La muerte.

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Y  HUMANIDADES[pic 1]

ERICK JOHN NELSON TORRES SALAS

                   FILOSOFIA DE LA EDUCACIÓN

El presente trabajo va a tratar sobre un comentario sobre la película “Okuribito” o “Violines en el cielo” en relación al punto cuatro (4) sobre la muerte del artículo “Educación y Cultura” de Joan- Caries Melich. La película Okuribito de origen japonés, del genero drama fue dirigida por el director Yojiro Takita en el 2008. Esta película nos narra la historia de Daigo Kobayashi, que es un violonchelista que toca para una orquesta sinfónica en crisis, a tal punto que el dueño decide disolverla. Desempleado, Daigo y su esposa Mika  deciden volver al pueblo natal de aquél, a la casa que su madre, recién fallecida le había dejado como herencia. Allí busca empleo y atiende un anuncio de lo que parece ser una agencia de viajes, pero que en realidad es una empresa dedicada al antiguo arte del “Nokanshi” o rito No kan, la preparación de los difuntos para su último viaje. El trabajo es menospreciado socialmente y también para Daigo resulta muy difícil, pero lo acepta por la paga. Con el tiempo, descubre la profunda dignidad de su oficio y empieza a desempeñarlo con maestría y orgullo.

“La muerte es uno de los elementos constitutivos del fenómeno antropológico”, es decir es parte del ser del hombre, ya que diariamente nos enfrentamos con ella. En la medida en que el hombre observa el final de la vida en otros, se pregunta el porqué de la muerte y recapacita en la propia, tratando de evitar su horror a través de pactos para alargar su existir, como buscar diversos métodos para llevar una vida sana pero no solamente depende de eso sino una constante preocupación de que si en cualquier momento le podría pasar algo. Siempre ha tratado de llegar a entender el sentido de la Muerte, de conocer sus mecanismos de operación, y sin embargo no hemos llegado a conocer  este fenómeno tan complejo. Esto lo podemos ver en la película cuando por necesidad Daigo aceptada el trabajo del No kan, donde afronta  cada momento de su trabajo con la muerte y no solo la presencia de los cadáveres busca mostrarnos la presencia de la muerte , pues a lo largo de la película descubrimos que muestran los sentimientos de culpa, resignación, aceptación, e imperecedero amor de los deudos, según sea el caso, emociones siempre presentes en la triste ceremonia del Nô kan, la cual, lentamente adquiere en la persona de Daigo el estatus de rito personal que no sólo se trata de la limpieza de un cuerpo ajeno, sino también y más importante, de su propia alma.

“la muerte no puede entenderse ni biológicamente ni culturalmente como un estado, sino como un proceso”. La muerte es un proceso que empieza con el mismo nacimiento, es algo que pertenece desde el principio  a la naturaleza humana. Y Hablar de la muerte, es hablar de la vida; es hablar de una inquietud exclusiva del ser humano, ya que todo movimiento, todo pensamiento, toda concepción humana, van acompañados del sentimiento del morir. Este sentimiento, esta inquietud, se encuentra en las profundidades de nuestra conciencia y subsiste allí con el paso del tiempo como nexo oculto entre las actividades más vitales del hombre, como el arte, las filosofías, la ciencia y las religiones. La película nos muestra ese recorrido vital desde el punto de vista de Daigo, es decir, del propio hombre que lo padece y nunca como si se tratara de un filósofo que está buscando respuestas.  En Daigo Kobayashi podemos ver al ser humano vulnerable en sus sentimientos de ira, insatisfacción y rencor, pero también es el espejo de cada uno de las personas que han encontrado a lo largo de las experiencias cotidianas su Nô kan particular, sus propias maneras de expiar culpas para encontrar el camino de la reconciliación no tanto con el tiempo pasado, pero sí con su propio devenir espiritual y, por extensión, material.

...