Influencia De La Personalidad En El Comportamiento Ético De Las Personas Y La Forma Como Los Derechos Humanos Pueden Guiar El Comportamiento Humano

Influencia De La Personalidad En El Comportamiento Ético De Las Personas Y La Forma Como Los Derechos Humanos Pueden Guiar El Comportamiento Humano

La personalidad del ser humano que es acentuada con los años, alinea la moral, el comportamiento y las conductas del individuo. Con el tiempo se encuentran lugares comunes en los que cada persona encuentra que las enseñanzas pasadas, heredadas de generación en generación, conforman en su totalidad un cumulo de conocimientos sobre la vida que influencian el comportamiento humano.

Aceptamos que cuando tomamos decisiones renunciamos a otras opciones y que estas pueden estar mayor o menormente alineadas con la moral, la ética, el buen comportamiento, lo socialmente aceptado, etc. Incluimos en nuestro pensamiento la conceptualización de bondad y maldad de manera que entendemos esta en términos contextuales; encontramos su explicación en función de nuestra experiencia, nuestra cultura, nuestro entorno, y el resultado de nuestras conductas (y aunque no lo entendamos así) como parte del esquema causa-efecto que prevalece en el universo.

La personalidad en sí puede ser influenciada por nuestra educación, la formación académica, la lectura, la familia, el entorno, etc. Cuando se cometen actos aceptados o rechazados por la sociedad se puede enmarcar perfectamente la moralidad, el comportamiento y la ética y alinear estas al marco contextual; pero en si misma la personalidad del individuo junto la solidez de los principios adquiridos en el entorno dimensiona los actos en función de los efectos que puede producir. La personalidad, junto con la escala de valores adquirida a lo largo de los años, influye en el comportamiento del individuo y en las acciones del mismo.

Como mencioné anteriormente, el marco contextual influye en términos de aceptación o rechazo por la sociedad, grupo social o cultura, de ahí que las leyes o reglamentos ayuden a normalizar el comportamiento humano. Se espera que a través de lo escrito el ser humano se encuentre en mayor contexto y se comporte de acuerdo a lo generalmente aceptado, universalmente aceptado o socialmente aceptado.

Y para eso existen las leyes de convivencia. Es de llamar la atención que la Declaración Universal de los Derechos Humanos sea utilizada como parte de los textos para determinadas cátedras. Que exista poca difusión de la misma es también de llamar la atención. La declaración Universal de Derechos Humanos está articulada de tal manera que permite al individuo conocer sus derechos, pero también advierte a las autoridades, posiciones dominantes o individuos que la infringen de que estos derechos existen y deberían normar el comportamiento general del individuo para no infringirla. La declaración es un documento hermoso, cuya difusión debe masificarse, traducirse a idiomas, dialectos; hacerse del alcance de grupos mayormente vulnerables, pues como intento

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