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LA DIDÁCTICA Y LA TRANSPSICION DIDÁCTICA


Enviado por   •  26 de Febrero de 2018  •  Ensayos  •  2.714 Palabras (11 Páginas)  •  73 Visitas

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Andrés Mauricio Franco

Catalina Buitrago Ocampo

Natalia Sánchez Rincón

Sandra Lorena Hincapié Marín

LA DIDÁCTICA Y LA TRANSPSICION DIDÁCTICA

Enseñar y aprender son actos inherentes al ser humano, ya que desde que se nace hasta que se muere el hombre está inmerso en estos dos procesos. Ambos son completamente espontáneos y no exclusivos del docente, del estudiante o de la escuela, pues puede aprenderse y enseñarse en cualquier lugar. Ya lo había dicho Fernando Savater: “Todos hemos sido docentes para alguien, todos hemos enseñado algo alguna vez”

Pensar en la enseñanza y el aprendizaje supone aceptar que no todo lo que se enseña se aprende y, por tanto, no todo lo que se aprende es porque ha sido enseñado, esto se da gracias a que los dos procesos son completamente intuitivos y naturales. Si bien, son dos procesos completamente diferentes, convergen para lograr una formación integral de los sujetos que se vea reflejada en los procesos de socialización.

El ser humano por naturaleza ha tenido la necesidad de interactuar y comunicarse con otras personas y es justo ahí cuando empieza a hablarse de procesos educativos sistematizados y se origina el primer concepto de didáctica, que respondía a las preguntas ¿qué enseñar ¿cómo enseñar? Con el paso del tiempo este concepto ha sido estudiado por diferentes teóricos que han aportado a su ampliación, entendiéndose hoy por hoy la didáctica desde una perspectiva social- moral que tiende a que los procesos de enseñanza y aprendizaje sean conscientes, eficientes y que los estudiantes sean responsables de su propio aprendizaje.

Es importante tener en cuenta que la didáctica se ocupa principalmente del aprendizaje para el desarrollo del pensamiento crítico, pero para llegar a tal fin, se hace necesario considerar que el docente y el estudiante son el punto de partida, pues son los actores de los procesos de enseñanza y aprendizaje, posterior a tenerlos en cuenta, se hace necesario reconocer los diferentes estilos de aprendizaje de ellos, sus rasgos cognitivos, afectivo- emocionales, fisiológicos y psicológicos los cuales servirán de insumo al docente para determinar los ambientes de enseñanza y aprendizaje que proporcionara a los educandos.

Mucho antes de hablarse de una didáctica con procesos de transposición, la escuela de Frankfurt creada por Horkheimer, Adorno, Marcuse y Habermas  habían pensado en los procesos de enseñanza y aprendizaje desde una perspectiva mucho más abierta y activa, llamada la teoría de la acción comunicativa, la cual proponía superar el tradicionalismo didáctico en el que estaba sumida la educación para darle paso al lenguaje, al discurso, a la interacción ,a la argumentación, a  la experiencia  y a la participación sin prejuicios. Dando esto a entender que desde siempre se ha pretendido hacer consientes a los educandos de su propio aprendizaje.

De acuerdo con Habermas (1987), el aprendizaje puede definirse como un proceso dialógico que se desarrolla entre teorías significativas del conocimiento y constructivistas, lo cual quiere decir, que el conocimiento debe construirse día a día y trascender en la vida cotidiana. En una Conferencia Mundial sobre Educación superior en (1998) se afirmó que: “la educación superior debe formar a los estudiantes para que se conviertan en ciudadanos de bien, informados y profundamente motivados, provistos de un sentido crítico y capaces de analizar los problemas, buscar soluciones para los retos que plantee la sociedad y asumir responsabilidades sociales. Desde nuestro punto de vista, el planteamiento anterior no debe ser solo aplicado a la educación superior, sino a toda a educación en general; pues se trata de formar de manera integral a los niños, niñas, jóvenes y adultos, de tal manera que se reconozcan como seres políticos con capacidad crítica y argumentativa.

Entender la didáctica en un sentido más amplio, en el que se reconoce la influencia directa del entorno social y cultural de los educandos, genera una reforma educativa que implica transformar de manera sustancial el quehacer del docente, de tal manera que este se vea abocado a pensar en la necesidad de transformar el conocimiento científico en conocimiento de enseñanza, para que el educando no solo adquiera los conceptos sino que los aprehenda, es decir, se apropie de ellos y los aplique en diferentes situaciones de la vida cotidiana. De este modo, la didáctica es una ciencia con fuertes desarrollos teóricos que interviene en los procesos de enseñanza y aprendizaje, y la formación del pensamiento crítico en dominios específicos del conocimiento.  El acto educativo está compuesto por una compleja red que intenta explicar y comprender el docente en su quehacer diario en el aula.

Ahora bien, al referirnos al proceso de enseñanza, éste se ha visto permeado por el avance constante de los conocimientos, así como por las actuales reflexiones en torno a la educación, dando lugar esto a un sinfín de cuestionamientos acerca del acto educativo y de la forma en que el docente adapta el saber especifico de las diferentes áreas de conocimiento a diversos contextos escolares con el fin de formar de una manera coherente con el entorno y las  posibles necesidades del mismo a los educandos. En este sentido, el docente deberá hacer lo que Chevallard (1991) llama “transposición didáctica”. De acuerdo con esto, el proceso de transposición didáctica permite desnaturalizar el saber académico, modificarlo cualitativamente para hacerlo más comprensible para el alumno.

Para abordar una visión más precisa de la transposición didáctica es necesario mencionar el rol del docente ante ésta, su formación debe partir de dominios específicos garantizando así una comprensión mayor del conocimiento impartido, sin embargo no se limita a su área de conocimiento, su labor debe albergar una gran visión acerca de la didáctica siempre en función del desarrollo de habilidades y competencias en los estudiantes, de esta forma el docente como uno de los actores en el acto educativo reconoce en el estudiante facultades autónomas y reflexivas fortaleciendo su desarrollo educativo.

Igualmente es responsabilidad del docente actualizar los conocimientos que posee sobre su área específica, esto con el fin de avanzar conforme a los alcances o hallazgos obtenidos recientemente. El conocimiento debe ser significativo y para esto es importante que sea coherente con el entorno y el progreso vislumbrado en su trasegar.

La elaboración de una transposición didáctica presupone una forma de hacer asequible los contenidos ante determinada población, lo cual no significa facilitar el conocimiento, sino, acceder a él de una forma adecuada que permita el aprovechamiento significativo del área.  

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