LECTURA MI HIJO VA ACTIVIDADES EXTRASCOLARES
AIDA198123 de Octubre de 2014
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El artículo aborda el tema de las actividades extraescolares. (Matey, 2011), abre un debate sobre si los menores están o no sobrecargados de actividades extracurriculares y si es una manera de tener a los menores entretenidos mientras los padres están trabajando. En definitiva el artículo es un resumen del simposium celebrado en Montreal por la Sociedad de Investigación del Desarrollo del Niño (SRCD), en el cual un numeroso grupo de expertos debatieron sobre: ¿Cómo afectan las actividades extraescolares en el rendimiento académico? y ¿Cual es el límite de actividades extraescolares?
Las propuesta de ocio en la educación no formal son cada vez más variadas y la variabilidad de las actividades es muy amplia. Este incremento puede estar relacionado con dos factores sociológicos: (Gómez, 2008).
- Disminución de los espacios espontáneos de juego. Sobretodo en las grandes ciudades pues la calle ya no es un lugar seguro de juego. El incremento del tráfico y la inseguridad ciudadana hacen que los espacios al aire libre sean lugares inadecuados para que los niños jueguen libremente.
- Modificación de la estructura familiar, pues la incorporación de la mujer en le mercado laboral sin que exista una conciliación con la vida familiar, hacen que el tiempo libre de los más pequeños sea ocupado con actividades extraescolares.
Este tipo de actividades es una fuente de socialización fuera de los agentes de socialización primaria (familia y escuela). En estas actividades se potencia: la relación entre iguales, amplían su circulo de amigos, adquieren valores como la competitividad, cooperación, respeto a los demás y sobretodo se adquieren normas básicas de comportamiento.
Tal y como dice Frederick J. En el articulo “La participación en contextos extraescolares es beneficiosa par él, pero siempre que los padres se fijen en si el menor da o no muestras de sobrecarga”. Por lo tanto creo que lo fundamental es observar y respetar la opinión y el ritmo del menor. Si esta demasiado ocupado y sufre algo de estrés, no gozara de la actividad y esta no será productiva. Lo mismo ocurrirá si la actividad no ha sido elegida por él y no le gusta. Como dice Albuger Gil, T. “No se trata de que se escojan para que los padres proyecten en ellos sus propios deseos o frustraciones... A los pequeños hay que darles desde el principio la oportunidad de que decidan qué quieren hacer y que sean consecuentes con esas decisiones”. En mi entorno tenia una amiga de la infancia y de pequeña sus padres la obligaba a ir a clases de piano. Pues a la madre siempre le ha gustado tocarlo y quería que su hija también lo tocara. Pero esto fue un trauma para mi amiga, ella odiaba ira a esas clases y hubiera preferido ir a clases de gimnasia rítmica con migo. La madre no fue capaz de entender que lo único que hacia era perjudicar a su hija, ella se basaba en que las clases de piano eran muy productivas: aprendía un nuevo lenguaje y que la música facilita el aprendizaje matemático. Seguro que es muy productivo ir a clases de solfeo y aprender a tocar un instrumento, pero siempre que esto sea por iniciativa propia y no como una imposición. A mi amiga jamás le sirvieron para nada esas clases, iba por obligación, sin interés ni motivación. Lo único que consigo la madre es que constantemente tuvieran disputas respecto al tema. En definitiva lo que quiero transmitir con este ejemplo es que la elección de una activad extraescolar ha de basarse en los intereses del los menores, pues en definitiva lo que hacemos con ellas es ocupar tiempo de ocio y por lo tanto han de disfrutar, gozar y desconectar de la rutina diaria realizándolas.
Desde mí punto de vista creo que es muy beneficioso participar en actividades extraescolares, pero siempre y cuando el menor elija que tipo de actividad quiere hacer, pues el objetivo principal es que se divierta. El otro punto a tener en cuenta a la
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