Globalizacion

Análisis de Globalización y formación profesional:

¿Nuevas reglas?

A pesar de que la palabra Globalización resulte un tema relativamente nuevo, o por lo menos que su boga se discute desde hace pocas décadas, considero que es un proceso que nace muy ligado con el ser humano, por lo que podemos considerarlo como todo un compañero de viaje milenario. Cabe aclara que la presente reflexión no tiene como fin la definición de términos ni mucho menos la acuñación de nuevos, lejos de ello, la exposición de planteamientos muy personales será lo que el presente trabajo desemboque.

La globalización desde una perspectiva histórica:

Desde una perspectiva histórica, una de las principales características de la globalización consiste en la unificación de pensamientos, procedimientos y hasta cultura, es posible vislumbrar similitudes históricas que van desde la herencia de conocimientos rudimentarios ligados a procesos primarios de subsistencia, tanto como lo son las técnicas de supervivencia, producción y recolección de alimentos, comercio, procesos de dominación y expansionismo, lo que nos permite afirmar que la evolución de la historia marca las pautas de unificación y dominación, donde el conocimiento permite hacerse del poder, y por medio de él “globalizar a los demás”, tomando como partida el conocimiento.

Culturas como la griega, los egipcios, persas, romanos, españoles, estadounidense, todos han recurrido al expansionismo y por ende a la unificación y dominación de otros territorios y pueblos, procediendo a la unificación de monedas, cultura, política, derecho y por supuesto a la educación, tema que hoy nos reúne entorno al fuego de la reflexión.

Entendiendo que el proceso de globalización es un asunto histórico, podemos mencionar que la principal variante de dicho fenómeno es la cantidad de personas que en la actualidad se ven afectados, el corto tiempo que lleva su expansión, sin dejar de lado los territorios que abarca; todos ellos como nunca antes se habían dado. Todo se acelera.

Sin duda, los conocimientos ligados a las actividades primarias, en épocas remotas, eran proporcionales a la dominación; por ejemplo los sacerdotes ordenaban y los ciudadanos obedecían, los monarcas proclamaban, los siervos acatan, los religiosos profesan, los feligreses obedecen… lo que generaba, incluso, la aceptación e incorporación de técnicas nuevas por parte de culturas dominadas por civilizaciones más complejas que aportan técnicas que mejoran la calidad de vida y la producción.

Durante la Revolución Industrial, finales del S. XVIII principios del S.XIX, periodo donde normalmente identificamos los inicios de la Globalización tal y como la conocemos, se marca el inicio de la globalización de la ambición económica, acrecentando la deshumanización o por lo menos acentuándola, visualizando la tecnología como el opresor de los trabajadores y el desprecio por la dignidad, iniciando todo un proceso depredatorio entre las personas.

En la actualidad, al menos a mi parecer, estos conocimientos, procesos y acontecimientos han dado como resultados que las personas se conviertan en verdaderas mercaderías, tendientes al “mejoramiento” de sus conocimientos, con el fin de tener más posibilidades de ser escogidos en el anaquel del mercado laboral.

Educativamente hablando, es cierto que nunca antes en la historia se han tenido a la mano tantos recursos tecnológicos, tantos conocimientos y tantas posibilidades diferentes para acceder a la información, esto es innegable. Pero la gran dificultad radica que la presión laboral empuja a las personas a adquirir conocimientos atractivos para los empleadores, lo que descuida o debilita actitudes humanas e incluso degradantes.

El razonamiento que se globalizó durante la edad de oro griega, y que se retomó en el proceso de Ilustración,

...