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Hesnor Rivera


Enviado por   •  5 de Enero de 2014  •  1.881 Palabras (8 Páginas)  •  368 Visitas

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El poeta zuliano Hesnor Rivera puede ser considerado el poeta más alto y más importante del Zulia en todo el siglo XX. Su obra, trinchera del surrealismo zuliano, indica una conciencia muy clara del ejercicio poético y de los poderes cósmicos envueltos en él. Desde sus años en Apocalipsis hasta sus últimos días vivió en pleno ejercicio de esa conciencia, aunque eso le representara ausentarse, hacerse invisible para no dejarse tocar por la cotidiana laxitud del mundo de lo posible.

Hesnor Rivera un hombre que supo romper paradigmas a lo largo de toda su existencia, su vida transcurrió sumergida dentro del enigmático mundo de las palabras de donde nacieron memorables poemas impregnados de la más profunda sensibilidad.

Su obra se expandió rápidamente a lo largo de todo el país, estableciendo un hito importante dentro de la poesía venezolana, dentro de Hesnor Rivera se encontraba la maestría de fusionar elementos del pasado, del presente y del futuro dejando al desnudo las emociones sumergidas dentro del laberíntico mundo de las mentes y las almas humanas, es por ello que su obra siempre estará viva dentro de todos aquellos que asumen la poesía como modo de vida.

Ahora bien, Freud plantea que el escritor intenta resolver sus problemas a través de la literatura, lo que le produce placer en un primer momento: se rige entonces por el principio del placer y no por el principio de la realidad, aunque realmente no soluciona sus conflictos, porque éstos se han de resolver en la realidad y no en la obra literaria. Para Freud éste es un panorama sombrío en el que funciona un mecanismo de compensación, de defensa: lo que no le pasa al autor en la vida real le pasa en su obra

La idea freudiana clásica sobre la literatura es que la obra es un “síntoma” del escritor, una especie de sueño en que éste revela sus deseos inconscientes, encarnándose en personaje, en la narrativa. Esa clave se extiende a toda la escritura, incluso formalmente: los procesos de “condensación” y “desplazamiento” producidos en los sueños se llegarían a considerar como bases, respectivamente, de los dos recursos básicos de toda retórica: la metáfora y la metonimia. El lector desea una confirmación de su “ego”, y procura arreglárselas para que su encuentro con el autor o los personajes que le hablan en el texto le enriquezca su identidad.

En el planteamiento de Jung, el escritor es una especie de portavoz inconsciente de toda una tradición colectiva, heredando oscuros mitos e inmemoriales esquemas. En el libro “Realidad del alma”, Jung propone que en el mundo primitivo todos los hombres poseían una especie de alma colectiva, pero con el pasar de los años y la evolución, surgió un pensamiento y una conciencia individual que ayudó en gran parte con la formación del modo de pensar de cada cultura y de su tipo de actuar. Una persona está integrada por conductas regidas por arquetipos, junto con sus diferentes caminos y sus estadios.

En este sentido, Hesnor Rivera viene de un pasado, pertenece también a una raza distinta:

Mis antepasados los marinos

cambiaron sus barcos por cabalgaduras

para entrar en el reino de la tierra…

Mis antepasados se nutrían

de la gracia que hace florecer en la arena

la llama vegetal de los peses.

Y así como se crea una historia, se la obsequia a Maracaibo. Las ciudades nativas reflejan esa búsqueda extra-territorial de una Maracaibo que bullía en sus venas como un trópico de recuerdos no vividos; es decir recuerdos soñados. Así lo comenta José Gregorio Rodríguez, prologuista de Las ciudades nativas: Una suerte de inventario minucioso de su pasado y del pasado de su ciudad junto al trabajo de un verdadero lingüista que elabora su propia lengua haciendo del lenguaje el objeto mismo de su poesía. Idéntico movimiento que canta el mundo y el poema que los reúne.

Esta idea la repite en Sivia, de su obra Las mujeres que me amaron:

Las mujeres que me amaron

De seguro han muerto.

Ellas pertenecían a una raza distinta.

La atmósfera de llama necesaria a sus cuerpos

Desapareció una noche con los astros.

Y sólo pueden ahora reposar sus cabelleras

Sobre la ilusión de resplandor sagrado

Que es la lejanía.

No deja de impresionar su discurso amoroso, su melancolía por los tiempos que ya no volverán, su invocación de la ternura, y su reclamo para que Silvia por fin sea capaz de recobrar la juventud del poeta, y sacarlo de esa condena a la que ha sido expulsado, "el parque más antiguo del mundo que ahora soy''.

Otro aspecto repetitivo en Hesnor Rivera es la reverencia a lo marino:

Es entonces cuanto tú me llamas

con el nombre de cualquier objeto.

Y me dices fuego noctámbulo —navío

para un solo viaje. Pájaro

de las alas impropias. Signo

de la intemperie sombría.

Gramática Alucinada

Este aspecto lo volvemos a encontrar en Secreto a voces:

A lo largo de los muelles un barro

de tristeza ha enmudecido

la chimenea de los barcos

-ya no cuentan a pitazo limpio

la aventura blanca y negra

ocurrida entre el adiós y el regreso.

A lo largo de los muelles no

se ven más las camisas con parches

de los muchachos que fijaban

la mirada de sus visiones heroicas

en la picada de las palometas

como labradas con alambres de plata.

El agua es el símbolo arquetípico de la madre en todas las civilizaciones. Según Jung, al igual que todo arquetipo, el de la madre «tiene

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