La peña del jardín

¡La peña en el Jardín!

Folclore es aquella expresión cultural que reúne los requisitos de ser anónima, popular y tradicional. En la Argentina se conoce como "folklore", "folclore" o "música folclórica" a la música de autor conocido, inspirada en ritmos y estilos característicos de las culturas provinciales, mayormente de raíces indígenas y afrohispanocoloniales. Nuestro país tiene la particularidad de estar lleno de música por donde se lo mire, y el 10 de noviembre es un buen momento para celebrar nuestras costumbres.

Una peña es un lugar de encuentro donde convergen músicos y bailarines folclóricos de todo el país. Con vestimentas gauchas, noches de improvisación y largas guitarreadas hasta altas horas de la madrugada, cantautores y artistas locales ofrecen su música entre los comensales, donde se invita al baile y canto. Existe gran variedad de peñas, muchas modernas con escenarios y luces y otras más  tradicionales o espontáneas, aunque todas guardan las raíces de la tradición.

Podemos organizar una peña folclórica en el Jardín donde recibiremos músicos de todas las regiones de la Argentina. Para esto necesitamos escuchar gran variedad de estilos musicales, conocer sus instrumentos típicos y aprender sus danzas tradicionales. Si colocamos mesas, cocinamos comidas típicas y hay música folclórica, ya tenemos la peña en el Jardín.

Litoral

Los chamamés más conocidos son:

“Kilómetro 11” (Constante Aguer- Tránsito

Cocomarola)

“El Toro” (Cambá Castillo)

“Sobredosis de chamamé” (Aldy Balestra)

“Pedro Canoero” (Teresa Parodi)

“María va” (Tarragó Ros)

•Escuchar y seleccionar cuáles son bailables y cuáles no.

•Un grupo puede aprender algunos pasos básicos de la coreografía del chamamé: pareja enlazada, mejilla con mejilla, cabeza con cabeza y manos atrás, la dama da pequeños giros agarrando su pollera mientras el caballero zapatea jugueteando a su alrededor.

•Otros niños pueden ser los músicos, tocando guitarras. Podemos invitar a algún músico para que toque la guitarra o el acordeón.

•Los músicos pueden cantar alguna canción, mientras los bailarines danzan. Podemos cambiarle la letra y hacer el chámame del Jardín  (con música de “Kilómetro 11”).

Vengo otra vez al Jardín,de nuevo vengo a jugar.

Quiero cantar y bailar,correr y también saltar.

Pero también aprenderlos números y las letras.

Tomar la leche o el té comiendo pan con paté.

Yo vengo al Jardín, para compartir, saltar y reír, bailar y aplaudir.

Yo vengo al Jardín para descubrirque puedo ser feliz.

Noroeste

Del noroeste argentino llegan los copleros y forman una rueda con sus cantos típicos y sus cajas. La caja chayera es un tambor relativamente pequeño, formado por dos membranas tensadas a ambos lados del aro, que tradicionalmente es de madera liviana aunque pueden utilizarse otros materiales. La caja se percute con un palillo de madera que golpea el parche superior. El inferior se mueve por la propia vibración generada al golpear el superior.  

•En la sala podemos construir cajas chayeras con envases plásticos redondos de helado, cubiertos con cinta de embalar para que suene el parche.

•Escuchar coplas norteñas: Leda Valladares,

Mariana Carrizo, “Indio Universo” y “Cielo arriba” son algunos de los ejemplos que nos permitirán escuchar coplas, copleros y cantos con caja.

•Es una actividad muy linda crear nuestras propias coplas, ya que son melodías muy sencillas, o elegir coplas tradicionales sencillas y cantarlas.

En la rueda de copleros por lo general canta un solista los dos primeros versos y todos repiten, luego canta los últimos dos versos y todos repiten nuevamente.

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