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La industria y el sector de servicios


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2015  •  Trabajos  •  1.776 Palabras (8 Páginas)  •  164 Visitas

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4. LA INDUSTRIA Y EL SECTOR SERVICIOS

4.1 La Industria

4.1.1Máquina de vapor 

Como es mundialmente conocido, la máquina de vapor que concebimos actualmente no fue inventada hasta finales del siglo XVIII por James Watt en Gran Bretaña. Cierto es también que hasta dicha invención las únicas máquinas generadoras de energía eran la rueda de agua y el molino de viento, mas cabe mencionar que Watt no fue el creador de la máquina de vapor en sí, sino que perfeccionó creaciones anteriores:

El inicio de estas máquinas comenzó con el Marqués de Worcester Eduard Somerst (1601-1667) en 1663 basándose en el principio de que “si en una botella de agua de plástico metemos vapor de agua y la cerramos, cuando enfriamos el vapor, al condensarse, la botella se aplastaría”. Este fenómeno de variación de la presión atmosférica según el estado en el que el agua se halle desembocó en la creación de diversos planos por parte de Somerst, quien publicó  el libro ‘Un siglo de Invenciones’.

 La gran idea de este marqués no llegó a buen puerto ya que no poseía el capital suficiente para llevarla a cabo ni solicitó la patente de la misma, con lo que dejó las puertas abiertas a cualquier inventor posterior a éste.

Tras Somerst, las primeras máquinas fueron denominadas ‘Máquinas Atmosféricas’ debido a que era la presión atmosférica la que generaba la fuerza motriz.[1] Uno de los padres de estas máquinas fue Denis Papin (1647-1712), un físico francés que analizó y estudió cómo el agua disminuye en volumen cuando cambia de estado. De hecho, expone en 1687 su máquina en la que se eleva un pistón por la presión que el agua evaporada ejerce como consecuencia de su calentamiento previo en el fondo del invento, el cual posee la forma de un cilindro.

 [pic 1]      Máquina de Denis Papin[2]

[pic 2][3]Con las graves inundaciones que sufrían las minas inglesas provocadas por tan húmedo clima, llegó el mecánico Thomas Savery (1650-1715) con una máquina que     hacía frente a la mencionada problemática. La máquina era una versión mejorada de la anterior y además fue patentada. Pese a que la invención (mejora del invento de Eduard Somerst) era realmente útil y eficaz ya que aprovechaba el vacío que el agua en estado gaseoso hacía al condensarse con el fin de extraer el agua del fondo de las minas, ésta también presentaba dos percances difícilmente subsanables: el primero estaba relacionado con la presión, la máquina podía sufrir una explosión por las tan altas presiones a las que se encontraba sometida; y el segundo era un problema similar ya que también hace referencia al peligro de explosión, pero en este caso debido a que la caldera que formaba parte de la máquina debía alojarse en el interior de la mina, produciendo así una tremenda inseguridad entre los trabajadores que allí se encontraban. 

De nuevo, esta máquina halló otro inventor dispuesto a perfeccionarla, y éste fue Thomas Newcomen (1663-1729), quien además era socio de Savery. Este inventor solucionó la problemática que Savery había provocado en su máquina mediante la incorporación de un cilindro con un pistón en el exterior de la mina, el cual era movido por el vapor producido y “transmitía el movimiento al otro extremo de un balancín moviendo así una barra que accionaba una bomba de extracción colocada en el interior de la mina”[4].

Consiguió que esta renovada y mejorada máquina trabajase con más bajas presiones y que su caldera se encontrara situada en la zona exterior de la mina (no junto a la bomba), con lo que supo subsanar los percances de los que anteriormente hablábamos. No obstante, su máquina presentaba otros problemas como el hecho de que el vapor de agua se enfriaba dentro del propio cilindro y, como consecuencia,  perdía agua. Asimismo, su máquina tan sólo disponía de un movimiento rectilíneo hacia arriba y hacia abajo, semejante al recorrido de un ascensor.

[pic 3][5] [pic 4][6]

En 1764, un joven James Watt (1736-1819) recibió en el taller mecánico de su padre una de las máquinas creadas por Newcomen. Al intentar repararla, vio cómo no era eficiente en términos de rendimiento por la cantidad de vapor que era derrochado, y buscó una solución para dicho inconveniente. Watt logra que el vapor sea condensado en un recipiente destinado para ello: el condensador, el cual provoca que el cilindro siempre se mantenga caliente. De igual modo, produce variaciones en la máquina para que el movimiento de la máquina deje de ser únicamente rectilíneo y pase a ser también circular (giratorio).

[pic 5][7]

Gracias a estas innovadoras mejores, la máquina de vapor pudo empezar a utilizarse para motores de locomotoras, herramientas, etc.

[pic 6][8]

La locomotora a vapor diseñada por el inglés George Stephenson en 1829 gracias a la introducción de la máquina de vapor de Watt.

      La razón por la que se considera a Watt como el auténtico y único inventor de la máquina de vapor es consecuencia del gran perfeccionamiento que hizo de la misma. Algunas de las novedades eran la instalación de un regulador de la presión de la caldera, la invención de la medida de caballos de vapor[9] y el vatio[10] (watt), al cual le fue asignado su nombre en agradecimiento por tales invenciones.

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