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La necesidad de efectivizar el cumplimiento de un derecho


Enviado por   •  4 de Agosto de 2020  •  Exámen  •  2.215 Palabras (9 Páginas)  •  85 Visitas

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“ISFD y T  Nº 210”

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Profesorado de Educación Secundaria en

Historia

Materia: Integración Areal  II

Docente: Ravea, Nadia M.

Trabajo Final Integrador

Alumno: Galván, Bruno

ESI: La necesidad de efectivizar el cumplimiento de un  derecho

"la sexualidad es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales" (OMS, 2006).

“Promover una educación en valores y actitudes relacionados con la solidaridad, el amor, el respeto a la intimidad propia y ajena, el respeto por la vida y 1 archivo final 21/11/08 16:51 Página 13 14 Ministerio de Educación de la Nación 2 la integridad de las personas y con el desarrollo de actitudes responsables ante la sexualidad.”(Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual Integral, 2010;  13-14).

Desde dónde venimos y hacia donde debemos ir

El 4 de octubre de 2006 se sancionó en Argentina la ley 26150 que consagra el derecho de todos los niños, niñas, niñez y adolescentes  a recibir Educación Sexual Integral  en todos los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada. En su artículo primero, en ella se toma como marco de referencia la definición que la OMS toma sobre sexualidad, la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos. Esta forma de conceptualizar la sexualidad, desde un enfoque holístico, integral,  permite visualizar aspectos hasta pocas décadas reducidas en el campo educativo al aparto reproductivo sexual, y la prevención del embarazo infanto-juvenil y las  enfermedades de transmisión.

Después de un comienzo de siglo envuelto en crisis sociales y políticas, con un deterioro notable en los indicadores de empleo, pobreza e indigencia, que deja a miles de argentinos en los márgenes de la sociedad, excluidos y vulnerados en sus derechos más elementales, se inaugura, desde el año 2003 una etapa de recuperación económica, que será acompañada por políticas sociales de restitución y ampliación de derechos; en el ámbito educativo, y con la sanción de la Ley Nacional de Educación (26206) se busca cambiar el paradigma educativo que los gobiernos neoliberales  habían impuesto (descentralización sin recursos, desfinanciamiento, desmantelamiento de programas sociales, etc.,) durante la década del ´90. La educación pasa a ser considerada como “derecho social” y el Estado recupera para sí, y para la sociedad, su rol central de promotor y garante: era el fin de la Ley Federal de Educación (24.195). El paradigma restituyente en materia educativa se sustentaba en los pilares de justicia social y de inclusión educativa.  En la línea directa con estos basamentos, se sostiene la extensión de  la obligatoriedad a los estudiantes de las escuelas secundarias (consagrado en el artículo 29 de dicha ley); esto modifica el mismo estatuto de los jóvenes y adolescentes, antes librados a su suerte una vez que culminaban su etapa por educación primaria, reconfigurando el vinculo con la escuela, pero principalmente con el Estado, quien ahora se hace cargo de velar por sus derechos y garantías. Se trata de reconstruir el tejido social y articular esfuerzos, reconociendo derechos y responsabilidades de las partes afectadas: la de los estudiantes (Cap. VI, artículos 125 al 128), de las familias (cap. VII, artículos 128 y 129) y de las instituciones educativas (Cap. V, artículos 122 al 124) articuladas todas por el Ministerio de Educación, Ciencia, Tecnología recientemente creado y sus órganos de aplicación.

ESI, Jóvenes y adolescentes en la nueva escuela secundaria

“Ofrecer oportunidades de ampliar el horizonte cultural desde el cual cada niño, niña o adolescente desarrolla plenamente su subjetividad reconociendo sus derechos y responsabilidades y respetando y reconociendo los derechos y responsabilidades de las otras personas.” (Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual Integral, 2010;  13).

Partiendo de esta concepción de un Estado garante, promotor de políticas de inclusión e  igualdad educativa, es que se plantea abordar la ESI en la escuela secundaria desde la asignatura “Construcción Ciudadanía. La aplicación de las ESI al interior de la escuela, pero con efectos más allá de sus muros, nos permite pensar nuevas prácticas de ciudadanía, ejercitadas en un marco de derechos y garantías para todas, todos y todes. Es así que la ESI se vuelve una herramienta central a la hora de pensar las relaciones de poder en los procesos de producción de sexualidades y sus efectos subjetivantes en los estudiantes y en sus relaciones vinculares; pensar la sexualidad en nuestras escuelas implica reconceptualizar y desnaturalizar ideas hegemónicas propia de los valores patriarcales y de sus necesidades; Karina Kaplan plantea en su libro “Género, más que una palabra” al lenguaje como una piel, “territorio de lo simbólico y de sus luchas”(Kaplan, 2016; 1); por eso se vuelve necesario repensar las idea-fuerza para los nuevos tiempos y problematizar viejas concepciones acerca del sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual , etc.;  porque como sostiene más adelante la autora “las relaciones objetivas de poder tienden a reproducirse en las relaciones de poder simbólico”(Kaplan, 2016; 2). Pensar nuevos sentidos no debe inhabilitarnos para pensar respuestas concretas a los efectos materiales de la cultura machista: la violencia de género, la violencia intrafamiliar, la vulneración de derechos en los niños, niñas y adolescentes, la división sexual del trabajo, por nombrar algunos.   “Hoy los/las adolescente y jóvenes atraviesan una etapa social y cultural en la cual el orden patriarcal es puesto en cuestión, la violencia machista empieza a discutirse a través de la tarea pedagógica, identificando señales de algún matiz violento o de sometimiento, manipulación de la voluntad, en aquellas situaciones que suelen naturalizarse” (Bracchi, Melo, 2016). Le ESI habilita estas discusiones y genera marcos para la transformación cultural de las nuevas generaciones. De esto da cuenta “El Proyecto de Investigación y fortalecimiento para la aplicación e implementación de la Educación Sexual Integral en las escuelas secundarias de CABA 2018- 2019” (se toma de referencia esta investigación por ser una de las pocas que se cuenta para abordar seriamente el estado de la ESI), en el que se muestra como crece el conocimiento de esta ley entre los estudiantes (-Pág. 8- en 2016 un 70 % de los estudiantes encuestados no conocía la ley, mientras que en 2019 un 50% dijo conocerla)  y su compromiso para con la misma (-Pág. 6- en el que un 93 % de los encuetados cree que debería darse en todas las escuelas).  Con estos datos se tendería a creer que es un camino de ascenso el recorre la ley ESI, pero a 13 años de su sanción, sigue siendo muy baja aplicación, así como algunos de sus pilares básicos: la transversalizacion; el paradigma medico-biologicista (con una matriz que asocia sexualidad con genitalidad) sigue siendo  hegemónico (las principales asignaturas donde  se habla de la ESI siguen siendo Biología y ciencias naturales); otro dato alarmante sobre el estado de la ley es la cantidad de horas promedio anuales en las que se dicta, y que son de entre  0-5 horas (43,6) y entre 5 y 10 horas (38%); esto da como resultado casi un 80 & de alumnos con escasa carga horaria en materia ESI; incluso ese promedio de entre 0 y 10 horas anuales parece relacionarse con la implementación de jornada simultaneas y obligatorias (Pág. 5-6), lo cual, y siendo que son horas anuales, deja al desnudo la falta de abordaje en el espacio curricular y de promoción de las propias instituciones educativas y la necesaria transversalizacion para pensarla desde otros lugares y habilitar nuevas discusiones.    

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