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La Comunidad Gay


Enviado por   •  5 de Julio de 2012  •  3.581 Palabras (15 Páginas)  •  898 Visitas

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“LA COMUNIDAD GAY... ¿EXISTE?”

INTRODUCCIÓN

La homosexualidad ha sido perseguida, tolerada o incluso reconocida, como sucedía en la Grecia Clásica. En la actualidad, Occidente todavía muestra cierto rechazo hacia las prácticas gays, aunque más de la mitad de las culturas del mundo las admite. ¿Y en el marco legal? ¿El religioso? Los gays han logrado grandes avances en pos de su aceptación, pero restan muchas batallas por ganar.

Para unos es una moda, para otros, una forma de reivindicar la homosexualidad. En todo caso, popularizar los rasgos que la definen -el glamour, las divas- entraña los peligros de reafirmar temas sobre este colectivo y de su explotación sólo con fines comerciales.

En este trabajo, de hecho, me permito incluir un glosario gay para entender más acerca de esta `cultura', y se facilite el entendimiento de la investigación.

El concepto de gay surgió a partir de los años sesenta. Adoptado por el colectivo homosexual, expresaba una conducta reivindicativa y una disposición a expresarse más abiertamente en la sociedad. Pero la homosexualidad tal como la conocemos existe desde tiempos inmemoriales, según demuestran testimoniales encontrados a lo largo de la historia y en todas las civilizaciones. Por ejemplo, según la mitología egipcia, Thoth, el dios de la sabiduría, era hijo del dios Min, quien penetró analmente a un enemigo que quedó embarazado de él.

AMOR GRIEGO

Sin embargo, la forma de verla ha cambiado en el tiempo y según las culturas. Algunas la han rechazado -los aztecas castigaban a quien la practicara-, pero otras la han aceptado o exaltado. Los sirios, hititas y sumerios tenían ritos de contacto homosexual dentro del contexto religioso -las relaciones con los “prostitutos” de los templos formaban parte de la veneración a algunas deidades-. Y, al parecer, en un código hitita del 1400 a. De C. Una ley autorizaba el matrimonio entre hombres. Además, en China, la dinastía Han -siglos II-I a. De c.-, pasó a la historia como la de los emperadores homosexuales: durante 150 años la mayoría de ellos mantuvo relaciones sexuales con varones.

En la Grecia Clásica se apreciaba la belleza masculina y la pederastía fue una institución aceptada sin problemas hasta comienzos del siglo III d. De C., aunque para los griegos el amor entre hombres era un complemento al sexo procreativo con una mujer. Por su parte, en la Antigua Roma se toleraba la utilización de esclavos con fines sexuales y, hubo famosas relaciones amorosas entre emperadores y sus jóvenes favoritos, como la de Nerón y Esporo, o la de Adriana y Antínoo.

Sin embargo, muchas de estas formas de relación no se pueden comparar con el concepto actual de homosexualidad, ya que sólo es posible entenderlas dentro del contexto de su cultura. Según explica el historiador Héctor Zamudio López:

“en la antigua Gracia, en el siglo XII a. De C., la homosexualidad masculina estaba circunscrita a una competencia entre los hombres pertenecientes al ejército, y no a una forma de libertad sexual”.

Esto no significa, ni mucho menos, que las sociedades de la Grecia Clásica o la Roma Imperial fueran un ejemplo de libertad sexual. “Aunque era una práctica generalizada en algunos sectores de la sociedad, no era correcto que los nobles mantuvieran relaciones homosexuales con gente de su misma clase, como era el caso del Imperio Romano”. Explica Zamudio López. Además, en estas culturas el hombre que practicaba el papel activo o de penetrador en el sexo anal no se consideraba homosexual, mientras que en las culturas anglosajonas y del norte del continente europeo bastaba con estar involucrado en una relación homosexual para ser considerado como tal.

CENSURA DIVINA

Así, el rechazo a la homosexualidad que ha existido tradicionalmente en el mundo occidental proviene de la tradición judeocristiana, que condenó éstas prácticas desde los tiempos más remotos. A partir de la Edad Media la influencia de la Iglesia Católica fue creciendo, de tal manera que al llegar el 1500 se había pasado de la indiferencia relativa hacia estas prácticas sexuales que existía en el año 500 d. De c., a considerarlas un grave delito, con la consiguiente aplicación de crueles castigos en muchos casos.

De hecho, el nuevo pensamiento moral que comenzó a imponerse en Europa a principios de esta época, promovido por teólogos como Tomás de Aquino, condenaba toda forma de placer sexual que no tuviera el fin de procrear. Tanto las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo como la masturbación o el sexo oral pasaron a ser considerados ilegítimos.

Así, la Inquisición empezó a perseguirlos bajo el pecado de la sodomía. Además, esta acusación se relacionó con la de herejía y se utilizó también como arma política para perseguir a judíos -la legislación inglesa del siglo XIII estipulaba que las personas que habían mantenido relaciones con judíos o con gente del mismo sexo fueran enterradas vivas-, árabes o individuos con demasiado poder político. Un ejemplo de ello fue el desmantelamiento de la Orden de los desmantelamientos en el sur de Francia, bajo los cargos de herejía y sodomía, a comienzos del siglo XIV.

PLACERES O DELITOS

Pero las épocas de persecución y condena han sido seguidas o incluso han coexistido con otras de mayor libertad sexual. Así, con el Renacimiento decae la autoridad absoluta de la Iglesia, los castigos se suavizan y el movimiento intelectual y artístico que surge en Italia desde finales del siglo XV contribuye a una apertura de ideas sobre el tema. Sin embargo, a mediados del XVI, la Contrarreforma trae una tendencia rigorista y moralista que censura la presencia del homoerotismo en el arte, y en España se dan los casos más graves de persecución y condena por sodomía. De hecho, los primeros conquistadores hispanos en América se habían espantado, supuestamente, de la forma en que los indígenas vivían su homosexualidad.

Ya en el siglo XVIII, como resultado de la urbanización capitalista, los sodomistas se hacen más visibles dentro de la sociedad, forman su propia subcultura y su argot, y crean los primeros lugares de encuentro en las principales ciudades del noroeste europeo, aunque en esta época también se ven los peores casos de persecución y condena. En este sentido, el acoso fue especialmente importante en las principales ciudades de Francia, Inglaterra y Holanda.

Del mismo modo, a pesar de que con la Revolución Francesa aparecenlos primeros vestigios del movimiento de liberación sexual en Occidente y a principios del siglo XIX se descriminaliza la sodomía en varios países europeos, todavía continúan

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