La visita inesperada de la carretera.

Actividad Integradora

“La visita inesperada de la carretera”

Hace algún tiempo, en la carretera de Viena, a mí y a mi familia nos ocurrió algo curioso o tal vez terrorífico de explicar, vivíamos en el pueblo de Viena al lado opuesto del cerro que da a la ciudad, yo me llamo Santiago y vivía con mi esposa Valeria y mi hijo Cristian.

Vivíamos bien en nuestra casa, el aire puro nos gustaba  y el aire puro le sentaba bien a nuestro hijo, teníamos un pequeño huerto donde cultivábamos nuestra comida y si nos faltaban provisiones íbamos a la ciudad que quedaba pasando la carretera junto a la ladera verde. Con nuestro pequeño coche.

A mi familia le gustaba ir a la ciudad porque tomábamos un hermoso camino, con tanto verde desde arriba del camino hasta el fondo de la ladera, siempre escuchaba decir a mi esposa – vamos a la ciudad a correr- o a su hijo único decirnos–vamos al cine-  siempre les decía que si, íbamos mínimo 2 veces por semana

Un día fuimos a la ciudad para hacer el mandado y pasearnos, pero ese día había feria en la plaza y llevamos los dos al pequeño a que se divirtiera, Cristian jugaba y nosotros nos relajaríamos.

Sin medir el tiempo, cayó la noche, nuestro pequeño tenia sueño después de haberse divertido y nosotros estábamos iguales y decidieron partir a su hogar.

Ya a la mitad de la carretera, ya íbamos muy cansados, -Papa, falta mucho- solo eso escuchaba decir al pequeño Cristian y mi esposa le dijo – ya casi cariño- con mucho sueño en la voz, al poco rato nos pusimos a hablar para pasar el tiempo, en eso un bulto en medio de la carretera , al acercarme lo suficiente, distinguí a una mujer malherida con una cara de preocupación-por favor ayúdenme- escuche, detuve el auto para poder auxiliar a la mujer no sin antes calmar a mi hijo.

El primero en hablar fue yo-¿se encuentra bien?, no está herida-le pregunte a la mujer, ella solo atinaba a decir que su niño estaba en peligro, que encontrásemos a su bebe, Valeria empezó a consolar a la pobre mujer, está más calmada nos platico lo sucedido –venia en mi carro con mi hijo, mi pequeño Alex, mi bebe-la mujer empieza a sollozar-tuve un accidente y mi carro callo al fondo de esta ladera- nos quedamos sorprendidos con la historia de la mujer -¿por dónde se calló? –pregunte con un tono de preocupación creciente en la voz-por ahí- apuntando la mujer -en esa parte de bosque- contesto la extraña mujer.

Yo me quede con cara de duda y le pregunto a la mujer -y como llego usted aquí – la extraña mujer nos dijo -no recuerdo bien- pienso por qué dude de ella -solo recuerdo que Salí corriendo a pedir ayuda porque no podía abrir la puerta del carro para poder sacar a su hijo, -Valeria, vuelve al carro por el móvil y llama a emergencias- mi esposa asintió con la cabeza y corrió al carro-señora ¿Dónde dijo que cayo?- la mujer temblando apunto a una ladera del camino donde se veía vegetación aplastada. Salí cuesta bajo por ese camino improvisado en busca del niño. Tarde un poco en bajar pero al final encontró el auto estrellado en un árbol, escuche un ruido como de un…bebe, me sorprendí al darme cuenta, lo había encontrado, me hacer que al carro para ver los daños  y se me horrorizo por lo que vi, rápidamente me acercó a la puerta de atrás y la destrabo, con un escalofrió recorriendo toda mi espalda, sacando al pequeño del carro para poder volver con mi familia.

Al volver a la carretera, le pregunto a mi mujer-¿adónde se fue la desconocida?- a lo que ella con un tono de duda le respondió-no lo sé, ella estaba aquí hace un momento, ¿A dónde se habrá ido?- con un tono inexpresivo le pedí a mi mujer que cuidase al niño y le pedí  que se subiera al auto, era momento de irse-pero ¿y su madre? No nos podemos ir con el niño-me respondió Valeria, se lo volvió a pedir, le prometí que en casa le contaría todo, ella asintió y partimos a casa.

Al llegar Valeria me pregunto-¿Cuál es esa explicación?, porque nos trajimos un niño ajeno-       me aclaró la garganta y le conto toda la verdad, creo que con una cara de terror –cuando baje a buscar el carro, en el asiento de adelante estaba el cuerpo sin vida de la mujer que nos pidió ayuda,-volvió a recorrerme ese escalofrió por todo el cuerpo- por lo que veo ya llevaba como 5 horas muerta- mi esposa se quedó muda, no podía creerlo, o me creía un mentiroso ¿acaso un fantasma nos avía pedido ayuda?, aquella mujer habría hecho todo lo posible para salvar a su hijo de la muerte, aun después de muerta, mi esposa se quedó sorprendida y aterrada solo de pensar en esa idea, -bueno, sé que es difícil de procesar cariño- le dije a mi esposa-pero debemos hacernos cargo del niño-

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