La Homosexualidad Un Poco De Rosa En El Mundo

LA HOMOSEXUALIDAD: UN POCO DE ROSA EN EL MUNDO

Entender lo que ocurre en el planeta, las desigualdades, las diferencias, la clasificación de las personas, cayendo en el racismo, no solo por su color y su origen, sino también por su forma de vestirse, comportarse, hablar o manifestar alguno de sus pensamientos sobre algún tema, se ha vuelto una constante.

En las ciencias sociales, los estudios de género son el área de conocimientos acerca de los roles sexuales.[1] Sobre el papel no solo que juega el padre como hombre y la madre como mujer dentro de una familia, sino también los niños como integrantes de esta institución, tal vez la más antigua del mundo. A su vez el rol de los adolescentes con sus ideas revolucionadas del mundo, el vestirse diferente, peinarse de maneras extrañas, comportarse en ocasiones fuera de los estándares marcados por una sociedad, muchas veces castrante, que limita, coarta y corta de tajo esa faculta que tenemos los seres humanos de expresarnos de manera libre, sin olvidar que también como géneros podemos tomar en cuenta a las personas de la tercera edad, que con la famosa educación chapada a la antigua con la crecieron, casi todo les asusta y les parece escandaloso.

En numerosas ciencias como la sociología o la psicología, el género es una construcción simbólica que alude al conjunto de atributos socioculturales asignados a las personas a partir del sexo biológico que convierten la diferencia sexual en una desigualdad social. [2] Si eres hombre te tienes que vestir de azul, hacer deportes, de preferencia de contacto, como boxeo, futbol, karate, futbol americano. Debes de tener novia lo antes posible y debes de ser rudo, no dejarte de nadie aunque con ello tengas que pasar por encima de todo mundo. Por el contrario el género femenino es todo lo contrario, la delicadeza, la pulcritud, todo en rosa, ropa zapatos, muñecas, si practicas deportes socialmente asociados con el hombre te tachan de lesbiana, de rara de diferente, sin mencionar que en tu vida solo puedes tener uno o dos novios antes de casarte y por consecuencia aceptar maltratos, engaños e inclusive golpes.

Toda esta situación no podemos dejarla de lado cuando hablamos de género, cuando nos referimos a la forma en como desde el primer día que llegamos a este mundo nos colocan en el hospital sabanas azules si eres niño o rosas si eres niña, como si el padre regala puros en muestra de la virilidad de su hijo y se pavonea por todos lados al mencionar que tiene un hijo varón, cuando por el contrario cuando es niña, en la mayoría de los casos no es tanto de su agrado el que sea niña la hija que acaba de integrarse a la familia y regala chocolates como muestra de la dulzura que supuestamente la pequeña traerá al hogar.

A medida que nos acercamos a la igualdad, los géneros se igualan a su vez. Esto es, a partir de que pronunciamos la tan aclamada sentencia de que ‘los hombres y las mujeres pueden hacer las mimas cosas’ (cosa más que evidente que no necesita explicación) lo que es un hombre y lo que es una mujer desaparece. [3] Pues esa barrera se ha brincado, se ha dejado de lado. Hombres eficientes y mujeres exitosas en los mismos puestos son muy comunes, hombres encargados de actividades del hogar como cocinar, lavar, planchar, hacer el aseo o cuidar a los niños, ya no son solo algunos, sino por el contrario a gran mayoría, permitiendo con ello el éxito en muchos de los matrimonios actuales. Por ende mujeres tras el volante en taxi, albañiles en una obra, al frente de grandes empresas transnacionales, se han convertido en una constante, damas que salen a cooperar con el sustento del hogar cada día son más permitiendo establecer un equilibrio no solo en la economía de la familia sino también en las decisiones, determinaciones y opiniones propias del núcleo de la familia que en este se generan. Los géneros sociales son comprendidos como el conjunto de características que definen una persona como hombre o como mujer. Estas características no son de índole física, sino psicológica y de conducta. Cada individuo al empezar a formar parte de una comunidad, y como tal, se siente parte de uno de esto dos géneros, tradicionalmente ligados al sexo, motivo, al fin y al cabo, por el que se habla de dos conjuntos, ‘hombres’ y ‘mujeres’.

Como ya es de deducir, en esta división en lo referente al intelecto, carácter y tendencia de la persona, típicamente correspondientes al género sexual, es donde se funda el ya no tan tradicional ‘sentirse mujer siendo un hombre’ o viceversa, el ‘ser un hombre encerrado en el cuerpo de una mujer’, el ‘haber nacido con el cuerpo equivocado’.[4]

Por ello no podemos dejar de lado que con el andar de los tiempos y por ende la revolución del pensamiento, pero sobre todo con la apertura de las ideologías; los géneros, se puede decir, han cambiado, se han modificado o se han alterado; para transformar el género de hombre y mujer con preferencias sexuales “normales”, a unos también con preferencias sexuales diferentes. Con otra forma de ver el mundo y sobre todo de asumir su rol como tal dentro de una sociedad que por su naturaleza misma no termina de comprender que es algo, hoy, muy natural en muchas culturas y sociedades en el mundo entero.

Hoy pese al andar de los años y sobre todo encontrarnos en una edad histórica, denominada por los que saben cómo: Moderna, la distancia entre los hombres cada vez es más lejana, cada día del año, los mismos seres humanos nos encargamos de separarnos de nuestros similares. No bastando la cultura, el dinero, la posición económica, la educación, la religión, la política y las creencias, hoy tendremos que agregarle lastimosamente una más; ser homofóbicos.

El término homofobia se refiere a la aversión, odio, prejuicio o discriminación contra hombres o mujeres homosexuales, aunque también se incluye a las demás personas que integran a la diversidad sexual, como es el caso de las personas bisexuales o transexuales, y las que mantienen actitudes o hábitos comúnmente asociados al otro sexo, como los metrosexuales y las personas “con pluma”. El adjetivo correspondiente es “homofóbico”.[5]

La Homofobia no es un término estrictamente psiquiátrico. Se calcula que cada dos días una persona homosexual es asesinada en el mundo debido a actos violentos vinculados a la homofobia.[6]

Amnistía Internacional denuncia que más de 70 países persiguen aún a los homosexuales y ocho los condenan a muerte.[7]

Existe cierto relativismo sobre lo que abarca el concepto de homofobia. Así por ejemplo, los que rechazan las políticas de igualdad (entre personas de diferente orientación sexual) consideran que ese rechazo no es homofobia,[8] sino simplemente una opinión igualmente respetable

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