Inferencias en el proceso de comprensión lectora
PETERELPANDA1995Informe28 de Mayo de 2019
3.552 Palabras (15 Páginas)116 Visitas
[pic 1]
UNIVERSIDAD DEL BÍO-BÍO
FACULTAD DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE ARTES Y LETRAS
PEDAGOGÍA EN CASTELLANO Y COMUNICACIÓN
PROCESOS INFERENCIALES DURANTE
LA COMPRENSIÓN LECTORA
ASIGNATURA : COMPRENSIÓN Y PRODUCCIÓN DEL TEXTO
PROFESOR : ABRAHAM BENJAMÍN NOVOA LAGOS
ESTUDIANTE : BÁRBARA BELÉN DÁVILA FUENTES
PEDRO FRANCISCO ESCALONA MORA
AYUDANTE : SOL ALEJANDRA PALACIOS
FECHA : 24/05/2019
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo, tiene por objetivo dar a conocer uno de los campos de estudio de mayor interés para la Psicología Cognitiva, como lo son los procesos inferenciales que tienen lugar durante el proceso de comprensión lectora.
Desde los mismos comienzos del siglo XX, y con un mayor énfasis posterior en 1974, se empezaron a analizar los diferentes textos, discursos y todos los fenómenos asociados a ellos desde una perspectiva diferente, ligada principalmente al paradigma constructivista que, a partir de dicho periodo, empezó a tomar fuerza fundamental en las diferentes disciplinas científicas. De esta forma, factores como el papel del conocimiento previo del lector, la realización de inferencias o la construcción de distintos niveles de representación mental, pasaron a tomar una vital importancia para dar un sentido más profundo al texto.
El lector establece relaciones con el texto que van más allá de lo propiamente visto u oído; así, la información de un estímulo se empareja con la información ya existente en la mente y de manera particular, en la memoria del lector, para darle al texto una coherencia o sentido más amplio. Así, la comprensión lectora se reconoce como una habilidad multicomponencial que opera en todos los niveles de procesamiento (sintáctico, léxico, semántico y discursivo), y posibilita establecer vínculos entre las características del texto y aquellos elementos que se encuentran inmersos en la mente de los lectores.
- EL ESTUDIO DE LAS INFERENCIAS A LO LARGO DELTIEMPO
Desde aproximadamente unas cuatro décadas, los estudios de las inferencias han venido teniendo un afloramiento, gracias al creciente interés que teóricos y expertos sobre el procesamiento y comprensión del texto, han tenido sobre la materia. Pero el punto de partida sobre el asunto se encuentra más atrás en la historia, desde la primera mitad del siglo XX, hacia el año 1932, cuando Bartlett “ya describía los procesos a través de los cuales los lectores añadían elementos de información que extraían de su propia memoria –inferencias- para construir sus representaciones mentales del texto” (Escudero, 2010, p.8).
La concepción proveniente de Bartlett, de la cual se desprende el conocimiento como información ya procesada, tal cual la abordan los especialistas de la computación, es posteriormente asumida por autores como Bruner (1957). Con el paso del tiempo se le fue dando un papel cada vez más preponderante a las inferencias y su importancia en el fenómeno de comprensión de los diferentes textos y discursos presentes en la sociedad.
Las investigaciones posteriores, concentradas a partir de la década de los setenta en adelante, han puesto especial atención a los tipos, número, función y momentos de las inferencias que los lectores generan al enfrentarse a un texto de cualquier tipo. Esta es la misma línea que autores como Greasser et al (2007) siguen en su investigación, al clasificar y caracterizar los tipos de inferencias presentes durante la lectura. Los propios Van Dijk y Kinstch, en 1978, crean una clasificación de las inferencias, atendiendo a su modalidad de construcción.
Parodi y Peronard (2010), denominan como estrategias a todos aquellos procesos que el lector debe efectuar para poder comprender los textos y discursos, entre ellos, se encuentra el generar conexiones que incluso vayan más allá de lo propiamente dicho o escrito, a fin de “completar los espacios vacíos” (p.105), teniendo en cuenta la representación mental del texto que el lector vaya generando, y los tipos de estrategia que utilice para lograr su cometido.
- LA PSICOLOGÍA COGNITIVA Y LA COMPRENSIÓN DEL DISCURSO
Como se planteó anteriormente, la Psicología Cognitiva, a raíz del afloramiento del paradigma constructivista, comenzó a volcar su mirada en la comprensión del texto, comprendiéndola desde una perspectiva de la construcción del significado que toma en cuenta los conocimientos de mundo, el conocimiento del género del texto y el modelo discursivo, que el lector ha desarrollado a lo largo de su vida. Así, cuando un lector se enfrenta a un discurso, no parte desde cero, sino que ha desarrollado todo un “modelo de situación mental” (Greasser et al, 2007, p. 289), que le ayuda a comprender el sentido lógico del texto, a completar sus vacíos y a interpretarlo.
Un texto o un discurso supone siempre, como señalan de Vega, Díaz y León (1999), una guía incompleta hacia el significado, en la que el lector debe ser capaz de construir una representación apropiada del mundo real o ficticio al que se refiere. Esta guía hacia el significado sería imposible de completar si no fuese por una facultad cognitiva enormemente sofisticada y universal de la mente para generar inferencias. A las inferencias se les atribuye la responsabilidad de desvelar lo oculto, de ahí que estén especialmente vinculadas con el conocimiento tácito (Escudero, 2010, p. 2).
La importancia de las inferencias es tal, que los diferentes textos, discursos y fenómenos de la realidad, son posibles de ser comprendidos e interpretados a través de ellas, convirtiéndolas así, en uno de los principales pilares de la cognición humana. La Psicología Cognitiva ha vuelto de ellas, uno de sus principales áreas de interés de estudio, puesto que gracias a ellas se podría comprender de mejor manera el funcionamiento mental, la adquisición de conocimiento, el razonamiento, la percepción, la memoria y el aprendizaje.
- LA COMPRENSIÓN COMO PROCESO: LA MEMORIA Y LAS INFERENCIAS
La clave de la comprensión, consiste en construir una representación integrada y coherente de los distintos fenómenos presentes en la realidad. En el caso de los textos y discursos, la “comprensión implica un importante número de procesos perceptivos, de codificación y de acceso léxico, de procesamiento sintáctico, gramatical, de inferencias, la construcción de la representación semántica del texto, así como la comprensión como producto final o resultado del aprendizaje” (Escudero, 2010, p. 3).
Haciendo eco de lo antes planteado, así como de lo propuesto por el mismo autor durante el año 2007, cuando atendemos a un texto, nos enfrentamos a una serie de estructuras lingüísticas y discursivas, así como también a información explícita e implícita. Como plantean Greasser et al (2007), cuando el lector es capaz de representar mentalmente el texto, mediante un modelo de situación en el cual logra interaccionar lo explicitado con sus conocimientos previos, a fin de otorgarle un sentido pleno y llenando las lagunas de información, es que está haciendo uso de las denominadas inferencias.
Pero estos procesos inferenciales, tanto a nivel de los distintos fenómenos de la realidad, así como también del texto y el discurso, dependen de forma indisoluble de la memoria de los sujetos. Si el lector logra relacionar la información presente en su memoria de trabajo (operativa) con aquellos de la memoria a largo plazo, podrá dar una mayor coherencia en base a la construcción de inferencias.
Así, la importancia de la memoria es indiscutible en el proceso de comprensión de textos, puesto que el procesamiento de estos, se da a través de ciclos de aproximadamente una oración cada uno. Así, cuando se procesa un ciclo nuevo, gracias a la memoria de trabajo actuando de forma interconectada, es que el lector experto, puede relacionar y recuperar información a fin de generar un esquema mental asertivo sobre el texto.
- LA INFERENCIA COMO BASE DE LA COMPRENSIÓN HUMANA
En 1957, Jerome Bruner, ya reconocía a la mente humana como una máquina de inferencia, puesto que tiene la capacidad única de activar el conocimiento ya adquirido e interpretar a la luz de ellos la nueva información entrante, estableciendo relaciones abstractas sin ninguna conexión con los estímulos; todo esto implica, que no somos meros codificadores y/o receptores pasivos de la estimulación proveniente del entorno, sino que cumplimos un rol activo, al establecer inferencias que nos ayudan comprender a cabalidad las distintas modalidades discursivas a las que nos vemos enfrentados en la cotidianidad.
El motor de las inferencias son los conocimientos previos del lector en los más variados ámbitos y las relaciones que logra establecer con lo que está leyendo; así, las inferencias pueden relacionarse “con cualquier aspecto del significado, ya sea la naturaleza de este espacial, temporal, causal, lógico, natural, artificial, abstracto o concreto” (Escudero, 2010, p. 6). Finalmente, el lector siempre acaba procesando más información de la leída de manera explícita en el texto, todo esto gracias al proceso inferencial, que ayuda a comprender de mejor manera aquello escrito en él.
...