Importancia de desarrollar un pensamiento alternativo en la educación

Resumen

Importancia de desarrollar un pensamiento alternativo en la educación

Desde que ingresamos al jardín de niños estamos en contacto con métodos de enseñanza tradicionales, por ejemplo, la memorización: al aprender las vocales, los números y los nombres de los colores; esto no es  malo, pues si no de qué otra forma se aprendería a esa edad. El problema radica en que en los grados escolares posteriores, primaria, secundaria e incluso preparatoria, continúe esta práctica, pues impide el desarrollo de la creatividad y de la capacidad de crear conocimiento propio.

Por ello, es necesario que la enseñanza comience a incluir métodos de aprendizaje más actuales, tipos de pensamiento alternativos, que tengan como objetivo desarrollar la comprensión profunda, la capacidad de resolver problemas, la formulación de preguntas, la búsqueda de respuestas y la creatividad. Por lo tanto, debemos tomar un camino nuevo para generar un cambio. Y así las nuevas generaciones puedan tener las herramientas necesarias para encarar un mundo que se vuelve cada vez más exigente, en cualquier ámbito de la vida.

        Existen distintos teorías del pensamiento, pero centraremos la atención en tres de ellos: tradicional, paralelo y complejo. Nuestra no es señalar las limitaciones y defectos del pensamiento tradicional, es presentar las características de este y de los dos tipos de pensamiento alternativo. Porque son una opción para generar un cambio significativo en la enseñanza. Y cabe recalcar que no se trata de sustituir al pensamiento tradicional sino de complementarlo con las cualidades creativas del pensamiento paralelo y con la inclusión del pensamiento complejo.

Pensamiento

Según la Real Academia Española (RAE):

El pensamiento es aquello que es traído a la existencia a través de la actividad intelectual. Por eso, puede decirse que el pensamiento es un producto de la mente, que puede surgir mediante actividades racionales del intelecto o por abstracciones de la imaginación.

Pensamiento tradicional

El origen del pensamiento tradicional se remonta a los tres pensadores: Sócrates, Platón y Aristóteles. A ellos se les atribuye una serie de reflexiones, pensamientos y principios, que hasta los días de hoy siguen vigentes, para explicar la mayoría de los sucesos que existen en nuestra vida cotidiana (Martínez, 2014).

En este tipo de pensamiento, la lógica es unidireccional, sigue el camino que ella misma traza. Implica crear juicios, emplear casillas, definiciones y categorías (De Bono, 1994, p.12). Aquí la información y el juicio son suficientes; es necesario el enfrentamiento de contrarios para llegar a una conclusión. Es muy determinista y selectivo, ya que parte únicamente de los conceptos o de las ideas lógicas. En realidad, es un tipo de pensamiento analítico que se basa en la secuencia de ideas más lógicas.

Pensamiento paralelo

El pensamiento paralelo está íntimamente ligado a la creatividad. Le interesa el diseño y la creación. Sencillamente, significa poner ideas al lado de otras, en paralelo. La esencia de este tipo de pensamiento es moverse hacia adelante a partir de posibilidades. El pensamiento paralelo acepta expresiones como: “normalmente”, “por lo general”, “a veces”, en contraposición a, “siempre”, “nunca”, “todos”, del pensamiento tradicional. “El pensamiento paralelo se preocupa más de << lo que puede ser>> que de <<lo que es>>” (De Bono, 1994, p. 10).

Para poder integrar el pensamiento paralelo a la vida diaria, De Bono propone el método de los seis sombreros. Hay seis sombreros metafóricos, cada uno de un color diferente. Se usa un sombrero cada vez y debe seguirse, exclusivamente, el modo de pensar indicado por dicho sombrero.

El sombrero blanco indica información, que es neutra y debe exponerse. Dicha información, puede ser opiniones, rumores y hechos.

El sombrero rojo indica sentimientos, emociones, intuiciones y corazonadas, que son directas, deben expresarse al momento sin ninguna explicación.

El sombrero negro indica cautela, para la evaluación de riesgos y para la crítica.

El sombrero amarillo indica el optimismo, se buscan beneficios y valores. Implica un esfuerzo para ver cómo se puede hacer algo.

El sombrero verde indica posibilidad, el esfuerzo creativo. Implicar dar espacio para el esfuerzo creativo deliberado, una búsqueda de alternativas e ideas nuevas.

Y finalmente, el sombrero azul indica organizar. Es pensar en el pensamiento y dirigir el proceso de pensar. El método de los sombreros es una forma de ver las cosas en una gama de maneras distintas.

Pensamiento complejo

La noción de pensamiento complejo fue propuesta por el filósofo francés Edgar Morin. Se refiere a la capacidad de interconectar distintas dimensiones de lo real.  Es decir, ante la presencia de hechos u objetos multidimensionales, el sujeto se ve obligado a desarrollar una estrategia no reduccionista ni totalizante, sino reflexiva (Escobar, 2011).

El estudio de lo complejo ha impactado también en el ámbito más directo de las interacciones de los seres humanos: la educación, la interpretación de la sociedad, la política, y la comprensión del momento actual que vive la humanidad. El problema de la complejidad ha pasado a ser el problema de la vida y el vivir, el problema de la construcción del futuro y la búsqueda de soluciones a los problemas contemporáneos (UNAM, 2013). En palabras de Edgar Morin, cuando se habla de complejidad «… Se trata de enfrentar la dificultad de pensar y de vivir».

Tabla 1

Características de los tipos de pensamiento

Fuente: Elaboración propia

Importancia del pensamiento alternativo en la educación

La enseñanza ha girado siempre en torno a la secuencia lógica del pensamiento como único proceso adecuado para elaborar información, dejando de lado la creatividad, pues se la ha considerado como algo innato o espontaneo y por tanto como algo que no se puede desarrollar.

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