Las Ciencias Sociales En La Enfermeria Completo
abbyshu2802113 de Febrero de 2012
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Nuestra vida se encuentra constantemente bajo la influencia de riesgos y circunstancias que pueden poner en peligro nuestro estado de bienestar general. Entre estos factores se encuentran las condiciones genéticas hereditarias, el ambiente bioecológico y psicosocial donde se encuentran sumersos los individuos, el cuidado diario para la salud que posee la persona y los estilos de vida o hábitos (véase Figura 1-3). De todos estos factores, el de mayor importancia son los estilos de vida o comportamiento.
Herencia/factores genéticos. Se refiere al traspaso de las características biológicas de los padres al niño. Este factor puede causar una predisposición genética hacia una enfermedad. Comunmente no es controlable por el ser humano. Esto quiere decir que tarde o temprano, el individuo habrá de sufrir la condición que fue predispuesta por los genes de sus padres. Las enfermedades que se pueden heredar incluyen los disturbios mentales (e.g., escrizofrenia), enfermedades infecciosas, cardiopatías coronarias (enfermedad en las arterias coronarias del corazón), diabetes mellitus o sacarina (producción o utilización inadecuada de insulina, manifestado por hiperglucemia), hemofilia (ausencia de coagulación sanguínea, evidenciado por hemorragias), anemia drepanocítica o falciforme (globulos rojos anormales/enfermos), entre otras. Hoy en día, las investigaciones científicas se dirigen hacia la eliminación de las enfermedades genéticas a través de la ingeniería genética, consejería genética y educación para la salud. Este factor compone 16% de lo que determina el grado de salud de un individuo.
Ambiente. El factor ambiental representa todo aquel elemento externo al cuerpo humano, que rodea o se interrelaciona con el individuo, sobre el cual la persona tiene cierto grado de control. El ambiente puede ser de origen físico-ecológico, biológico y socio-cultural. El ambiente físico-ecológico incluye las condiciones del tiempo y clima, estaciones, vivienda, suelo/tierra, condiciones sanitarias, agua, luz, proviciones de alimentos, medicamentos, radiación, aire limpio o contaminado, facilidades recreativas, automóviles, hospitales, solares y edificios escolares, entre otros. Por el otro lado, los factores biológicos representan todas aquellas cosas que poseen vida, tales como fauna (animales), flora (plantas), otras personas, gérmenes, vectores de enfermedad, reservorios, agentes de enfermedad, entre otros. Finalmente, los factores sociológicos o culturales son aquellos creados únicamente por el ser humano. El social comprende las interacciones entre la gente. Esto incluye también el hacinamiento, calidad de vivienda, condiciones de trabajo, seguridad física y social, afecto, comunicación, asistencia médica, trabajo, progreso, distribución de la riqueza, entre otros. El factor cultural representa aquellos patrones de cultura en un tiempo y lugar dado. Es el patrón de vida que sigue de generación en generación, i.e., los hábitos, modo de pensar, crear y sentir. También, puede describirse como el conjunto de capacidades que el ser humano adquiere como miembro de la sociedad en que vive, i.e., sus conocimientos, creencias, costumbres, estatus social, derecho, moral, artes, entre otros. Un 21% de la capacidad del individuo para controlar la enfermedad resulta por su medio ambiente.
El cuidado de la salud (médico y hospital). Se refiere a la manera en que el indivíduo cuida su salud y se mantiene saludable. Se fundamenta en la medicina preventiva y en el cuidado apropiado del enfermo. 10% de este factor que afecta nuestra salud puede ser controlado por la persona.
Comportamiento o estilo de vida. La manera en que interacciona el individuo con el ambiente describe lo que es un comportamiento. Este factor resulta de la interacción de los factores fisico-ecológicos, psicológicos, socioculturales y espirituales. Esa interacción puede ser positiva o negativa, dependiendo principalmente de las decisiones personales que afectan el bienestar. Solo el propio individuo tiene control sobre sus accciones. Es un asunto de selección de responsabilidad individual. Los estilos de vida son patrones de comportamiento, valores y forma de vida que caracteriza a un individuo, grupo o a las diferentes clases sociales. Más específicamente, los factores de estilos de vida representan las prácticas diarias, hábitos y actividades que afectan la salud del individuo. Estos factores que pueden afectar la calidad del estilo de vida son, a saber: los comportamientos de cada individuo, sus relaciones y las decisiones que toma la persona (véase Figura 1-4).
Los comportamientos. Existen dos tipos de comportamientos, uno es de bienestar y el otro es de riesgo (véase Figura 1-5). Los comportamientos de bienestar o saludables representan una acción que ayuda a prevenir la enfermedad y accidente y promueve la salud individual y colectiva y/o mejora la calidad del ambiente (véase Tabla 1-1). Por el contrario, el comportamiento de riesgo es una acción que incrementa la incidencia de enfermedades y accidentes, amenaza la salud personal y la de otros, y ayuda a destruir el ambiente.
Tabla 1-1: Comportamientos de Bienestar (Estilos de Vida Adecuados)
Ejercicios físicos regulares
Mayor parcicipación en actividades recreativas
Nutrición adecuada
Control de las tensiones (estrés)
No fumar
No ingerir alcohol (o su consumo moderado)
Dormir de 7 a 8 horas
Aplicar medidas de seguridad
Ayudar a las personas más necesitadas
Hábitos apropiados de higiene.
Los comportamientos, hábitos o estilos de vida responsables, correctos, adecuados o positivos se describen a continuación:
Realizar ejercicios físicos regulares. Se recomienda como mínimo 3 veces a la semana. Los tipos de ejercicios recomendados son aquellos que desarrollan la tolerancia cardiorespiratoria o capacidad aeróbica (e.g., caminar, trotar, correr, ciclismo, natación, entre otros). Además, se deben practicar ejercicios que fomenten el desarrollo musculo-tendinoso (e.g., estiramientos, sentadillas o "sit-ups", entre otros). Los ejercicios físicos regulares y la actividad física ayudan a prevenir las enfermedades hipocinéticas (aquellas condiciones que podrían resultar de una vida sedentaria), tales como las enfermedades del corazón y de sus coronarias, hipercolesterolemia (altos niveles de colesterol en la sangre), la hipertensión, diabetes sacarina, osteoporosis, condiciones/dolores en la espalda baja, obesidad, disturbios musculares y articulares, entre otras (Allsen, Harrison, & Vance, 1997, p. 4; Corbin & Lindsey, 1997, pp. 5, 25-26; Heyward, 1998, p. 2; Nieman, 1986, p. 33; Sharkey, 1984, p. 4). Más aún, éstos mejoran la capacidad para hacer trabajo físico y la calidad de vida.
Emplear efectivamente el tiempo libre mediante actividades recreativas sanas. La recreación describe el involucrase en ciertas actividades particulares (e.g., practicar ejercicios/deportes, admirar la naturaleza, escuchar música, ver una película de largo metraje, involucrarse en juegos de mesa o de computadora, leer un libro, ver las tiendas en los centros comerciales, realizar técnicas de relajamiento mental, entre otras) que se realizan durante el tiempo libre del individuo (Meléndez, 1999, pp. 19-20). La práctica recreativa nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida y el estado de bienestar en todas sus dimensiones (física, mental, emocional, social y espitritual). En la actualidad, la recreación nos ayuda en el tratamiento y rehabilitación de ciertas condiciones especiales, tales como enfermedades mentales-emocionales e impedimentos físicos. Esto se conoce como recreación terapéutica (Meléndez, 1999, pp. 267-268). Más aún, se ha sugerido que la recreación puede ayudar a involucrar los jóvenes y adolescentes con tendencias sedentarias en un mayor grado de participación en actividades físicas regulares (Hultsman, 1999).
Práctica de hábitos alimenticios correctos. Las comidas deben ser balanceadas e incluir una variedad de alimentos. Comportamientos nutricionales apropiados incluyen desayunar siempre; reducir el consumo de alimentos altos en grasas saturadas/colesterol, azúcar y sal a niveles no perjudiciales a la salud; preferir el consumo de grasas poliinsaturadas, alimentos altos en fibra y almidones; mantener el peso ideal/deseable y el por ciento de grasa corporal en proporciones no peligrosas la salud, entre otras.
Controlar efectivamente el estrés negativo(tensiones). Este es un aspecto muy importante para el bienestar mental y emocional. Para poder mantener un adecuado bienestar mental y emocional se sugiere: 1) adaptarse a situaciones de la vida que provocan frustraciones y problemas emocionales (mediante la práctica de ejercicios de relajación, meditación, descanso
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