LAS AVENTURAS AMOROSAS: UN DAÑO A NUESTROS HIJOS Y A LA SOCIEDAD

Por: Pr. J. Antonio Massi

Autor del Libro Un misterio llamado matrimonio.

Una mujer en la oficina de consejería dice: “estoy enamorada de un hombre, que no es mi esposo”, un esposo confiesa: “una compañera en mi trabajo me hace sentir mejor que llegar a casa”, cosas como estas me animan a escribirles acerca del daño que produce a nuestros hijos y a la sociedad este tipo de relaciones. Debido a que hoy la tecnología por su desarrollo nos permite ser casi omnipresentes, no podemos negar que también nos está dejando grandes daños a la vida familiar. Las redes sociales a través del internet está motivando a muchos a buscar saber de aquella persona con la que tuvimos una relación sentimental, saber de aquel novio que tuvimos en nuestro tiempo de colegio, o esa persona con la que pensé que me iba a casar y no lo hicimos. Esa vinculación amorosa que existió, da pie para iniciar una aventura sentimental que deja resultados nada agradables cuando ya existe una familia constituida. Entienda de manera clara que la vinculación amorosa entre un hombre y una mujer puede producirse con o sin intimidad genital y no todas las aventuras amorosas son de la misma índole. Hay aventuras amorosas donde la pareja siente una gran atracción mutua pero no llegan a tener contacto sexual, y hay muchos hombres que piensan que por no haber existido sexo entonces “no paso nada”. Como ministro cristiano y educador bíblico matrimonial quiero dejar claro la óptica bíblica de eso que podemos llamar una simple aventura. La Biblia dice: Tomara el hombre fuego en su seno sin que sus ropas ardan? Andará el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen? Aquí el sabio Salomón nos deja ver el peligro de jugar con el fuego de la tentación sexual, si usted comienza a enviar mensajes a una persona que no es su cónyuge y que despierta un interés intenso en mantenerse en contacto enviando y recibiendo mensajes, no le extrañe que comience luego a sentir que el tiempo que esta con su cónyuge no despierta la misma emoción, y luego su vida matrimonial solo la ve totalmente aburrida y sin sentido, y entonces el siguiente paso va a ser una doble vinculación, pues llega a pensar que lo que usted necesita no está en su casa sino fuera de ella, provocando en su interior un confusión en sus sentimientos. Esto constituye un problema serio en las personas que tienen ilusiones no cumplidas en su matrimonio y además problemas que no se han resuelto en su mundo interior, pues entonces esa relación que solo se mantiene por la computadora, comienza a desearse con más intensidad y se activa la imaginación de cómo sería si estuviéramos cerca, cara a cara, mirándonos, tocándonos y acariciándonos, y lógicamente no podemos sorprendernos que eso deseo interno le lleva a pensar que para que seguir en esta casa, de que me sirve seguir en esta familia? Y piensa: no creo que pueda

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