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Huelga De Rio Blanco


Enviado por   •  8 de Mayo de 2015  •  1.499 Palabras (6 Páginas)  •  1.282 Visitas

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Huelga de Rio Blanco

La textil era una de las principales industrias dentro del gran auge comercial que se experimentó en México durante la última época del porfiriato, su principal desarrollo se encontraba en Orizaba, ya que había sido fundada en el año de 1892 la fábrica de hilados y tejidos de Río Blanco, la más grande del país, además de otras muchas.

Los obreros trabajaban en condiciones muy miserables en estas fábricas, jornadas de trabajo de casi 15 horas (6 de la mañana a 8 de la noche), sueldos muy bajos (35 centavos al día), además, si la máquina se descomponía se lo descontaban de su paga al trabajador. Todas estas situaciones y muchas más crearon un ambiente de descontento en torno a la vida laboral de los obreros que vivían de la industria textil.

Durante la Dictadura Porfirista se prohibió a los trabajadores que formaran organizaciones o iniciaran cualquier manifestación para defender sus derechos laborales, castigándose con multas e inclusive prisión a quienes desobedecieran.

Pese a esta situación y a lo ocurrido en Cananea, 6 meses después, otra importante huelga estalló. En enero de 1907, en la región de Orizaba, en el Estado de Veracruz, trabajadores de las fábricas textiles de Río Blanco, se declararon en huelga por las malas condiciones de trabajo a que eran sometidos; entre las que se encontraban jornadas continuas de 14 horas, salarios sometidos a multas, y control sobre las actividades que realizaban los trabajadores.

En busca de una solución los obreros nombraron como árbitro de la problemática al Presidente Porfirio Díaz, quién favorece a los empresarios y ordena la reanudación de labores en las fábricas el 7 de enero de 1907, no sólo sin satisfacer las demandas de los trabajadores sino además con nuevas condiciones que atentaban contra la libertad y derechos de los inconformes.

Al no obtener una respuesta favorable, los obreros de Río Blanco no aceptaron la resolución del Presidente de la República, el conflicto creció y los trabajadores decidieron continuar la huelga.

El día 7 de enero en Río Blanco cerca de dos mil trabajadores operarios agrupados en el Círculo de Obreros Libres se amotinaron frente a la fábrica, lanzado piedras e intentando quemarla, pero la policía montada lo impidió, entonces saquearon y quemaron la tienda de raya propiedad de Víctor Garcín, un empleado de la tienda de raya dio muerte a uno de los trabajadores huelguistas.

La reacción de los obreros fue atacar con piedras y amotinados incendiaron la tienda de raya, dando muerte a los dependientes. Por órdenes de Porfirio Díaz, el ejército al mando del general Rosalino Martínez disparó contra los trabajadores que huyeron a Nogales y a Santa Rosa. De regreso a Río Blanco los trabajadores amotinados fueron interceptados por más fuerzas federales que dispararon también contra mujeres y niños. No existe un registro exacto, pero se estima que 800 obreros fueron asesinados. Durante dos noches algunos testigos vieron plataformas de ferrocarril con cadáveres amontonados que fueron arrojados al mar.

Las mujeres viudas e hijos huérfanos lastimosamente recorrían las calles buscando a sus muertos, mientras Porfirio Díaz y el General Rosalino Martínez eran agasajados por los dueños de las fábricas, honrando (según ellos) a Porfirio Díaz con el título de Héroe de Paz.

El 9 de febrero sólo se presentaron a trabajar 5,512 de los 7,083 trabajadores de esa zona, la diferencia es de 1,571 trabajadores faltantes, de los cuales unos habían sido muertos, otros heridos o desplazados. Cerca de 223 trabajadores varones y 12 mujeres más fueron encarcelados.

Una vez sofocada la huelga por las balas asesinas fueron fusilados los dirigentes del movimiento.

A pesar de estos episodios trágicos, las movilizaciones por parte de los trabajadores continuaron presentándose; la defensa y la lucha por sus derechos laborales no dejó de darse por mucho tiempo en diferentes regiones del país.

Después los enardecidos obreros fueron a la gendarmería, liberaron a los presos y tomaron rumbo a Nogales, saqueando comercios en el camino; en Nogales se “enfrentaron” a soldados del 13º Batallón, mismos que sin distinción dispararon contra la muchedumbre, no se sabe exactamente cuantos muertos y heridos hubo en el enfrentamiento, aunque se cree que entre 400 y 800 obreros. Testigos de los hechos han dado testimonios de que durante dos noches observaron plataformas con docenas de cuerpos.

Con la finalidad de terminar con el movimiento obrero, se realizaron fusilamientos a los lideres obreros Manuel Juárez y

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