Hacinamiento Penal

INDICE

Introducción……………………………………………………………………….02

Objetivo…………………………………………………………………………….04

El hacinamiento……………………………………………………………………05

Aumento de la población penal………………………………………………….06

Situación de hacinamiento……………………………………………………….07

Proyecciones………………………………………………………………………09

Sistema carcelario: escenario de cumplimiento de la pena…………………11

Indicadores INBI…………………………………………………………………..15

Indicadores SEN y sus componentes…………………………………………..15

Indicadores IPH……………………………………………………………………16

Indicadores IDH…………………………………………………………………...16

Conclusión…………………………………………………………………………18

INTRODUCCION

Durante los últimos gobiernos después de la dictadura militar en el país, se ha hecho un gran esfuerzo por modenizar el sistema penal bajo el alero de los Derechos Humanos, por lo que se hacia necesario un cambio en la reglamentación y estructura carcelaria, obedeciendo a lo dispuesto por las autoridades de Gobierno.

En el contexto nacional, las cárceles chilenas han efectuado cambios profundos a través de la modernizacion carcelaria, en estructura y modelos de reinsercion, con la finalidad de erradicar el hacinamiento de que son victímas los usuarios de las cárceles chilenas. Dentro de la población penal se encuentran todo clase de personas, de diferentes estratos sociales o niveles de educación, hombres y mujeres que ingresan al sitema penal, a cumplir penas punitivas, y que durante este periodo de encarcelamiento son excluidas, por desconocimiento de ellos o simplemente porque la asitencia dentro del penal no da abasto para el gran numero de personas recluidas.

El camino que se ha tomado para enfrentar la sobrepoblación penal y los problemas que conlleva ha sido la introducción de capital privado al sistema carcelario (Dammert y Díaz 2005; Gaes, 2005; Carranza, 2001). La experiencia de privatización y concesión penitenciaria a nivel internacional ya lleva más de una década de desarrollo, contando con centros de reclusión operados por empresas privadas en países como Estados Unidos, Inglaterra, Escocia, Australia, Sudáfrica, Canadá, Nueva Zelanda y Puerto Rico (Gaes, 2005; Gaes, Scoot, Nelson y Taylor, 2004; Shichor, 1998). El panorama globalizado nos demuestra, que la realidad no es diferente en la región, ya que a nivel Latinoamericano, la situación es precaria en los centros carcelarios. A nivel local, la población recluida en Chile ha aumentado de forma sostenida en los últimos años, con una tasa anual promedio de crecimiento de 4,2% entre 1980 y 1990. A partir de los años 90s, esta situación cambió y se generó una tasa de crecimiento de la población recluida más alta. La población penal pasó de alrededor de 23 mil a inicios de los 90s a más de 32 mil a fines de dicha década y a más de 38 mil a finales del año 2005. En otras palabras, la tendencia de aumento de la población recluida desde 1980 al 2004 supero el 140%. Ante esto y la necesidad descongestionar el sistema penal, que carecia de oportunidades, se origina la idea de modernización con un solo objetivo, la reinserción.

El mismo consiste en que el Estado entrega a un particular el derecho a desarrollar y explotar un bien de uso público o servicio a cambio de su explotación temporal (UNICRIM, 2002).

¿Cuánto ha aumentado la población de la personas privadas de liberatad en los recintos carcelarios para hablar sobre hacimamiento?

OBJETIVO

Objetivo general

 Analizar el aumento de las personas privadas de libertad en un sistema carcelario.

 Analizar el hacinamiento de un recinto carcelario.

EL HACINAMIENTO

El hacinamiento se refiere a la relación entre el número de personas en una vivienda o casa y el espacio o número de cuartos disponibles.

Dado que el acceso de los pobres a los recursos es limitado, las instalaciones de vivienda que ocupan tienden a ser menos apropiadas que aquellas disponibles para las personas no pobres. En general, esto se refiere a la ubicación, la infraestructura, equipamientos y servicios colectivos y del lugar donde residen. La idea del hacinamiento depende de un juicio normativo acerca de los niveles apropiados de ocupación, densidad y privacidad. Las normas que se aplican varían considerablemente entre sociedades diferentes.

La ocupación se determina a partir de identificar el número de personas por unidad de alojamiento. Cuando múltiples ocupantes de diferentes hogares tienen que compartir los servicios, esto puede interpretarse como un problema de espacio o como evidencia de “hogares ocultos”, una forma de “no tener domicilio fijo”. Dado que los servicios son compartidos, altos niveles de ocupación pueden llevar implícitos problemas relacionados con la higiene y la sanidad.

La densidad se determina en referencia al espacio (personas por metro cuadrado) o la ocupación por habitación (personas por habitación).

El número de personas por habitación es por lo general utilizado en las estadísticas nacionales como un indicador básico simple de proximidad forzada, estableciendo un límite de 1,5 o 2 personas por habitación. Pero en países desarrollados, esta medida ha sido complementada con estándares adicionales. Las Naciones Unidas toman en cuenta la superficie de las habitaciones para sus indicadores de desarrollo sustentable (ONU, 2001), mientras que su división de estadística utiliza la medida de personas por habitación (ONU, 2005).

Los estándares de privacidad también varían, pero muchas normas incluyen distinciones respecto a personas de diferente sexo, no casadas y menores de cierta edad. Otra aplicación de estos estándares se observa en la distribución de viviendas. Por ejemplo, el gobierno del Reino Unido en la distribución de viviendas utiliza un “estándar de habitación”, diseñado en una primera instancia en los años sesenta, que busca impedir que hombres o mujeres mayores de diez años, no casados, compartan las mismas habitaciones (ODPM, 2001).

AUMENTO DE LA POBLACION PENAL

Las cifras disponibles indican que en Chile hay 35.036 personas encarceladas en centros penitenciarios. De ellas, 18.755 (53,5%) corresponden a condenados que se encuentran en un establecimiento penal del sistema cerrado o semiabierto y 14.352 (40,9%) a procesados en espera de sentencia, es decir en prisión preventiva. El 5,6% restante está en calidad de detenido en alguno de estos recintos.

Tabla nº 1

Hombres Mujeres

Adultos Menores Total Adultos Menores Total Pobl. %

Detenidos 1.660 123 1.783 139 7 146 1.929 5,6

Condenados 13.061 315 13.376 956 20 976 14.352 40,9

Procesados 17.619 18 17.637 1.117 1 1.118 18.755 53,5

Total 32.340 456 32.796 2.212 28 2.240 35.036 100

Fuente: Gendarmería de Chile, noviembre 2001

Hasta principios de los 90 la tasa anual de crecimiento de la población recluida era de un 3,6 %, situación que se mantuvo debido a sucesivos indultos legales y exigencias más flexibles para la concesión de beneficios intrapenitenciarios, libertad provisional y condicional. De hecho, durante la década de los 80 se dictaron 8 leyes de indultos generales que beneficiaron a condenados. El último indulto general (1991) provocó una disminución de un 10,3% en la población penal del país.

Desde entonces el número de personas recluidas han aumentado constantemente a una tasa anual de 6,5% entre el período 1995 a 2001. El siguiente gráfico muestra la población recluida en el país y como ha presentado un sostenido aumento en las últimas décadas.

El alza en el número de personas privadas de libertad puede ser atribuida principalmente al incremento de la delincuencia, en un contexto en que no se han aplicado indultos.

Para apreciar la magnitud de la delincuencia en los últimos años, cabe señalar que en 1992 fueron denunciados a Carabineros unos 74.000 robos, mientras que el número de denuncias por este delito en el año 2001 fue de 132.077. Si se considera que el 44% de los robos son denunciados (tasa de denuncias, Indice Paz Ciudadana – Adimark) se puede inferir que durante el 2001 se cometieron más de 200.000 robos Si a esta cifra se le agregaran otros delitos que también presentan tasas de crecimiento importantes; hurtos, violaciones u homicidios, se concluye que el país ha enfrentado un importante aumento de hechos delictivos en la última década.

El incremento del número de reclusos coincide con un déficit de infraestructura carcelaria

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