LA CADENA DE CUSTODIA Y SU IMPORTANCIA

LA CADENA DE SU CUSTODIA Y SU IMPORTANCIA

La cadena de custodia es uno de los métodos que contempla la ley 906 de 2004 para demostrar la autenticidad de la evidencia; debemos tener en cuenta que en toda escena del crimen siempre va a existir algún EMP y EF que sirven de línea en la formulación de la teoría del caso presentada por el Fiscal, estos deben cumplir con el principio de la mismidad, el cual se logra en materia de cadena de custodia a través del cumplimiento de unos protocolos aplicados por policía judicial en el momento de ser recolectados, embalados y rotulados. No podemos olvidar que la recolección de estos elementos debe guardar fiel integración con los hallados en la escena del crimen al punto de si han sido contaminados por algún motivo estos pierden inmediatamente su valor probatorio o de convicción, por aquel principio de la legalidad. Por tal razón podemos definir con certeza que la función de la cadena de custodia desde su implementación ha sido la de conservar lo más pulcra posible esos EMP y EF, para poder ser recolectados y manejados con toda la delicadeza del caso y posteriormente servir en un juicio para darle al juez una certeza y confiabilidad y a las partes las garantías constitucionales legales a que tienen derecho dentro del proceso penal. Pero nos surge, en ocasiones, un gran interrogante sobre si a eso elementos materiales probatorios y evidencia física en realidad si les están aplicando según lo indica el protocolo de manejo de cadena de custodia todo el proceso de modo pertinente y de tal forma que den los resultados esperados para garantizar la trasparencia del proceso, y puedan llevar al juez más allá de toda duda razonable, pues no olvidemos que una vez ocurridos los hechos o el acto delictivo entra el primer respondiente a garantizar la preservación de esos elementos materiales probatorios, que serán luego recolectados, embalados, rotulados, y preservados en el almacén hasta el día del juicio. Se cumple entonces con todos estos requisitos a la hora de la recolección de los EM Y EF, podemos tener plena confianza en el manejo de los mismos, y que son puramente preservados sin violar su autenticidad.

El fundamento de todo proceso litigioso se puede comprender dentro de tres esferas a saber: sustancial, procesal y probatorio. Este último, en lo concerniente a la materia penal ha sufrido grandes transformaciones en los últimos 20 años en lo referente a la producción de la prueba y a como allegarla al proceso a cusa del cambio de paradigma de un proceso penal con tendencia acusatoria a uno puramente dicho. En dicha producción de la prueba se ven involucrados una serie de procedimientos que abarcan desde la investigación hasta la práctica de los medios de conocimiento, los cuales, a diferencia de otras ramas del derecho, se observan dos particularidades importantes introducidas a partir de la propia constitución, siendo estas las funciones propias de la fiscalía general de la nación en su carácter de ente acusador y su carácter como garante de la cadena de custodia. Dicho esto, es indubitable que nos enfrentamos a un derecho altamente complejo que ha combinado la ley con la técnica en lo pertinente al procedimiento de recolección en sede de investigación criminal y recolección y embalaje de EMP y EF, procedimientos que en su aplicación reside la cadena de custodia otorgando al EMP y EF los componentes de legalidad y mismidad tan importantes para acreditar la autenticidad de dicho medio de conocimiento. Es por ello que en ocasión de que uno de los servidores públicos o particulares con función de policía judicial cometen una falta que afecta la eficacia de dicha cadena de custodia es menester de la los jueces y magistrados resolver dicha incongruencia, sin embargo, dichas irregularidades han enfrentado conceptualmente a jueces y tribunales en el fondo de sus pronunciamientos, lo cual ha invocado necesariamente pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia con el animus de esgrimir unas directrices frente a las trascendencia y evaluación de las irregularidades presentadas en la cadena  de custodia y su grado de afectación en el medio de conocimiento como en la valoración de este, siendo de los más grandes debates la dicotomía de la postura de algunos magistrados frente a si esta afecta la legalidad de la prueba o si solo afecta su autenticidad, en ultimas su valoración, lo cual termina intrincando el desarrollo del proceso en dos etapas distintas, a sacer la concerniente a la admisión y decreto de pruebas con la de la valoración de las mismas. Con ello en mente, se han recopilado un abanico de pronunciamientos expedidos por la Corte Suprema de Justicia destinados a desentrañar su postura frente a la cadena de custodia y sus implicaciones en los procesos penales. El primer referente que afronta directamente el problema jurídico antes esgrimido es la sentencia No. 25920 del 21 de febrero de 2007, donde la Corte Suprema de Justicia niega totalmente la posibilidad de que los defectos comprobados de la cadena de custodia condicionan o hagan parte de los requisitos de legalidad de un EMP y EF por consecuencia es improcedente aplicar la regla de exclusión contenida en el artículo 23 y 360 del código de procedimiento penal. En la actualidad, la Corte siendo necesario destacar la providencia No. 43916 del 31 de agosto del 2016, en la cual la Corte no solo reitera su postura sino que aclara que los defectos sobre la cadena de custodia si bien comprometen su valoración, debido a que en virtud del principio de libertad probatoria y autenticación la ley contempla otros medios para autenticar las EF, no quiere ello decir que Fiscalía General de la Nación puede irresponsablemente optar por otros medios de autenticación obviando la aplicación de los protocolos de cadena de custodia, ya que estos son de imperativa aplicación por orden constitucional y legal, así como su adecuada autenticación tiene importantes consecuencias en el desarrollo del proceso penal.

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