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La Creación, Sacrificio De Los Grandes


Enviado por   •  9 de Marzo de 2013  •  1.621 Palabras (7 Páginas)  •  278 Visitas

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La creación, sacrificio de los grandes

Había una vez, en este mismo universo, pero hace muchísimo tiempo, tres hermanos.

Se los consideraba seres legendarios, sin embargo nadie sabía de donde provenían ni quienes eran sus padres o creadores. El hermano mayor se llamaba Quintino, sobresalía por su gran fuerza y por una luz que manaba desde todo su cuerpo; la segunda hermana llamada Fiona, se caracterizaba por ser muy emocional, y a la vez creativa; y por último el hermano menor se llamaba Eitro, y él se caracterizaba por tener una gran inteligencia y un poder de telepatía, siempre se hacía lo que Eitro decidía.

A ellos les fascinaba jugar por mucho tiempo y no se cansaban, pasaban contando historias inventadas y asombrosamente siempre existía algo nuevo por hacer.

Juntos, aunque un poco más por parte de Eitro, decidieron crear un objeto flotante en medio de su patio de diversiones, un lugar pequeño para ellos, usado para crear experimentos y disfrutar más juntos.

Crearon La Tierra.

Crearon también lo que ellos llamaban el tiempo, una regla que regiría en este experimento para tener un orden, bajo esta regla jamás podrían volver y deshacer algo ya hecho.

Todo lucía hermoso, a Fiona le encantaba colocar objetos y hacerlos lucir más agradables a la vista. Lamentablemente, todo lo que hacía no tenía suficiente fuerza para sostenerse y se caía hacia el exterior de La Tierra. Viendo que se volvió triste, su hermano mayor, Quintino, decidió entregar toda su fuerza en las manos de su hermana, Fiona, para que pudiese crear las hermosas decoraciones que le gustaban sin que se destruyesen.

Desde ese entonces se creó lo que conocemos como gravedad.

Así Fiona creo muchos adornos, enormes montañas y grandes cuerpos de agua, como son los ríos, lagos y mares.

Pasó muy entretenida creando cosas, pero llegó un momento en que se cansó, el momento en que ya no sabía qué hacer.

Entonces, todos los hermanos juntos decidieron crear juguetes vivientes, los animales y plantas.

Pasaron muchísimo tiempo creando "animales" que se arrastren, otros que salten, animales que vuelen, animales que naden; cada uno era distinto de otro, y sobresalían por sus colores, tamaños y habilidades.

Les gustó mucho crear estos seres, especialmente diseñar al camaleón, para que cambie de color según su contorno.

Todo se veía maravilloso, excepto Fiona, que cada día el color de su piel se volvía más opaco.

Pasó de ser alegre a muy deprimida, parecía que toda su creatividad ahora estaba en manos de los animales, parecían los mismos animales tenían más vida que Fiona.

Eitro, siendo testigo de esto, decidió diseñar a un animal muy inteligente, capaz de crear sus propias ideas locas y creativas, y creó a su ser vivo favorito: el hombre.

Este hombre resultó ser muy gracioso e inteligente; descubrió el fuego y aprendió a crear sus propias herramientas, se relacionaba mejor con ciertos animales, como el perro.

En este punto todo se veía hermoso, sin embargo cada ser legendario se dio cuenta que le faltaba algo de sí:

Quintino se dio cuenta que ya no contaba con su fuerza, solamente con su luz grandiosa, y recordó que su fuerza estaba en la tierra manteniendo a todo en su lugar, sin que nada se caiga.

Fiona se dio cuenta de que ya no contaba con su habilidad de ser creativa, ahora solamente con su sensibilidad, y recordó que su creatividad estaba puesta en la tierra para que luzca más agradable.

Eitro se dio cuenta que ya no contaba con su inteligencia, solamente con su habilidad para persuadir y telepatía, y recordó que su inteligencia estaba en las manos del hombre, el ser vivo más inteligente de la Tierra.

Estos tres seres legendarios se dieron cuenta de que el experimento flotante, se había tomado más que solamente un momento, un detalle o un esfuerzo, se tomó ciertas características y habilidades de cada uno de ellos.

Todos se vieron preocupados de esto, y pensaron que la tierra no podía quitarles más de sus habilidades o dones que les sobraban.

Quintino ignoró esto, se dio cuenta que muchos animales y a veces hasta los hombres, no podían ver claramente y se tropezaban con obstáculos o se golpeaban con las ramas de los árboles, también vio como a algunos de ellos les daba frío sin el fuego. Quintino pensó y dentro de si el bien y el mal hablaron:

- Nuestra pobre creación se está dañando lentamente porque no ven claramente.

- ¿Piensas darle a esa cosa toda tu luz y quedarte sin habilidades?

- Tienes razón, pero para ellos es doloroso chocarse, tener moretones y sentir frío.

- ¿Ahora esta creación vale más que ti mismo? ¡No me parece sensato!

- Es cierto, sin embargo, ¿qué hago yo? ¿Para qué estoy aquí? No sé de dónde vengo ni a donde voy, creo que más valen los animales y hombres que

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