IMPORTANCIA DE LA INTELIGENCIA EN LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCION EN EL PERÚ
caritoannettMonografía11 de Abril de 2017
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POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ
DIRECCIÓN EJECUTIVA DE EDUCACIÓN Y DOCTRINA
ESCUELA DE POSGRADO
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CURSO : INTELIGENCIA
CATEDRÁTICO : GENERAL (R) PNP JOSÉ CÉSPEDES AGUIRRE
TEMA : “UTILIDAD DE LA INTELIGENCIA EN LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ”
PARTICIPANTES :
LIMA, 2017
DEDICATORIA
A Dios por iluminar y guiar nuestro camino, con la férrea voluntad de volcar los conocimientos y experiencias adquiridos en bien de la sociedad.
ÍNDICE
Introducción……………………………………………………………………. 05
CAPÍTULO I : LA CORRUPCIÓN…………………………………...… 06
- ANTECEDENTES HISTÓRICOS………………………………………. 06
- CONCEPTO DE CORRUPCIÓN……………………………………….. 08
- FACTORES QUE FOMENTAN LA CORRUPCIÓN………………….. 12
- CASOS DE CORRUPCIÓN MÁS RECURRENTES…………………. 24
- ÍNDICE DE PERCEPCIÓN DE LA CORRUPCIÓN…………………... 27
- ESFUERZOS DEL ESTADO PERUANO EN LA LUCHA CONTRA
LA CORRUPCIÓN………………………………………………………... 28
CAPÍTULO II : LA INTELIGENCIA………………..………………...…… 32
- ASPECTOS DOCTRINARIOS…………………………………………… 32
- CICLO DE PRODUCCIÓN DE INTELIGENCIA……………………….. 34
- LA INTELIGENCIA COMO HERRAMIENTA EN LA LUCHA
CONTRA LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ………………………….... 35
- MEDIOS DE INVESTIGACIÓN PROACTIVOS: OPERACIONES Y
AGENTES ENCUBIERTOS………………………………………………. 37
CAPÍTULO III : ANÁLISIS DEL CASO ODEBRECH.………….............. 42
CONCLUSIONES…………………………………………..……………..……… 48
RECOMENDACIONES……………………………………..………………..….. 50
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………….…………………… 51
INTRODUCCIÓN
No es sino hasta los 90 donde se empieza a mencionar de manera más contundente el término corrupción, pues se sabía que existía; sin embargo, no era comúnmente mencionado, pese a que venía minando los resultados económicos, debilitando a las instituciones democráticas y el Estado de derecho, perturbando el orden social y destruyendo la confianza pública, permitiendo de esta forma que hasta hoy prosperen la delincuencia organizada, el terrorismo y otras amenazas para la seguridad humana. Ningún país —rico o pobre— ha sido, ni es inmune a ese fenómeno maligno. Tanto el sector público como el privado han resultado afectados, siendo siempre el bien público el que sufre.
Se han requerido grandes esfuerzos y la perseverancia de muchas personas e instituciones para aumentar la toma de conciencia acerca de los efectos corrosivos de la corrupción sobre las sociedades, incorporando esta problemática en programas nacionales e internacionales, que se han basado en los diferentes campos de la inteligencia como la principal herramienta en la lucha contra la corrupción, flagelo que empobrece a muchos países, y nos afecta a todos.
Lo expuesto, determinó que numerosos países desarrollen legislaciones nacionales explícitas contra la corrupción, no siendo el Perú, ajeno a estas medidas. Existen incluso acuerdos firmados, como el caso de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, que se configura como una victoria a nivel global, ya que las organizaciones criminales no han escatimado en emplear la economía globalizada y la tecnología avanzada, que en muchas oportunidades ha colocado a la criminalidad organizada a colarse a la vanguardia y mantenerse un paso delante de las autoridades.
Recordemos que la inteligencia es la información procesada, y para lograr obtener inteligencia es necesario primero, colectar información, por ello la necesidad primordial de tener equipos especializados dedicados a colectar información, datos, de diferentes fuentes, tanto abiertas como cerradas que puedan permitirnos detectar, prevenir, investigar y lograr, de ser necesario, sancionar la comisión de delitos de corrupción, siendo aquí de gran importancia la participación de la ciudadanía en la denuncia de estos casos.
En este contexto, los medios de obtención de información y de elaboración de inteligencia se presentan como elementos indispensables. Asimismo, la elección de las operaciones y los agentes encubiertos como objeto de reflexión, obedece a la creencia de que, bien articulados y definidos, constituyen dos instrumentos efectivos en la lucha contra la corrupción.
CAPÍTULO I:
LA CORRUPCIÓN
- ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Vinculada estrechamente al ejercicio del poder, la corrupción parece ser una presencia constante en la historia de la humanidad. Lord Acton, católico liberal y catedrático de la universidad de Cambridge, acuñó a fines del siglo XIX una fórmula que se ha hecho célebre: en una carta dirigida al obispo Mandel Creighton, fechado el 3 de abril de 1887, sostuvo que «el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente». Ha habido, pues, corrupción siempre, porque siempre ha habido poder entre los hombres, y cuando tal poder ha carecido de cauces y linderos predeterminados, los actos corruptos han tendido a desbordarse fuera de todo control.
Nuestros héroes libertadores —San Martín y Bolívar, y ni qué decir de Gamarra— se apropian de manera abusiva y prepotente de fortunas a costa de expropiaciones, de recompensas jugosas que se hacen otorgar y de tributos en nombre de la independencia y de su sacrificio. Son los responsables del grave endeudamiento fiscal llevado a situaciones penosas de miseria. La herencia nefasta de Gamarra, específicamente, sienta las bases de la República y de los problemas burocráticos y financieros del Estado. Se hace elegir repetidamente y construye su clientela de apoyo incondicional con empresarios privados, a los que compra con jugosos adelantos para sus negocios, haciéndolos acreedores privilegiados del Estado y leales a él, y aplasta a La Mar en sus intentos reformadores.
A mediados del siglo, el militarismo baja en intensidad, pero con los vientos de la Guerra del Pacífico recupera presencia, y, justamente, el financiamiento de la guerra le devuelve el derecho y la oportunidad para recuperar poder y dinero. La posguerra abre una década de influencia y poder militar que se aviva al siguiente siglo con Sánchez Cerro y Benavides, luego el doceno militar y el fujimorato, durante el que gobiernan por la mano de Montesinos. Son en su mayoría los momentos de mayor corrupción en la historia del Perú.
Por su parte, los políticos toman el Estado como su botín, esa frase tan común en nuestros días. No hay fronteras claras entre el espacio público y el privado. El Estado es su propiedad, han invertido, lo han ganado, y por derecho pueden hacer lo que quieren. Pagan favores con fondos públicos y puestos en la burocracia, dan exoneraciones tributarias a sus amigos, hacen obras para ofrecer puestos de trabajo y favorecen a los que los apoyan con jugosos negocios y negociados. Este personaje nos es familiar. Cuántos congresistas de hoy calzan perfectamente bien en este molde.
Los empresarios. Son protagonistas de jugosas historias de corrupción. Son esquilmados por los militares caudillos durante las guerras de la independencia, pero luego se desquitan y entienden el juego del poder. Un momento entre muchos son los vales de manumisión que Castilla les paga a los poseedores de esclavos cuando la esclavitud es abolida. Castilla termina siendo un tímido reformador y promotor de un proceso de indemnización cargado de favoritismo pagado puntualmente entre 1860 y 1861. No salen las sumas cuando se trata de verificar cuántos esclavos había y cuantos se indemnizaron.
La peor corrupción que ha vivido el Perú, por su gravedad, magnitud y generalización. Lo que impero en los noventa fue un régimen político íntegramente dedicado a saquear los recursos del estado, en un país con el 50% de pobreza y 20% de extrema pobreza. Un régimen que diseñó para ello un engranaje perverso maquiavélico, sin ningún tipo de límite o escrúpulo: crímenes, extorsión, violaciones de derechos humanos, control y manipulación de instituciones, compra de medios de comunicación, tráfico de armas, narcotráfico, operativos psicosociales, etcétera. Y engranaje que busco y logro, además cómplices en todos los sectores y ámbitos del país.
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