ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Tauromaquia


Enviado por   •  1 de Julio de 2014  •  1.061 Palabras (5 Páginas)  •  265 Visitas

Página 1 de 5

Con paso lento, pero seguro, los colectivos que se oponen a la lidia de toros han ido ganando espacios en sus objetivos de defensa contra la crueldad y tortura a que son sometidos los ejemplares taurinos en la corrida de toros.

Las corridas de toros, en su sentido moderno, nacen en España en el siglo XVIII y desde entonces han despertado críticas y desatado polémicas entre seguidores y detractores. Los argumentos han ido cambiando a lo largo del tiempo, según el momento histórico, y ha tenido para uno y otro bando justificaciones muy variadas: religiosas, morales, económicas, estéticas, políticas y culturales entre otras.

Más allá de la propia España, -en donde este espectáculo adquiere mayor relevancia y connotación-, se realizan también corridas de toros en países como Portugal, Colombia, México, Perú, Ecuador, Sur de Francia, etc.

En Inglaterra éstas prácticas fueron prohibidas en 1824, el mismo año en que se fundó The Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals.

Ha habido intentos recientes de prohibir las corridas en Francia, donde existe la afición en el sur del país. La cuestión se resolvió estableciendo legalmente que solo se podían matar toros en aquellos lugares donde se demostrase que son una tradición arraigada (en el sudeste y sudoeste, fundamentalmente). Sin embargo, pese a esta limitación persisten los esfuerzos de los colectivos defensores de los animales para abolir la corrida de toros en toda Francia.

En la ciudad de Caracas,en el Municipio Libertador, se aprobó declarar a la capital de Venezuela como Municipio Anti taurino. Con esta declaración Caracas se convirtió en la segunda ciudad venezolana en declararse anti taurina, después de Carrizal en el estado Miranda.

El presidente Rafael Correa en Ecuador acaba de anunciar que se realizará una consulta popular para poner término o no a este controvertido espectáculo. También en Nicaragua se acaba de promulgar la“ley de Bienestar Animal”, que prohíbe matar o herir a los toros en las corridas.

Recientemente, se ha abolido la tauromaquia en la comunidad de Cataluña, en España. Esto se ha venido a sumar a la abolición que ya antes había decidido la comunidad de Las Canarias (1991), en ese mismo país.

Junto con esto, desde el 2006 la televisión española dejó de transmitir las corridas de toros siguiendo las directrices de un nuevo Manual de estilo con las que evita mostrar en pantalla el sufrimiento animal. Con todo, ha sido objeto de crítica que la tauromaquia sea financiada con dinero público. En 2007, al sector taurino español se destinaron 500 millones de euros en forma de subvenciones y en 2008 casi 600.

Inmediatamente después de concluida la Guerra Civil Española, desde sectores progresistas se intentó relacionar las corridas de toros con el régimen franquista y, en general, a la España "vieja y negra". Por ello, algunos medios intelectuales, sobre todo británicos, creyeron que con el advenimiento de la democracia en España estos espectáculos desaparecerían, algo que no sucedió así. No sin razón entonces, el diario Times publicó con asombro en esos años que «en la España de los yuppies y la democracia, triunfa cada vez más la Fiesta de los toros».

En la actualidad, son los defensores de los derechos de los animales quienes encabezan la crítica a la celebración de las corridas de toros.

Ahora bien, la abolición reciente de la corrida de toros en Cataluña, ha reavivado un acalorado debate en la sociedad española; unos, a favor de la abolición y otros en contra. Los primeros califican la corrida de toros como un acto de barbarie, un evento cuya puesta en escena tiene reservada la muerte segura del toro tras un prolongado y doloroso proceso de tortura. Los otros, en cambio, argumentan que con la prohibición se pierde un “arte” (¿), un “deporte” (¿), una “cultura” (¿) que le es propia a la identidad específica de lo español. Una vieja controversia que se reanima nuevamente ahora con esta reciente abolición.

En Chile, nuestro país, nunca se ha practicado la tauromaquia, por lo que poco es lo que sabemos sobre tan controvertido supuesto arte, o deporte, o manifestación cultural. Sin embargo, guardando las distancias, tenemos acá en nuestro país “el rodeo”, donde músculos y huesos de los vacunos quedan maltrechos tras los arrinconamientos y topeaduras de que son objeto por parte de unos ridículos huasos que pretenciosamente exhiben sus habilidades y destreza en el manejo de sus cabalgaduras. Se argumenta también, -al igual que para las corridas de toros en España-, que el rodeo es un deporte, un evento cultural, un arte demostrativo típico de chilenidad

Por esta vía, lo mismo se podría concluir para la pelea de gallos, o la pelea de perros y, por extensión, llegar también hasta el mismo boxeo. Para mi gusto a toda esta clase de espectáculos hay que meterlos en el mismo saco, aunque sus connotaciones se muestren distintas. Quizás sin estar de acuerdo, se podría excusar al boxeo al ser éste un enfrentamiento a golpes que se dan dos contendores tras el libre consentimiento de ambos. En cambio, el enfrentamiento entre animales, o contra los animales, el animal nada tiene que decir, toda vez que es obligado e inducido para participar en dichos espectáculos.

La otra diferencia es que el boxeo toma resguardos para evitar la muerte delos contrincantes. Y aunque la muerte suele suceder de forma excepcional, ello no quita ni pone al hecho que igual, después de la pelea, los contendores queden físicamente maltrechos y, peor aún, no pocos de ellos quedan tontos de la cabeza con tanto golpe que reciben en las partes sensibles en donde se encuentra alojado el cerebro. Ello sin contar que muchos quedan con marcas indelebles en su rostros; la exhibición de una masa hinchada e informe en sus narices y pómulos, un estigma con la que ex boxeadores tienen que cargar de por vida.

Recientemente estuvo en Valparaíso el filósofo español Jesús Mosterín, un intelectual que ha salido a la palestra pública en defensa de la abolición de la corrida de toros. En entrevista con el Diario El Mercurio, de esta ciudad, ha señalado que: “Desde luego no hay belleza alguna en torturar a un toro (animal pacífico, herbívoro y rumiante) con todo tipo de instrumentos metálicos punzantes, mientras su sangre brota a borbotones”. Nos recuerda que ya O Higgins había abolido la corrida de toros y las peleas de gallos en Chile, acotando que: “espero que pronto logremos abolirlas en el resto del país alcanzando así el nivel moral de Chile”.

...

Descargar como  txt (6.5 Kb)  
Leer 4 páginas más »
txt