La Teatralidad En El Cuerpo

La teatralidad en el cuerpo

“El cuerpo del actor es el lugar donde se concentra y

desde donde nace el hecho escénico. Las opciones de su uso

pueden ir desde un cuerpo espontáneo a un cuerpo altamente

codificado. Entre estos dos extremos podemos encontrar, a

lo largo de la historiografía del cuerpo escénico,

muchas posibilidades y variantes”

Miguel Rubio

Lo físico no es lo único que define la existencia del cuerpo. El cuerpo también es producto de la construcción y modificación del mismo a base de entrenamientos y técnicas, así como de un imaginario que nos ayuda a adoptar formas, poses, movimientos; el teatro ofrece un espacio idóneo para lograr los objetivos que nos propone la actuación.

La teatralidad del cuerpo como tal es una expresión utilizada en las artes escénicas que se refiere a que lo más importante para una representación teatral es el cuerpo humano. De ahí es que resulte tan importante el previo entrenamiento o el aprendizaje y experiencia del actor en relación al manejo de su propio cuerpo, que es la única herramienta que utiliza para transmitir su arte (amén de la voz, en el caso de la actuación); a diferencia de otros artes como al pintura, donde utiliza lienzos y óleos; o de la música, donde necesita un instrumento

Foucault (2002), menciona que el cuerpo humano debe ser sometido a rigurosos entrenamientos y mucha disciplina para lograr resultados en la transformación del mismo, o para lograr apreciar un notorio cambio en su físico y sus maneras de conducirse. Parece que lo mismo sucede en la disciplina del teatro: el actor debe transformar su “yo” cotidiano que está inserto en un espacio socio cultural propio (conformado por su estatus, relaciones sociales, etc.) para adoptar uno nuevo y modificarse a sí mismo.

Enfocándonos en la premisa del concepto de la teatralidad hacia un carácter específico del cuerpo en la escena, podemos descubrir los cruces que existen entre la problemática del personaje, del actor y del objeto escénico, desde algunas perspectivas teóricas provenientes de la reflexión filosófica y de los estudios realizados por diversos autores y vinculándolas a enfoques de estética teatral.

Para lograr un personaje convincente o un “cuerpo dócil” en palabras de Foucault, es necesario que el actor abandone muchas de las pertenencias que lo configuran a él mismo como una persona común y corriente y tomar solo aquellas que resulten exitosas para la configuración del personaje. Este es un entrenamiento que requiere de práctica constante e inversión de tiempo, que supone una cierta aculturación para dar paso a un nuevo ente que es el producto de la perfección y disciplina aplicados para conseguir un personaje convincente. Aclaremos que, un cuerpo o un personaje tiene que adoptar un cierto modo de actuar para lograr el apego a un papel determinado.

El teatro mismo ofrece un espacio suficiente para que el actor o el grupo de actores se aíslen del mundo externo y puedan construir nuevos personajes y hacer un uso más efectivo de la disciplina impuesta por ellos mismos para lograr una construcción adecuada de cada rol, lo que implica un rigor y esfuerzo a nivel interno.

Estos personajes se van a valer de máscaras y posturas distintas, para poder expresar el mundo interno con el que han sido construidos. Nuevamente, los símbolos son reinventados para apelar a los sentimientos del espectador y no generar ideas confusas. Así, el objetivo a alcanzar es de delimitar bien la frontera entre los burlesco y lo dramático, entre lo ficticio y lo que realmente aconteció.

Una vez que los personajes están listos, es momento de dejar de lado la dualidad actor-personaje, para dar paso al personaje en sí mismo. La constatación del éxito del vendrá de parte del público al que se le debe convencer de que lo que se está viendo no es la representación de algo sino el hecho en sí mismo y para lograr ello.

Este, el nuevo cuerpo, estará cargado de simbolismo y significados que buscarán recrear un aspecto de la realidad desde una perspectiva determinada.

Cabe mencionar, que se trata de un dialogo, es decir, existe el emisor, el medio y el receptor, pero es este último quien decodificara los mensajes enviados en dependencia a sus propios estimulos, experiencias, etc. El trabajo de un actor es entrenar su cuerpo para lograr llevar el mensaje de un director, dramaturgo etc. Y hacerlo de un modo claro y entendible, pero su responsabilidad termina donde el receptor comienza a establecer su dialogo interno.

La importancia del cuerpo en el teatro o la danza es primordial, aun mas en la danza ya que la expresión o la sensación debe ser proyectada hasta el ultimo espectador y esto se logra con el simple movimiento corporal por encima de lo que pueda narrar el rostro, que, si bien es importante; el poder expresar con el cuerpo una intención es una constante en coreógrafos contemporáneos o neoclásicos, donde es el movimiento el fundamento de la pieza (casi siempre), y no el narrar una historia, su cometido.

Un claro ejemplo de la teatralidad es el caso de los mimos, que sin voz y con una especie de máscara logran recrear toda una situación.

En el Mimo es la acción la que está súper expuesta, se trata de un lenguaje no verbal en el que la acción es el verbo, el lenguaje. La ausencia de dialogo sonoro no es una falta ni se extraña, sino la forma en que se cede el lugar a un lenguaje particular que expresa una realidad fuera del habla, no fuera del lenguaje. El mimo no es un cuerpo inerte que queda reducido al silencio, sino un cuerpo significante que deja la oralidad a un costado. Poniendo la palabra fuera de la escena, el mimo puede decirlo todo. Étienne Decroux quiere diferenciar al mimo que está reinventando, allá por 1930, de la pantomima blanca que Debureau había desarrollado durante la segunda mitad del siglo XIX. Con esa intención, Decroux llama mimo corporal a su compleja e inédita manera de abordar el trabajo corporal.

Cuando hablamos del cuerpo como el fenómeno en una escena, podemos entender que no hablamos “sobre” el, si no “de” el. Esto lo analizamos con diferentes preguntas a las que buscamos respuesta a modo de encontrar nuestro camino sobre el ejercicio de la creación teatral. Tendremos que saber como es manifestada la presencia del cuerpo en una cierta escena, como la teatralidad le permite a nuestro cuerpo llegar a situaciones

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