La Tierra Y La Ley Penal

Durante muchos años se han publicado innumerables reflexiones para la prevención de la contaminación en el ambiente, se pueden mencionar las publicaciones electrónicas, correos, libros, folletos, pancartas, foros estudiantiles en fin la humanidad se abre camino para lo desconocido, para lo que no quieren que ocurra.

Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el ser humano hoy en día es la idea de la escasez de agua, de oxigeno y de que algún día estos recursos se acaben, puesto que los suministros de estos son limitados, y la contaminación es una amenaza constante.

Expresar toda emoción o sentimiento que produce esta amenaza es imposible por eso tomando como fuente inspiradora la Carta escrita en el año 2070, que se refiere a continuación.

El amor perfecto no es el que sentimos por nuestros semejantes al interactuar físicamente percibiendo caricias que satisfacen nuestras emociones, amor, vocablo que encierra enorme concepto, que abarca inmensos preceptos por nuestros elementos; elementos que nos componen, elementos que disponen en medida perfecta el ecosistema, que apertura sus brazos, lugar donde ubicamos el mejor de los hallazgos, salud, tranquilidad, paz, armonía, descanso y felicidad, al contemplar, compendios intrínseco de la maternal tierra, quien nos ofrece cada aspecto tangible, e intangible de la naturaleza, poca apreciada, aun peor desdeñada, por nuestros actos, por ambición, por inconsciencia e incomprensión, motivos inespecíficos que engendran males, en forma de trueno, con lanzas de metrallas que socavan las entrañas de todo cuanto nos ama, de quien vivimos, retribuyendo su favor, otorgándole dolor, mediante la falta de conservación, dulce agua que calma la sed, nunca te acabas por tu buena fe, extiendes tus caudales, bajo inmensos raudales, sofocando la agonía de tu ausencia, formando desiertos en nuestra apariencia, causando desmanes sin compasión al no valorarte, apreciarte con sublime razón; abortamos tu benevolencia, te acabamos sin conciencia, sin percatarnos que tu ausencia es nuestra muerte inminente, nuestra tumba presente. La avaricia nos corroe, el dinero nos envilece, la civilización, excusa idónea del desarrollo que nos permisa todo el destrozo. Contaminación constante soldado batallante, que ataca sin cesar la capa de ozono que nos protege del mal, regulando la intensidad de la luz solar, que otorga bienestar en medida gradual, sin exceso ni defecto, todo en equidad salud nos das, humo y gases flagrantes que atacan los arboles, quimioterapia cabalgante que desnuda a nuestros gendarmes, simbiosis de monóxido a oxigeno maravilloso, nos otorga libertad, combustible natural que nos permite avanzar, por el cual podemos gritar, pureza sutil que asepsia nuestra venas, caminando velozmente por nuestras arterias, extendiendo la vida de cada hebra que nos integra, como escultura celestial, nos destruimos con solo hablar, jamás preservamos lo que dios nos da, derrochamos sin cesar, nos reímos en la actualidad, sin sopesar que viene un futuro de tristeza y de mal, que emana de nuestra actitud malvada, inconsciente e insensata, al no saber valorar, conservar, preservar, bajo el concepto del buen estimar, todo lo maravilloso que son los elementos que el supremo nos obsequia en igualdad para disfrutar de una vida sana, acta para vivir en el mundo actual. Es el momento de actuar en pro de salvaguardar lo maravilloso de la bondad celestial, emanada del mundo con sus cuatro elementos nos rescata del inframundo, lugar de tristeza, de sombría naturaleza donde morimos en manos de la extrema pobreza. Leguleyos inertes, legislación dormida, que castiga entre comillas, a quien te infringe las heridas, normativa pasiva que no se aplica como medicina, a la parálisis de las malas medidas de la conciencia positiva a favor de la tierra divina, lesiones sufridas irreversible doctrina; fiscales durmientes, ministerio publico falleciente, ante la inobservancia

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