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La Educacion


Enviado por   •  1 de Septiembre de 2013  •  1.399 Palabras (6 Páginas)  •  180 Visitas

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LA COMUNICACIÓN PEDAGÓGICA

INTRODUCCIÓN

El propósito fundamental de este ensayo es mostrar la importancia de una buena comunicación que debe darse a nivel pedagógico, iniciaré primero definiendo el término de comunicación, para después seguir con la comunicación pedagógica. Se trata de observar, además, las características esperadas por un docente a la hora de comunicar sus ideas o pensamientos en los espacios áulicos. Por último, se sintetizan algunas estratégicas o recomendaciones hacia los educadores en su labor diaria.

DESARROLLO

La comunicación, es la esencia misma de la vida, el ser humano es una criatura que se comunica, como lo menciona H. Daziel Duncan (citado por Fonseca, S 2005, pág. 2). Esta es la diferencia entre el ser humano y los demás seres vivientes, la comunicación es un fenómeno social (Fonseca, S 2005, pág. 5) el cual está en constante evolución y alteración, porque está sujeta a los cambios continuos del ser humano.

A través que la historia, se observa que a partir que el ser humano tomó conciencia de su capacidad de comunicarse, buscó formas cada vez más efectivas para expresar sus pensamientos e ideas; es así como varios autores enfatizan que la historia de la comunicación se remonta a tiempos tan antiguos como los de Aristóteles. Desde que es ser humano, se interesa por el estudio del fenómeno comunicativo y que esté está en constante dinamismo y alteraciones; porque está sujeto a los cambios de pensamiento, a las modificaciones del lenguaje a través del tiempo y a los efectos que la misma dinámica del proceso (Fonseca, S, 2005, pág. 5)

La educación exige la competencia de la comunicación, ya que sin esta última no puede darse la primera, por lo cual, la relación comunicación y educación es una constante histórica. Por ello, los problemas de la comunicación han ido adquiriendo un lugar privilegiado en la pedagogía contemporánea.

Dentro del ámbito educativo el término comunicación pedagógica también ha venido obteniendo ciudadanía propia, sobre todo en Ibero América, al abarcar aquellos procesos interactivos entre educadores y educandos que promueven el perfeccionamiento de la personalidad de ambos (Torres, Jesús, 1999). Sin embargo, a nivel áulico este fenómeno es menospreciado en el trabajo educativo o restringido a una mera relación entre educando y educador. De acuerdo con Torres (1999) la educación y comunicación son procesos inseparables, por ello a nivel áulico toda acción comunicativa que se medie se ve influenciada a nivel educativo en algún sentido positivo o negativo.

Para analizar estos vínculos se establece la distinción que se da entre estos dos niveles básicos: el no propositivo y el propositivo, este último caracterizado por una intención, un objetivo expreso de llevar a cabo determinados procesos comunicacionales como: trasmitir, informar, compartir, debatir, etcétera; donde se infiere con toda intencionalidad que en el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje este es determinante, tanto para la efectiva calidad de este proceso como para la formación de los profesionales de la educación (Torres, Jesús, 1999).

Según Hernández (2000), la comunicación pedagógica es algo más, pues trasciende los marcos escolares y penetra en toda la sociedad. Debe ser entendida como aquella comunicación que estimula el quehacer del ser humano. Por lo que, la comunicación pedagógica constituye un sistema abierto que garantiza la distribución y redistribución de las funciones de los participantes (educandor – educando), el intercambio de los roles para la solución de problemas, la aspiración a comprender la posición del otro, el tener puntos de vista diferentes que enriquezcan el diálogo y el debate, de ahí que se hable de una comunicación simétrica haciéndose evidente la necesidad de planificar, organizar y dirigir un proceso comunicativo pedagógico que enfatice en el papel activo, creativo del estudiante donde al profesor se le asigna el papel de dirigir el mismo, a través de su guía, facilitador, mediador y orientación, a partir de las necesidades, intereses e inquietudes de sus estudiantes, que lo escuche y respete como sujeto, que considere sus criterios y opiniones como un ser individual, enriquecido en el proceso social donde se hace necesario tener presentes los aportes de Vigotsky (1992) con respecto a lo que, el estudiante debe hacer por sí solo (zona de desarrollo próximo), conocer sus limitaciones y potencialidades para alcanzar los objetivos propuestos y la secuencia

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