LIDERAZGO JUVENIL: UN RETO DEL SIGLO XXI

“LIDERAZGO JUVENIL: UN RETO DEL SIGLO XXI”

“¿Y quién se atreve a arrojarle la primera piedra al miedo de fracasar manteniéndonos inmóviles?” En verdad, la Sociedad ha trazado también la línea del éxito sobre la arena. “Quien quiera tener éxito y diferenciarse de los demás, arroje la primera piedra sin esconder la mano que no usó, luego, que sea capaz de arriesgar todo, absolutamente todo, a través de todas sus virtudes, posibilidades, y medios, para cambiar a este mundo, que necesita de muchos líderes, pero, no todos serán elegidos”.

Las palabras anteriores emergen de una visión muy personal, pero de hecho, alimentada de proverbios, frases y pensamientos de grandes hombres y grandes obras, el principal problema y posibilidad que se plantea en pleno siglo XXI se direcciona y se vincula mucho a la virtud del liderazgo en el ser humano, sobre todo, en “los años de la flor de la vida”, es decir, la juventud. ¿Dónde quedaron esas exaltadísimas palabras del escritor Manuel Gonzales Prada cuando se dirige a la juventud advirtiéndoles: “Los viejos a la tumba y los jóvenes a la obra”? ¿Qué están haciendo entonces los grandes dominantes políticos del mundo, los reyes oligarcas, la aristocracia figuretera, y los escritores de literatura “light” para poder afrontar la falta de voluntad y de motivación de nuestra juventud? ¿Qué están haciendo los padres, los hijos, los maestros, los jóvenes, nosotros mismos?

El Gerente General Jorge Quesada, de “Clientes y Organizaciones” advierte en primera instancia que es imposible no cambiar, y expone que la clave del cambio radica en la ganancia o beneficio del mismo. Entonces, se podría decir que el desafío del cambio seria reinventarse permanentemente. Precisamente, el desafío del cambio, no es tema de interés para cualquier persona que duerme en el fango de la indiferencia; aunque no debería ser así, pero hay que ser realistas, ¿A quiénes les corresponde mejorar la sociedad enrumbándola a un alineamiento eficaz? La respuesta es muy lógica: A quienes se atreven a avanzar cuando los demás se detienen, es decir, a los líderes.

Ahora ya no vale juzgar a la juventud por sus defectos, que tampoco se pueden encubrir, sino mas bien, valdría juzgarlos por su carencia de empuje, por su falta de ánimo, por su escasa motivación. Todo parece indicar pues, que para en plena contemporaneidad, se forma muy bien en teoría, currículos y lineamientos educativos; pero, se están olvidando de algo más importante que la forma: el Fondo. Dice Wayne W. Dyer: “En cualquier relación humana en la cual dos personas se convierten en una, el resultado siempre será dos medias personas”. Entonces ahora entendemos que no hay dos líderes que piensen exactamente igual, y que para solucionar o mejorar algo hay bastantes maneras de hacerlo.

En conclusión, dice también Wayne W. Dyer: “Puede que te des

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