Interacición Social Y Vida Cotidiana

“Interacción social y vida cotidiana”

Cuando dos transeúntes intercambian una mirada rápida y luego la apartan se pone de manifiesto lo que Erving Goffman denomina desatención cortés. Así cada persona indica a otra que se da cuenta de su presencia, pero evita gestos que se consideren atrevidos.

El estudio de estas formas de interacción social constituye una de las áreas más absorbentes de la investigación sociológica. Existen tres razones para que sea tan importante: Primero porque las rutinas cotidianas conforman lo que hacemos. Después, porque el estudio de la vida cotidiana nos revela de qué manera actuamos para conformar la realidad. Y finalmente porque el estudio de la interacción social en la vida cotidiana arroja luz sobre instituciones y sistemas sociales más amplios.

La interacción social requiere numerosas formas de comunicación no verbal, y uno de sus aspectos principales es la expresión facial de la emoción, estas expresiones faciales de las emociones y sus interpretaciones son innatas al ser humano. Aun así existen factores individuales y culturales que influyen en ellos.

Las interacciones sociales tienen también una dimensión de género. La interpretación del género y de sus roles está muy influida por factores sociales y tiene mucho que ver con cuestiones relacionadas con el poder y la posición social, por lo que los sociólogos sostienen que las interacciones a pequeña escala refuerzan la desigualdad que se produce a una escala mayor en nuestra sociedad.

La mayor parte de nuestras interacciones se realizan mediante el habla y la conversación informal con otros, sin embargo, hay un nuevo enfoque que se ocupa en concreto de cómo la gente usa el lenguaje en los contextos ordinarios de la vida cotidiana.

La etnometodología es el estudio de los etnométodos o métodos populares que la gente emplea para dar sentido a los que hacen los demás. Con frecuencia, podemos dar sentido a lo que se dice en las conversaciones si conocemos el contexto social que se esconde detrás de las palabras.

Las formas más intrascendentes del habla cotidiana presuponen la existencia de una complicidad y de un conocimiento elaborado que los participantes que utilizan. Las palabras cotidianas no siempre tienen significados precisos, y nosotros fijamos lo que queremos decir mediante sobrentendidos implícitos que lo respaldan.

Establecer aperturas y cierres suaves en las conversaciones es un requisito fundamental de cortesía urbana. La expresión vandalismo interaccional se utiliza para describir casos en los que un subordinado rompe las bases tácitas de la interacción cotidiana. De igual forma, algunos tipos de manifestaciones no constituyen habla propiamente dicha, sino que consisten en una serie de exclamaciones o gritos de respuesta, por ejemplo, la expresión ¡vaya! Que se dirige normalmente a los otros que están presentes.

En muchas situaciones sociales desarrollamos lo que Goffman llama interacción no focalizada, que ocurre siempre que los individuos acusan

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