La obra, Familia de payasos

 La obra, Familia de payasos,  es una propuesta teatral innovadora que deposita un gran esfuerzo por parte de los actores, ya que los mismos frecuentan en todo momento la escena, esto es porque la obra presenta dos frentes en los cuales uno  se desarrolla en la parte frontal concebida como la habitual  y el otro, en la parte posterior la cual usualmente es utilizada por los actores como detrás de escena, la misma está vinculada con lo que se desenvuelve en el escenario principal. El director toma provecho de este espacio para así conformar una obra con dos escenas que en el final son incorporadas exhibiendo un producto de conclusión unánime.

En primera instancia desarrollaremos el espacio detrás de escena en el cual los diálogos que entablaban tenia implicancia con el presente y la ficción ascendente que los actores representaba,  sus voces  estaban en total discrepancia con la realidad así también como en plena composición con el personaje escenificado, en las conversaciones  los personajes a partir de didascálicas generaban una atmósfera de conciencia sobre el espacio de representación , por otra parte, ellos por medio de acotaciones incluían a el espectador. El mismo era parte de la escena, en oportunidades, físicamente, lo cual daba aun mayor dinamismo, más que todo para poder sostener el cuadro que se explaya detrás y que exterioriza una obra con carencia de dialogo pero con gran participación gestual que juegan con las emociones del publico, proponiendo, en oportunidades, situaciones cotidianas con las que el público se identifica.

Los conflictos  que emergen en la escena de atrás son producto en su mayoría de la obra principal, logran así los actores imponer en su  actuación desplazarse por los espacio delimitado con aire de improvisación.

Las escenas están acompañadas de la significación otorgada por los objetos que son participes en la misma, ellos puntualizan que efectivamente se desarrolla en frente una obra de teatro por lo cual los personajes en un comienzo están situados detrás de la tela que ornamenta y es por esto que la carga de objetos es escasa  ya que a partir de ese elemento se adjudica la lectura correcta que ideo el autor de la misma, aun así vale aclarar que otros símbolos que colaboraban en el espacio escenográfico eran un asiento, el cual fue de gran uso por parte de los actores, un elemento musical, charango que fue de igual uso en ambas, un tambor, botellas de agua para expresar el cansancio que le proporcionaba efectuar la obra teatral, una carta y una peluca. Las acciones que realizaban en un objeto actuaban como signo de un siginificado simbólico, se transmite esto con la carta que ya de por si nos transmite al divisarla un concepto social, luego el actor que amplifica el significado.

En si el signo teatral se define como la union de un significante y un significado,. En el teatro, el plano significante (de la expresion) esta constituido por materiales escenicos, mientras que el plano del significado es el concepto que vinculamos al significante, teniendo en cuenta que el significante varia en sus dimensiones.

El simbolo es un signo que remite al objeto denotado en virtud de una ley, normalmente una asociacion de ideas generales, que determina la interpretacion del simbolo por referencia a este objeto.

Un componente que exhibió los espacios dispuestos era la luminosidad coloración cálida propia de un contexto de hogar, la misma se encontraba estratégicamente dispuesta en el teatro que se atenuaba, movían, en cuanto buscaba incrementar atención en un sector, influyendo así como coordinadora de sentido.

El espacio lúdico es creado por la evolución gestual de los actores, a través de sus acciones, sus relaciones de proximidad o alejamiento, sus libres expansiones o su conformación en un área mínima de actuación, los actores trazan los límites exactos de su territorio individual y colectivo, sus limites son expansibles e imprescindibles. Entonces, este espacio el cual era creado por los actores en cuanto a sus movimientos y demás, sobrepasaban las limitaciones escenográficas delimitadas por la luz, así también como por el ojo del espectador, que se divisa en un claro ejemplo en el cual unos de los personajes se recuesta sobre un espectador porque estaba cansado, encontrándose este a oscuras limitando las exigencia de visión por parte del que visualiza la obra.

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