LA NEUTRALIDAD EN LA RED COMO PRINCIPIO REGULADOR DEL INTERNET EN MÉXICO

LA NEUTRALIDAD EN LA RED COMO PRINCIPIO REGULADOR DEL INTERNET EN MÉXICO

TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE ABOGADO

“LA NEUTRALIDAD EN LA RED COMO PRINCIPIO REGULADOR DEL INTERNET EN MÉXICO”

Darío Preisser Rentería

México, D.F. 2013

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN        6

CAPÍTULO PRIMERO        11

MARCO TEÓRICO: INFORMÁTICA Y DERECHO        11

A.        Informática Jurídica        12

B.        Derecho Informático        14

1.        Delimitación del objeto        15

2.        Metodología Específica        16

3.        Sistema de Fuentes        17

C.        El Derecho Informático en México        18

1.        Protección de los datos personales        18

2.        Propiedad Intelectual        19

3.        Derechos de Autor        19

4.        Comercio Electrónico        20

CAPÍTULO SEGUNDO        22

EL PRINCIPIO DE NEUTRALIDAD EN LA RED        22

A.        Antecedentes.        24

B.        El Principio end-to-end.        26

C.        El Principio de la Arquitectura de Internet por Capas.        27

D.        Conceptualización Normativa.        36

E.        Críticas al principio de Neutralidad en la Red.        37

F.        Legislación del principio        39

1.        Chile        40

2.        Holanda        41

3.        Eslovenia        43

CAPÍTULO TERCERO        46

NEUTRALIDAD EN LA RED Y EL MARCO JURÍDICO NACIONAL.        46

A.        Regulación del uso de Internet en México.        46

B.        Neutralidad en la Red como Garantía Constitucional.        47

C.        Neutralidad en la Red en el marco de la Agenda Digital Nacional.        51

D.        Iniciativa de la Ley para el Desarrollo de la Sociedad de la Información.        55

1.        Exposición de Motivos        56

2.        Cuerpo del ordenamiento        58

3.        Conclusiones        60

E.        Ley para el Desarrollo del Distrito Federal como Ciudad Digital y del Conocimiento.        61

1.        Objetivos y contenido        61

2.        Neutralidad Tecnológica como criterio de implementación        63

CAPITULO CUARTO        65

PROPUESTA DE INICIATIVA DE REFORMA CONSTITUCIONAL        65

CONCLUSIONES        69

BIBLIOGRAFÍA        71

ANEXO 1        75

ANEXO 2        77

ANEXO 3        80

ANEXO 4        86

INTRODUCCIÓN

La comunicación humana ha evolucionado a través de los siglos. Las señas, los símbolos, los idiomas y la escritura han significado para el hombre las formas por las cuales ha logrado la socialización necesaria para su subsistencia. Por telégrafo, teléfono, fax, correo electrónico o videoconferencias, cualquiera que sea el medio que se escoja, la finalidad de la comunicación es una: transmitir información.

Los avances tecnológicos han permitido que hoy en día sea de lo más normal transmitir información a los puntos más lejanos del globo, e incluso fuera de él, en tiempo real. Gracias a los medios de comunicación con los que contamos actualmente se han roto las limitaciones que antaño imponían las distancias. Son estos medios de comunicación, como parte de las causas del fenómeno de la globalización, los que han logrado conectar a pueblos y culturas que de otra forma nunca se hubieran conocido. El comercio, la cultura y casi todas las esferas de la vida han sido afectados por las posibilidades que nos brindan los medios electrónicos de comunicación.

Uno de estos medios de comunicación es la red informática mundial, descentralizada, formada por la conexión directa entre computadoras mediante un protocolo especial de comunicación TCP/IP, mejor conocida como “Internet”.

Creado como tal en 1972, la Internet se ha convertido en el medio de comunicación más versátil ya que, a diferencia de la radio o la televisión, es un medio de comunicación de dos vías, es decir, que permite la interacción entre los agentes del proceso comunicativo y, a diferencia del teléfono o el fax, permite que el mensaje se envíe en prácticamente cualquier formato (voz, imagen, datos).

En términos generales, este medio de comunicación funciona de la siguiente manera: Internet es la red por la que se transmite la información. “TCP/IP” es el conjunto de protocolos informáticos que permiten dicha transmisión. Estos protocolos o reglas son usados por las computadoras (hardware o dispositivos), a través de programas computacionales (software), para lograr que la información que éstos generan pueda viajar de una computadora a otra a través de la red, Internet.

Como se puede apreciar, Internet es un medio, es un canal de comunicación. Internet no es la información que se transmite, ni el generador de dicha información. Internet no es el dispositivo en el que se crea o usa la información ni el software que la decodifica. Internet es, en términos simples, la avenida por la que viaja la información. Esta desambiguación es muy importante para los alcances de este estudio.

Como cualquier otro medio de comunicación electrónica, Internet requiere de cierta infraestructura para funcionar. Para que una persona (usuario) pueda utilizar la red para enviar y recibir información, es necesario que otra persona (proveedor del servicio de Internet) le permita conectarse a la misma a través de medios físicos o electromagnéticos tales como cables o señales satelitales. Los proveedores del servicio de internet (“ISP” por sus siglas en inglés^[1]) controlan dicha infraestructura de la red y tienen la capacidad técnica para decidir sobre la cantidad y calidad de la información que un usuario puede mandar o recibir a través de Internet.

La posibilidad de controlar el tráfico de información en la red es un arma de dos filos. Por un lado, puede ser utilizado para hacer más eficiente el uso de la red al impedir la transmisión de información cuyo único propósito es generar mayor tráfico de datos, como por ejemplo el correo basura o spam. Por otro lado, sin embargo, también puede ser utilizado para discriminar de forma desleal la transmisión de información generada por algún competidor del ISP o para censurar información que el ISP califique como no deseable. Como se advierte, esta posibilidad de control constituye un poder que, como cualquier otro, puede generar desequilibrios en la relación del ISP con el usuario de Internet y, a una mayor escala, puede generar desequilibrios entre los diferentes ISP’s e, incluso, entre los ISP’s y el Estado mismo.

Ante esta realidad, los teóricos de la materia han clasificado a las redes en dos tipos: las redes neutras y las redes inteligentes. Las redes neutras son aquellas en las que los ISP’s se limitan a conectar dispositivos sin tener la capacidad de conocer las necesidades o aplicaciones de los dispositivos que a ella se conectan. Las redes inteligentes son aquellas en las cuales se distingue el tipo de información que se transporta en la red y en la que los ISP’s controlan dicho tráfico en función de las necesidades de la propia red o de quien la controla. Internet ha sido calificado desde su creación como una red neutra; sin embargo, con el desarrollo de la infraestructura y la llegada de la banda ancha^[2], los ISP’s han comenzado a romper dicha neutralidad que, por otro lado, no es obligatoria.

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