LA TRAGEDIA DE LOS COMUNES.

LA TRAGEDIA DE LOS COMUNES

Hemos argumentado anteriormente que si los derechos de propiedad están bien definidos, habrá ningún problema para solucionar las externalidades de la producción. Pero si los derechos de propiedad no están bien definidos, el resultado de las interacciones económicas, sin duda, implicará las ineficiencias.

En esta sección examinaremos una ineficiencia particularmente conocida llamada la tragedia de la gente común. Plantearemos este problema en el contexto original de una tierra de pasto común, aunque haya muchas otras ilustraciones posibles.

Considere un pueblo agrícola en el cual los aldeanos pastan sus vacas en un campo común. Queremos comparar dos mecanismos de asignación: el primer es la solución de la propiedad privada donde alguien posee el campo y decide cuántos las vacas deberían pastar allí; el segundo es la solución donde el campo es poseído en común por los aldeanos y el acceso a ello es libre y sin restricción.

Supongamos que cuesta un dólar comprar una vaca. Cuánta leche produce la vaca dependerá de cuántas otras vacas pastorean en la tierra común. Dejaremos que f (c) es el valor de la leche producida si hay c vacas pastadas en el exterior. Así el valor de la leche por vaca es sólo el producto promedio, f(c)/ c.

¿Cuántas vacas podrían pastar en el común si queríamos aprovechar al máximo la riqueza total de la aldea? Con el fin de maximizar la cantidad total de la riqueza, hemos creado el siguiente problema:

Max f (c) – ac

Debería estar claro ahora que la producción máxima se producirá cuando el producto marginal de una vaca es igual a su costo, a:

MP (c*) = a

Si el producto marginal fuese mayor que a, sería pagar para poner otra vaca en los bienes comunes; y si fuera menos que a, sería pagar a asumir off.

Si el terreno de pastoreo común era propiedad de alguien que podría resultar. Porque en este caso, el propietario de las tierras de pastoreo compraría la cantidad justa de vacas para maximizar sus ganancias.

Ahora, ¿qué pasaría si los aldeanos individuales decidieron si desean o no utilizar el campo común? Cada aldeano tiene una opción de pastorear una vaca o no pastorearla, y será rentable pastar una vaca, siempre y cuando la salida generada por la vaca sea mayor que el costo de una vaca. Supongamos que hay c vacas siendo pastoreadas actualmente, de manera que la salida de corriente por vaca es f (c)/ c. Cuando un aldeano contempla la adición de una vaca, la producción total será        f (c + 1), y el número total de vacas será c + 1. Por lo tanto, los ingresos que genera la vaca para el aldeano será f (c + 1) / c + 1. Se debe comparar estos ingresos para el costo de la vaca a. Si                                f (c + 1) / (c + 1)> a, es rentable para añadir la vaca ya que el valor de la producción excede el costo. Por lo tanto, los habitantes del pueblo elegirán que las vacas pasten

[pic 1]

hasta que el producto medio de una vaca es conducido a. Se deduce que el número total

de vacas que pastan será c, donde:

f( c’ ) / c’ = a

Otra manera de obtener este resultado es apelar a la entrada libre. Si es rentable una vaca para pastar en el campo común, los aldeanos se comprarán vacas. Van a dejar de añadir vacas sólo cuando los beneficios tiendan a cero, es decir, cuando:

f ( c’) – ac’ = 0

Es sólo una reordenación de la condición en el último párrafo.

Cuando un individuo decide si comprar o no una vaca, mira el valor extra que obtendrá f (c) / c y lo comparara con el costo de la vaca a. Esto está muy bien para él, pero lo que se ha dejado fuera de este cálculo es el hecho de que su vaca adicional reducirá la producción de leche de todas las otras vacas. Ya que él está ignorando el costo social de esta compra, demasiadas vacas pastan en el terreno común. (Suponemos que cada individuo tiene un número de vacas que es insignificante en relación con el número total a pastar en el común).

Este argumento se ilustra en la figura 34.4, aquí hemos representado una caída en la  curva de producto medio, ya que es razonable suponer que la producción por vaca disminuye a medida que más y más vacas se pastan en la tierra común.[pic 2]

Ya que el producto promedio está cayendo, tiene que ser que la curva de producto marginal siempre se encuentra por debajo de la curva de promedio producto. Por lo tanto el número de vacas, donde es igual al producto marginal a debe ser menor que el producto medio es igual a a. El campo se sobrepastoreo en ausencia de un mecanismo para restringir usos.

La propiedad privada proporciona un mecanismo de ese tipo. De hecho, hemos visto que si todo lo que la gente se preocupa es propiedad de alguien que puede controlar su uso y, en particular, puede excluir a otros del uso excesivo, entonces, por definición, no hay externalidades. La solución de mercado conduce a un resultado de Pareto eficiencia. Las ineficiencias solo pueden ser producto de situaciones donde no haya formas de excluir a otros de utilizar algo, un tema que se investigará en el próximo capítulo.

Por supuesto, la propiedad privada no es la única institución social que puede alentar el uso eficiente de los recursos. Por ejemplo, se pueden formular reglas para determinar cuánto ganado puede pastar en terrenos comunales de una determinada villa. Si hay un sistema legal que respalde estas reglas, esta puede ser una solución costo-eficiente para proveer un uso eficiente de un recurso común. Sin embargo, en situaciones donde la ley es ambigua o inexistente, la tragedia de los comunes puede aparecer con facilidad. El exceso de pesca en aguas internacionales y el exterminio de varias especies de animales debido a la caza en exceso son algunos ejemplos de este fenómeno.

EJEMPLO: Sobrepesca

De acuerdo con un reportaje del New York Times, “…La sobrepesca ha diezmado las poblaciones de bacalao,  eglefino y platija, las cuales han sido el sustento de la población de Nueva Inglaterra durante siglos”.^[1] De acuerdo con los expertos, los pescadores de Nueva Inglaterra toman del 50% al 70% del stock disponible de peces, esto es más del doble de la cantidad sostenible.

La sobrepesca es un primer ejemplo del problema de los comunes; cada pescador tiene un impacto insignificante sobre el stock total de peces, pero el esfuerzo acumulado de miles de pescadores puede agotar dicho stock.

El consejo de pesca de Nueva Inglaterra  está intentando aliviar el problema al prohibir nuevas entradas a la industria, exigir a los pescadores que limiten sus días en el mar y aumentando el tamaño de la malla de las redes (para evitar la pesca de especímenes pequeños).

Parece ser que el suministro de peces puede reabastecerse en menos de cinco años si se adoptan las medidas de conservación. El valor presente de los beneficios de la industria (visto en su total) sería mayor con la regulación para evitar la sobrepesca. Sin embargo, la regulación implica casi siempre una reducción sustancial del número de botes de pesca en la industria, lo cual es una medida muy impopular entre los pescadores pequeños, quienes se verían forzados a abandonar la industria.

 Ejemplo: Langostas de Nueva Inglaterra

Algunas industrias pesqueras ya han aplicado reglas estrictas para evitar la sobrepesca. Por ejemplo, los pescadores de langostas trabajan bajo reglas cuidadosamente diseñadas para garantizar que no auto exterminen sus propios medios de vida. Por ejemplo, se les exige devolver al agua cualquier langosta hembra con huevos, cualquier langosta más corta que un tamaño mínimo, y cualquier langosta más grande que el tamaño máximo.

Los "Eggers" dan a luz a más langostas y  crece desde pequeño para aparearse. Pero ¿por qué lanzar de nuevo las grandes langostas? Según los biólogos marinos, grandes langostas producen más descendencia y descendencia más grande. Si el pescador siempre llevó las langostas más grandes, el resto de pequeñas langostas pasarían sus genes a su progenie, lo que resulta en langostas más pequeñas en cada generación.

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