Gestion De Obras
francinepontes28 de Febrero de 2013
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Un nuevo enfoque en la gestión:
la construcción sin pérdidas
Se admiten comentarios a este artículo, que deberán ser remitidos a la Redacción de la ROP antes del 30 de abril de 2009. Recibido: octubre/2008. Aprobado: diciembre/2008
Resumen: El artículo muestra una visión alternativa de la gestión en el sector de la construcción,
introduciendo un enfoque novedoso de la administración que está tomando cada día más fuerza a nivel
mundial: “lean construction” o construcción sin pérdidas. Esta nueva perspectiva, basada en conceptos de
gestión del sistema de producción Toyota, aborda las causas de muchos de los problemas que limitan la
eficiencia en la construcción, centrándose en la reducción de las pérdidas a lo largo del flujo productivo.
También se describe el modelo LPD (“lean project delivery”) como una perspectiva integral para toda la
cadena de valor de la construcción que hoy día está revolucionando la forma de desarrollar proyectos
complejos, rápidos y con alta incertidumbre en Estados Unidos y también en otros países pioneros en la
implementación de estas ideas. Se argumenta también su relación con el concepto de “partnering” y los
contratos de colaboración público-privada introducidos anteriormente en Europa. Se describen también los
aspectos básicos de una de las herramientas más difundidas en la construcción sin pérdidas: el último
planificador. Se presentan los impactos alcanzados en la implementación de este sistema de gestión
obtenidos de decenas de proyectos que han sido estudiados en aplicaciones recientes. Finalmente, se
discute la escasa difusión y aplicación del “lean construction” en España.
Abstract: This article presents an alternative approach to management in the construction sector, by introducing an innovative management focus that is increasingly gaining ground at an international level: that of
“lean construction”. This new approach, based on management concepts of the Toyota production system,
considers the causes of many of the problems that restrict construction efficiency, and focuses on the reduction of losses throughout the productive flow. A description is also given of the LPD model (“lean project delivery”) as an integral perspective for the entire value chain of construction that is now revolutionizing the
means of developing complex, rapid and highly uncertain projects in the United States and in other pioneering countries in the introduction of these ideas. Reference is also made to the relation between these ideas
and the concept of “partnering” and public-private collaboration earlier introduced in Europe. The article
describes the basic aspects of one of the most widely used tools in lean construction: that of the last planner,
and goes on to present the impact caused by the introduction of this management system and the results
obtained in tens of projects where this has been applied. The paper concludes with a reference to the small
degree of adoption and application of “lean construction” in Spain.
La producción sin pérdidas aplicada a la construcción
La producción sin pérdidas está basada originalmente en el sistema de fabricación de Toyota, diseñado para minimizar el despilfarro y agregar valor sistemá-
ticamente en el proceso de manufactura. A fines de los
años 80, un estudio de la industria automovilística mundial realizado por el Massachussets Institute of Technology (Womack et al., 1990), demostró que la productividad de ciertas fábricas japonesas era un 50% superior
al de las fábricas norteamericanas; además, la cantidad de defectos por unidad en estas plantas era significativamente menor que en las norteamericanas. Se
observó que las fábricas japonesas presentaban una
tendencia a favorecer una mayor multifuncionalidad y
polivalencia, dividiendo el trabajo de ensamblaje de
automóviles en menos partes que en las norteamericanas, lo que producía una menor especialización del
trabajo. Al mismo tiempo, la rotación era sustancialmente mayor en las plantas japonesas y gran parte de
las tareas se realizaba en equipos de trabajo, a diferencia de las fábricas occidentales donde se beneficiaba
el trabajo individual.
En general, la filosofía de gestión que inspira la producción sin pérdidas desafía mucho de los paradigmas
vigentes en los sistemas de producción convencionales. La Tabla 1 resume las diferencias fundamentales
entre la producción sin pérdidas y la producción convencional.
Los principios básicos y las herramientas utilizadas
por el sistema de producción sin pérdidas han sido extensamente difundidos en la industria manufacturera,
sobre todo a raíz de la publicación del libro “Lean
thinking” (Womack y Jones, 1996). También se han
adaptado progresivamente para acomodarse a los
requerimientos de gestión en la industria de la construcción, lo que generalmente se denomina “lean
construction”. Koskela (1992) puso las bases de la aplicación de la producción sin pérdidas a la construcción, analizando los sistemas productivos emergentes:
enfoque “just-in-time”, ingeniería concurrente, gestión
de la calidad total, reingeniería de procesos, así como las ideas aplicadas en el sistema de fabricación
de Toyota. Posteriormente, introdujo una visión integradora de la producción como flujo de información
o de materiales, con tres objetivos fundamentales
(Koskela, 2000): reducción de costes, ahorro de tiempo e incremento de valor para el cliente. En la Tabla 2
se detallan los doce principios básicos de la producción sin pérdidas que se establecen para el diseño,
control y mejora de los flujos de producción.
Por otra parte, el International Group for Lean Construction inició su andadura en 1997 (Alarcón), con congresos anuales que han servido para difundir este nuevo enfoque entre la industria a nivel mundial. La progresiva implementación de estas ideas ha permitido que
muchas de sus prácticas vayan progresivamente migrando aguas arriba y abajo en la cadena de valor, introduciéndose en el diseño, contratación, ejecución
de la obra, suministro, subcontratación, etc., y modificando sustancialmente las relaciones entre los diversos
participantes. Recientemente la difusión del enfoque
de construcción sin pérdidas ha encontrado eco en los
grandes promotores, lo que augura una aceleración
en la difusión de estas prácticas en los próximos años;
organizaciones importantes como General Motors,
Procter & Gamble y British Airport Authority, entre otros
(The Voice, 2007), han dado testimonios de los éxitos alcanzados en sus esfuerzos de implementación. De este
modo, se ha producido una evolución desde la mejora
del desempeño en la fase de construcción, hasta cubrir el conjunto de etapas y fases del ciclo de vida de
la infraestructura, dando origen a lo que se denomina
“lean project delivery” (LPD).
El modelo LPD (“Lean Project Delivery”)
La filosofía integral de la construcción sin pérdidas
se concreta en el modelo LPD (“lean project delivery”),
cuya misión es desarrollar el mejor camino posible para
diseñar y construir infraestructuras (Campero y Alarcón,
2008). El marco general del modelo viene definido por
la intersección entre los proyectos y los sistemas de producción; suele designarse a este dominio como el de
los sistemas productivos basados en proyectos (o por
proyectos). En cualquier caso, el modelo LPD está pensado para que se aplique a sistemas productivos temporales, como los que tienen lugar habitualmente en el
sector de la construcción. Las características fundamentales del modelo LPD son (Lichtig, 2006):
• El proyecto se organiza y gestiona como un proceso
generador de valor.
• Los agentes que intervienen a posteriori se involucran también en la planificación inicial y en el dise-
ño por medio de equipos multi-funcionales.
• El control del proyecto tiene una función ejecutiva,
en oposición a la clásica de detección a posteriori.
• La optimización de esfuerzos se centran en conseguir un flujo de trabajo fiable, en contraste con el incremento de productividad.
• Las técnicas “pull” (de empuje) se utilizan para manejar el flujo de información y de materiales a través
de las redes de especialistas.
• Los resguardos de capacidad y de almacén se utilizan para absorber variaciones.
• Los ciclos de retroalimentación se incorporan en cada nivel, de modo que puedan realizar ajustes rápidos.
El modelo LPD está organizado en cinco fases (definición, diseño, suministro, ensamblaje y uso) que dan
cabida a once módulos o etapas: objetivos, criterios de
diseño, conceptos de diseño, diseño de procesos, dise-
ño de producto, ingeniería de detalle, fabricación y logística, instalación, puesta en marcha, explotación y
mantenimiento y final de vida útil. Al mismo tiempo, cubriendo todas las etapas y fases, se extienden el módulo de control de producción y el módulo de estructuración del trabajo. Además, el módulo de evaluación
post-ocupacional une el final de un ciclo con el siguiente generando un aprendizaje por retroalimentación.
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