Guerra Hispanoamericana

Ensayo sobre la Guerra Hispanoamericana en Puerto Rico

Este ensayo busca demostrar cómo la guerra hispanoamericana afectó la vida, costumbres, tradiciones, la política y la economía de los puertorriqueños. ¿Quiénes fueron los militares a cargo de la invasión de Puerto Rico durante la Guerra Hispanoamericana y cuánto tiempo duró la guerra? ¿Cómo se comportaron los estadounidenses con los puertorriqueños al llegar al Isla? ¿Cómo fue la conducta de los puertorriqueños ante la presencia de los estadounidenses? ¿Cuál fue el modo de vida de los puertorriqueños después de la invasión?

En este párrafo hablaremos de los militares que dirigieron la invasión a Puerto Rico, y cuánto tiempo duró la guerra.

Según nos indica Scarano en el libro Puerto Rico Cinco Siglos de Historia, los residentes de nuestra isla despertaron bajo un bombardeo ocurrido el 12 de mayo de 1797, llegaron once barcos, que estaban bajo el mando del Almirante William Sampson, este bombardeo duró tres horas. Luego de atacar a Cuba, que era el objetivo número uno, volverían a atacar la Isla de Puerto Rico, bajo la dirección del General Nelson A. Miles. Miles dirigió la invasión estadounidense al frente de 18,000 soldados. El grupo desembarcó por Guánica, el conflicto bélico tuvo una duración de tres semanas. Originalmente tenían planificado atacar por Fajardo; sin embargo, Miles cambió la ruta pensando que en Puerto Rico ya se habían enterado del ataque a Cuba y los telegramas pudieron dar la voz de alerta y decidió cambiar la ruta y atacaron por Guánica.

La prensa asociada se refirió a esta guerra como un “picnic”; hubo pocas bajas durante

los días de combate y en Estados Unidos le llamaron “guerrita espléndida”.

Ahora procederemos a detallar la reacción de los puertorriqueños, según indica el libro La ocupación norteamericana y la ley Foraker. Cuando llegó el ejército invasor de forma sorpresiva al puerto de Guánica el 25 de julio de 1898, luego del bombardeo, algunos de los puertorriqueños recibieron a los militares con grandes muestras de efusividad y generosidad. Esta reacción deja a los militares y observadores de primera intensión atónitos pues no se esperaban este tipo de reacción. De ahí en adelante comenzó el choque de culturas e idioma.

Los puertorriqueños estaban sorprendidos con los grandes caballos y mulas de los militares norteamericanos y los militares a su vez quedaron sorprendidos con los caballos pequeños y con los diferentes frutos que se cultivaban en la Isla.

Al llegar los militares norteamericanos a la Isla, los puertorriqueños estaban eufóricos, su comportamiento con los soldados fue hospitalario. Los hacendados contribuyeron con dinero, medicinas y médicos para la apertura de un hospital de la Cruz Roja. Debo mencionar que algunos soldados no tuvieron un buen comportamiento, sin embargo, los puertorriqueños no se atrevieron a formular cargos contra ellos. Los puertorriqueños comenzaron a instalar los rótulos en inglés en sus comercios. Pienso que para tratar de lograr una empatía con los militares.

Los estadounidenses comenzaron a hacer promesas, en el libro La ocupación norteamericana y la ley Foraker, indica que en la visitaron la región de Ponce para informar que no pagarían impuestos, que le regalarían terrenos y vacas. También le indicaron que tendrían libertad de expresión, pensamiento y conciencia, un cargo político, varias esposas y pensión vitalicia.

Ahora tocaremos un poco el tema del modo de vida de los puertorriqueños después de invasión. Enfoco el tema sobre la explotación en la agricultura en la Isla, se comenzó a importar hacia Estados Unidos toneladas de azúcar, se producía también café, tabaco

y frutas.

Luego de la euforia por la agricultura; comenzaron a salir los impedimentos de la explotación económica de la Isla. La Isla no contaba con muchos minerales como el hierro, cobre, zinc y carbón, en comparación con otros países que contaban en abundancia con estos metales.

Por el tamaño de la Isla de Puerto Rico, en comparación con otras islas que contaban con grandes extensiones de tierra y que fueron abandonadas por la Corona Española, esas propiedades y terrenos se podían comprar a precios económicos, versus en Puerto Rico que la cantidad de tierra desocupada

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