón de habitantes, la inversión pública por habitante es de Q434.76 y Q343.44, por debajo del promedio de Q762.87. En el otro extremo de la tabla están Escuintla, Quetzaltenango y Jalapa con una inversión per cápita de Q164.93; Q183.05 y Q204.09 respectivamente. Jalapa recibirá la menor inversión estatal con Q63.3 millones en 2010.

A nivel municipal, Santa Catarina Barahona, en Suchitepéquez, es el municipio con menor inversión gubernamental con Q1.1 millones, segudo por San Francisco Zapotitlán y Santo Tomás La Unión, en el mismo departamento, recibirán una asignación de Q1.2 millones para cada uno.

Falta estrategia

Para Wilson Romero, consultor del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IDIES), dentro del proyecto de presupuesto 2010 no se visualiza una estrategia global de canalizar la inversión hacia los lugares de mayor pobreza, sino que se sigue concentrando en áreas donde hay mayor demanda de la población con capacidad de influencia y organización.

Pese a que la Secretaria de Planificación de la Presidencia (Segeplan) está haciendo un esfuerzo para promover cambios técnicos para el análisis de la inversión territorial esto no se refleja en más inversión en las zonas de mayor densidad de la pobreza, agregó.

Romero atribuye a la presión de los diputados distritales la distorsión en el presupuesto de inversión. “Ellos buscan atraer más inversión para quedar bien con el electorado, y eso es lo que distorsiona. Los diputados no deben involucrarse en el tema de inversión territorial sino que sean las entidades técnicas”, agregó.

Los resultados de la Encuesta Nacional Sobre Condiciones de Vida 2006 (Encovi), oficializados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), ofrecen una radiografía completa sobre el drama de la pobreza en el país.

Si bien la tasa de pobreza general se redujo de 56 por ciento de la población en 2000 a 51 por ciento en 2006, la pobreza extrema apenas varió de 15.6 por ciento en 2000 a 15.2 por ciento en 2006.

Este promedio nacional varía al analizar cada departamento; la riqueza se concentra en el departamento de Guatemala, que reporta la menor tasa de pobreza: 16.3 por ciento de sus habitantes vive con menos de Q540 al mes y la pobreza extrema se redujo a 0.5 por ciento (viven con menos de Q264 al mes per cápita).

Obviando las diferencias metodológicas entre la Encovi 2000 y los mapas de pobreza de 2002 que utilizan dichos datos, así como los resultados del CensoNacional de Población 2002, se puede establecer que los departamentos donde más se ha reducido la pobreza en los últimos seis años son: Jutiapa, donde la población en situación de pobreza bajo de 66.2 por ciento en 2002 a 47.3 por ciento en 2006, para una reducción de 18.9 puntos porcentuales, y la pobreza extrema se redujo de 24 por ciento a 11.1 por ciento, una variación de 12.9 puntos porcentuales, en igual período de años.

Le sigue Jalapa, con una reducción de la tasa de pobreza general del 72 por ciento en 2002 a 61.2 por ciento en 2006, y la pobreza extrema varió de 30 por ciento en 2002 a 22.7 por ciento en 2006.

Otro departamento que registra una alta reducción en la tasa de pobreza fue Suchitepéquez, pasó de 64.7 por ciento en 2002 a 54.7 por ciento en 2006, mientras que la pobreza extrema se redujo de 15.9 por ciento a 13.6 por ciento, el mismo período de años.

Aumenta la pobreza

Pese a la reducción de la tasa nacional de pobreza, está se incrementó en los departamentos del nor oriente del país, así como en el departamento de Chimaltenango, al comparar los datos de la Encovi 2006 con los Mapas de Pobreza del 2002.

En Zacapa, la tasa de pobreza general se disparó de 42.4 por ciento en 2002 a 53.9 por ciento en 2006. y la pobreza extrema pasó de 7 por ciento a 18.9 por ciento en igual período, con variaciones de 11.5 y 11.9 por ciento.

Mientras que en Izabal, la pobreza general subió de 47.9 por ciento en 2002 a 51.7 por ciento en 2006, pero la extrema pobreza se disparó de 8.2 por ciento a 18.3 por ciento en igual período.

Otro caso es Chiquimula, donde la tasa de pobreza general aumentó de 56.5 por ciento en 2002 a 59.5 por ciento en 2006, y la extrema de 13.3 por ciento a 27.7 por ciento en igual período.

El departamento de Chimaltenango, donde se pensaba que la agricultura de exportación estaba ayudando a reducir la pobreza, sucedió lo contrario; la pobreza general aumentó de 59.4 por ciento en 2002 a 60.5 por ciento en 2006, pero la extrema pobreza se elevó de 13.5 por ciento a 19.3 por ciento en el período.

Marcel Arévalo, analista de estudios de pobreza de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), opina que factores como la tormenta Stan, la crisis de los precios de café y los cambios de Gobierno han tenido alguna incidencia en el comportamiento del índice de pobreza.

Para el analista Fabian Pira, en Zacapa y Chiquimula se han detectado casos de hambruna en zonas de pobreza focalizada (La Unión, Camotán y Jocotán), donde la productividad de la tierra es menor a la del altiplano.

Además, “la inequidad y desigualdad en la distribución de la riqueza no contribuye a que se den mayores progresos en este tema”, agrega Arévalo.

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