Las Madrastras

A través del tiempo se ha creado un mal concepto de las madrastras. Incluso en películas infantiles enfatizan esa idea. Madrastras que no quieren a sus hijastros, los rechazan e incluso maltratan. Sin embargo hay quienes hacen la diferencia, tener un hijastro acarrea la misma responsabilidad que una madre usualmente fines de semana alternos, pero hay que ver la postura de una madrastra a tiempo completa. No es fácil, si no es fácil para una madre criar a sus hijos menos lo es para una madrastra, cuando las diferencias en la crianza del menor en cuestión son diferentes. Ponerse de acuerdo en lo que se debe o no se debe hacer puede ser un dilema para la relación entre una madrastra y el padre o la madre del menor.

Pienso que todo puede ser relativo y la edad del menor puede ser un factor importante en la estabilidad de la relación “padre-madrastra” pues mientras más pequeño sea el menor más fácil será que se acople a esta nueva persona que aunque no reemplazará el lugar de la madre si será parte de la familia a diferencia de cuando el hijastro está en la adolescencia y llega ese tiempo de rebeldía en donde no aceptan nada no porque no les guste simplemente por contradecir y no aceptar lo que le quieren imponer. Aun así con comprensión, perseverancia, disposición y sobre todo con mucho amor todo se puede lograr.

Algunas personas no pueden creer en que pueda existir una armonía entre “madre-madrastra” cuando lo más ideal es que fuera así siempre, que el compartir anécdotas, sentimientos y también tristezas sea algo cotidiano y no esporádico. Compartir un amor por un chiquillo especial y ambas ser capaces de dar la vida por él y a la misma vez tener la tranquilidad de que no hay que competir porque él no tiene que escoger, puede amarnos a las dos porque las dos siempre estaremos para él. Y puede llegar a ser un proceso cuesta arriba, pero cuando el beneficio es para el menor nunca es suficiente el trabajo que se haga para que crezca en un entorno saludable.

La figura de Papá es un factor importante pues él será el mediador en el comienzo de esta relación entre “mama-madrastra” y mientras mejor sea su disposición, así será la comunicación efectiva entre todos. También será el enlace entre “madrastra-hijastro” para que así se vaya desarrollando una relación sana y amena sin tener el sentir de que se esté reemplazando a nadie. Papá debe siempre de darles sus respectivos lugares a ambas personas (mamá-madrastra) pues no es cuestión de imponer sino de aceptar que el pasado quedó atrás, es momento de seguir adelante sin rencores ni resentimientos.

La madrastra debe entender y reconocer siempre que aunque no sea la madre verdadera, tiene responsabilidades con el hijastro y debe luchar siempre porque esta relación sea sana y amistosa pero también de respeto. El niño no se debe comprar con regalos o alcahueterías

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